Oye Pedro Sánchez, si este verano no vamos a poder ir a la playa, dilo ya para poder seguir comiendo. De los autores de «Este confinamiento, quédate en tu talla», llega ahora «La gran desescalada», en la que, como en una peli de los hermanos Marx, la parte contratante de la primera fase será considerada como la parte contratante de la tercera fase. En un país donde cada Nochevieja nos tienen que explicar cómo comernos las uvas, la desescalada pinta mal. Aquí va alguna pista. La de preparación, la fase 0, que comienza el lunes, parecerá un soniquete. Luego vendrá la fase 1, que será un carrillón. La fase 2 sonará como los cuartos, y finalmente, la fase 3 serán las campanadas. ¿Pero no había 4?
Los gallegos (como no saben si vienen o si van) vacilarán y no decidirán en cuál estar. Los catalanes se ahorrarán la 2 y la 3 (para no gastar). En Canarias tendrán una fase menos. Y los vascos, nos plantaremos directamente en la fase 5, sobre todo los de Bilbao. En la transición a la nueva normalidad, que no llegará hasta finales de junio, el gran hermano Orwell está en camino. Después de más de cincuenta días enclaustrados y con el BOE bajo la almohadapara entender esta desescalada a tientas, lo mejor es tomárselo con humor, aunque sea amarillo. Por eso, muchos recomiendan que el gobierno no pierda el teléfono de los chinos de los test. Así cuando llegue el verano, le pueden comprar también los de alcoholemia.
casado tiene razón , Sanchez miente. No sabe ( o si?) rapelar así que como va desescalar¡¡¡’