En pleno debate sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, la patronal acaba de plantear un contrato de formación para los parados mayores de 45 años. Propone becarios a los 50 y más precarización laboral para cualquier franja de edad, modernizando la esclavitud. Eso sí, con paridad absoluta, mano de obra más barata de todos y todas. Les propongo un titular para la propuesta; Se busca experiencia, a cambio de menos sueldo. Pero ¿de qué les van a dar cursos? ¿De corte y confección con un power point de chichinabo?
A los de la CEOE se le llena la boca con tres palabras; empleabilidad, competitividad y flexibilidad. Por si no saben ustedes de lo que hablan, se las traduzco. Vienen a ser lo mismo que explotación, sueldos de miseria y contratos basura. Cuando el documento del señor Rosell y sus secuaces llegue a la mesa de Fátima Báñez, que es una ministra de varias cosas, que tiene por costumbre invocar a la Virgen del Rocío, aprobará un decreto titulado Se buscan aprendices con experiencia. Y como la señora Báñez también es una experta en el arte de dar una patada en el culo al estado de bienestar, igual se saca de la manga que la gente cualificada debe cobrar menos. Si se atreve a decir que los pensionistas no han perdido poder adquisitivo, es capaz de pretender que los trabajadores paguemos a los empresarios para que nos contraten. Y a ellos ¿quién los recicla?