«¡Ya está bien de tanto mamoneo!», debió pensar la candidata del Partido Democrático de Ciutadella (PDC), Soledad Sánchez Mohamed, cuando le ordenaron retirar su cartel. Sí, ese en el que se mostraba enseñando los pechos y usándolos como argumentos para pedir el voto. Una auténtica pena. Allí se veía que iba a dar la talla en la alcaldía.
La discusión no tardó en llegar ¿Quirófano, photoshop? No importa. Cualquier recurso es bueno para ir del dicho al pecho. Algunos echaron de menos que enseñara un tercer argumento… pero bueno cada uno enseña lo que le da la gana. Las tetas de Sole saltaron a los medios como un resorte y en la Red aparecieron otras fotos muy calientes de una candidata sin complejos. ¡Seguro que los que tachan el cartel de sexista hacen las cosas con dos cojones!
Tampoco deben haberse fijado en soberanistas como la pornostar María Lapiedra, que el miércoles se desnudó a la entrada del Parlamento de Catalunya coincidiendo con el debate de una declaración de independencia. O en Joan Laporta, candidato por Solidaritat Catalana, quien fichó a una exactriz porno para hacer un vídeo musical en el que salía retozando en biquini con una bandera catalana por las calles de Madrid. Aquí todavía nos quedan toneladas de marketing por aprender. Porque si Jone Goirizelaia se despelotase delante del Guggenheim y Tasio Erkizia menease la katxaba frente al Bellas Artes, la izquierda abertzale tendría mucha más repercusión.