Maroto busca el voto y promete bajar los impuestos a todos los gasteiztarras. Después de protagonizar un mandato bronco, incendiar al personal con la RGI y el racismo, y fracturar la ciudad, el candidato a repetir a la alcaldía se corona cada día con una burrada mayor que la del día anterior. Sí, hablamos de esa persona que anunció que complementaría con 50 euros mensuales las pensiones más bajas para que no hubiera mayores que no pudieran encender la calefacción. No aclaró, sin embargo, si iba a pedir a los jubilados que lleven empadronados mogollón de años como exige a los inmigrantes. Maroto ha echado muchas pestes contra los pobres pero menos contra los grandes defraudadores de corbata. Esos que acumulan 20.000 millones de euros en Suiza. Patriotas de golpe en el pecho y misa diaria, lo que se da en llamar gente de orden, que no necesitará nunca rentas mínimas porque ya se insertan y se procuran bien las alubias.
El alcalde también acaba de lanzar la pulsera «Vitoria me gusta»… él es mucho de pulsera. Aunque en honor a la verdad habría que decir que los populares son más de llevar esposas en las muñecas. Como esos esPPañoles de bien con pulserita rojigualda y la pasta en Suiza que pronto podrán acudir a Salburua al nuevo pub de ocio sexual temático. Un local nacido para triunfar porque además del pintxito te dan el pote. Con razón Vitoria es Green Capital.