Las puertas giratorias están que echan humo. En agosto, Yolanda Barcina dijo que abandonaba la política y que regresaba a la Universidad. “Me voy por la misma puerta por la que salí hace 19 años, sin puerta trasera ni puertas giratorias”, aseguró, cuando abandonó la presidencia de UPN. Sin embargo, en octubre, la ex presidenta navarra ya es consejera independiente de Movistar +. Tras la huida del galáctico Urdangarin (reclutado in extremis por el Basilea suizo), la delantera de Telefónica se había quedado un poco coja y había que fichar a un ariete experto en esquivar tartazos. Porque como es bien sabido, la señora era un genio de las telecomunicaciones y por eso no dejaba que se viera ETB y ponía precintos en los repetidores.
Sobre el pastizal que va a cobrar, ya tiene precedentes. Como buena catedrática de Nutrición dispone de vastos conocimientos en dietas. No en vano, era la misma señora que cobraba cantidades indecentes y dietas triples por asistir a consejos de administración inexistentes en Caja Navarra. Pero ahora se ha descubierto el pastel. A falta de sueldo vitalicio y cesantías, necesita 200.000 euros al año como ¿asesora? para completar sus honorarios como catedrática en la UPNA, y todavía mantiene coche y escolta cuando se pasea por Navarra. Es posible que cuando le dieron el tartazo, la señora Barcina viera las estrellas, pero ahora ha visto la luz.