«Hoy no te puedo contratar, el fin de semana me sentó fatal.…» (la música la ponen ustedes). A los patriotas siempre se les pilla por el bolsillo. Lo ha demostrado Nacho Cano, detenido por trabajar con inmigrantes en situación irregular para su espectáculo Malinche.
“Todo esto lo ha orquestado la Policía, es como la Stasi”, dijo. Debe referirse a la misma policía patriótica que espió a 55 diputados de Podemos durante el Gobierno del PP. Así que acusó a los esbirros de Marlaska de persecución y actuaciones propias de Venezuela.
Él, mientras tanto, mete a los chavales en habitaciones de cuatro en un hostal, y les paga un menú del día de 10 €. ¡Ay, Nachete, qué desagradecidos! Les regalas cama y formación, 500 euros por 60 horas semanales y nada.
Pero Cano, además de esclavista, es un moñas que se cree víctima de un complot. “Me tienen manía por apoyar a Ayuso”, lloriquea. Como si respaldar a la baronesa diera barra libre para tener currantes en B. “Vienen a por mí por ser el único artista que no es de izquierdas” se queja el hijo de la fruta… digo, de la luna.
Así que el tipo da un rueda de prensa con tintes conspiranoicos y delirios de grandeza. “Si me encuentran muerto en la cuneta ya sabéis quién ha sido”. Pobre. Parece que la Organización Criminal Socialista se la tiene jurada al ex Mecano. Su próximo musical ya tiene nombre. En lugar de ‘Malinche’, se llamará ‘Berrinche‘.