Del baño de Fraga en Palomares, pasamos al Señor de los Hilillos y ahora al pote gallego con pellets. La historia del chapapote bis es de vergüenza. Alguien sabía ¡desde el 8 de diciembre!, que se habían caído al mar seis contenedores con sacos de polietileno y nadie ha hecho nada. ¿Para qué? Si el PP sacó mayoría absoluta con la nefasta gestión del Prestige, ¿van a cambiar ahora de procedimiento? Y los unos culpan a los otros porque debían estar todos en las cabalgatas de Reyes.
Dicen los peperos que la marea blanca no es peligrosa, pero al mismo tiempo piden evitar el contacto con la piel y recomiendan gafas y guantes. Solo porque hace frío, ¡eh! Si creían que Feijóo era un inútil, échenle un ojo a su ex-número dos. Rueda se preparó unos espaguetis carbonara con los plásticos “aptos para uso alimentario” y ahora tiene súper poderes por ingerir unas cosas blancas homeopáticas.
Es que no son hilillos de plastilina, son bolitas de anís.Y nos las vamos a terminar zampando con el pescado pero, tranquilos, que ya las reciclará nuestro colon. Marchando un zurito de chapapote con una tapita de plástico. Del cáncer del aparato digestivo, si eso, nos ocupamos más tarde. No pasa nada. Porque los tumores y trastornos endocrinos ya los solucionará la industria farmacéutica por un módico precio. Última hora; los pellets acaban de llegar a Madrid. Se han visto ya por el Congreso voluntarios con un colador.