La astracanada de Puigdemont, un bufón en busca de martirio, da una pereza bárbara, pero esta semana España es un meme gracias al expresident de la Generalitat.
Cuando todo el personal esperaba a que fuera recibido bajo palio en Montserrat, en donde el abad lo proclamaría como rey de Catalunya y emperador del Paralelo, reapareció en España siete años después de su huida, dio una especie de mitin televisado en el Arco del Triunfo, y rodeado de la cúpula de Junts, volvió a huir sin que nadie se diera cuenta.
Ahora me ves, ahora no me ves. Si la declaración de independencia le duró apenas ocho segundos, el jueves, la comparecencia fue casi más fugaz. En un auténtico festival del humor, los Mossos activaron una operación jaula (que podía haber sido también operación maula) para localizar al pájaro y detenerlo, pero la vigilancia estaba a cargo del inspector Clousseau y falló porque alguien se dejó la jaula abierta.
La verdad es que superar esta nueva historia de escapismo está complicado. “Pues no está mal la nueva temporada de Lupin”, resumió Jordi Évole el nuevo giro de guión del culebrón. Hubo un tiempo en que parecía que ser catalán daba cierto caché, pero hoy protagonizan tiras de cómic del tipo; Mortadelo y Puigdemont en 13 Rue del Parlament, con Gila y Berlanga mirando de reojo.