Dios tardó siete días en crear el mundo, pero Pedro Sánchez tiene el auténtico récord guinness, una semana para formar gobierno. El nuevo presidente ha nombrado un gabinete con más ministras y ministros que diputados tiene el PSOE en el Congreso, y se ha coronado como especialista en marketing. Ha elegido a un presentador de contenidos rosas, a un magistrado, a un astronauta… ¿Exótico verdad? Mucho fuego de artificio, mucho escaparate y un gobierno lleno de celebrities y guiños a distintos colectivos. El peligro es que cuando entres en la tienda solo encuentres figuras de adorno o de cartón piedra.
Se reservó para el final la sorpresa de la designación de Maxim Huerta, algo así como si Iñigo Urkullu elige al televisivo Iñaki López consejero de Cultura y, a falta de astronautas, a Javier Armentia, consejero de Ciencia. Si de personal mediático va el tema, Julian Iantzi podría ser consejero de Deportes, Dani Álvarez, secretario de Comunicación y África Baeta, portavoz del Gobierno. Perdonen que no encuentre un replicante de Pedro Baños para el puesto de Seguridad Nacional –léase Ertzaintza– porque es difícil en Euskadi encontrar colaboradores de Tercer Milenio. Muchos resaltan la competencia del nuevo Consejo de Ministras, pero yo creo que a Pedro Sánchez solo le ha faltado poner a Raquel Mosquera de vicepresidenta y a Belén Esteban de asesora de presidencia porque eso sí que le aseguraría el ‘share’.