La patrulla canina

«Si usted tiene un problema y se los encuentra, tal vez pueda contratarlos», era la cabecera (con marcha militar) de la mítica serie de los 80, el Equipo A. Pues bien, llevábamos semanas pendientes de unos perros atrapados por las coladas de lava del volcán, y un misterioso Equipo A los ha rescatado.

Iban a hacer una misión de película, con canes salvados por drones, y la realidad ha vuelto a superar a la ficción. ¡Espérate que todavía los tienen secuestrados! La empresa de drones, la UME y un montón de burócratas llevaban días pergeñando un plan aéreo para la captura y suelta de los animales, y llegan Hannibal, Murdock, Fénix y M. A. en versión canaria, le echan dos bemoles, se saltan la zona de exclusión, y operación concluida. Tanta tecnología y tanta tontería, y van estos, pisan la lava a tropecientos grados y se llevan a los perros.

Ya me imagino a Barracus triturando el magma con sus propias manos y al cororonel John Hannibal Smith haciendo planos sobre la ceniza para acceder al estanque sitiado. Y eso, que si han firmado como el Equipo A, lógicamente no serán unos chavales ni la patrulla canina. Ahora solo falta que nos den una prueba de vida y que ningún descerebrado imite la acción. El mundo pendiente del rescate, la empresa de drones hinchándose a hacer marketing, a la espera de recibir los permisos del mando de Emergencias, y van, y ya no hay podencos. ¡Me encanta que los planes salgan bien!

El show eléctrico de Truman

¿Y si la subida de la luz forma parte de un experimento sociológico para ver cuánto tenemos de gilipollas? Una especie de Show de Truman en el que nuestra vida es un reality emitido en directo para accionistas de todas las eléctricas, incapaces de aguantar la risa viendo cómo soportamos récords de precios. Agosto ha sido el mes más caro de la historia con un gobierno progresista, donde solo ellos progresan. Y hay una tal Ribera que se descuelga diciendo que “las empresas tienen escasa empatía social”. Me mondo y me parto. ¿Perdonaaaaa? Una ministra que pide empatía social es una tertuliana, no una ministra.

Lo único que se le ocurre al PSOE es apelar a las compañías para que se porten bien. Solo les queda rogar a la Virgen del Rocío, como hacía el PP. ¿Y nosotros? ¿Podemos pagar en empatía? KW contratados en hora punta x moneditas de empatía x días de facturación. Que hagan el cálculo.

Dice esta señora que «la empatía cotiza en Bolsa». Vuelve a equivocarse. Los beneficios cotizan más. Este rallye de precios sacude los bolsillos domésticos devorados por tanto KW, horas valle, potencia contratada, y demás tecnicismos. El camarada Garzón, en teoría el guardián de los consumidores, está missing y solo entra a Twitter para recomendar libros. Aún así, su Ministerio sobrevive. ¡Y qué me dicen de Irene Montero!, aquella que aseguró que solamente Podemos podía conseguir que bajase la factura. Menudo par de gargantas profundas. Tragan todo lo que haga falta.

El Fugas. Año I

Ahora que se cumple el primer aniversario de ‘El Fugas’, hemos conocido el último acto del sainite borbónico en el que resulta que Corinna ha demandado al Emérito por acoso y espionaje. La denuncia, presentada ante la justicia británica, sostiene que el CNI le realizó una “vigilancia ilegal” a partir de 2012 y pide una orden de alejamiento para Juan Carlos I. ¿Una orden de alejamiento para un octogenario que está a miles de kilómetros de distancia y se mueve a duras penas?

Desde que el campechano le pidiera que le devolviera los 65 millones de euros que le había transferido desde una fundación panameña radicada en Suiza, la aristócrata no deja de dar la brasa. ¡Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita! Hablamos de un culebrón casposo con personajes más casposos aún. Pero no nos engañemos, esta no es la ingenua historia de “El príncipe y la corista”, sino una desgraciada deriva de poder, lujo, dinero y otras cosas.

Con quién se acueste el Borbón, mientras le pague él los vicios con su dinero no es nuestro problema, pero que utilice los medios de Estado, que tenga la pasta en paraísos fiscales, que defraude a Hacienda y sea, (todo supuestamente claro), un vividor comisionista, sí. Es evidente que esta mujer es exactamente lo que parece y él, también. Lo más grave es que Juancar se debe estar partiendo la caja, disfrutando de un dorado retiro, cachondeándose de todos sus vasallos (especialmente de los súbditos de baba fácil) y de la justicia, sabiendo que no le van a tocar un solo pelo de su real trasero porque es inviolable.

Comemos carne por encima de nuestras posibilidades

A ver fanáticos del tocino, entérense bien, ahora también comemos carne por encima de nuestras posibilidades. Dice Alberto Garzón que comer demasiados filetes es malo para nuestra salud y para el planeta. De verdad que con la tarifa eléctrica por las nubes y los combustibles en la estratosfera, ¿el ministro de Consumo tiene que preocuparse de que eliminemos de la dieta el lomo de cerdo y las chuletillas? Claro que sí Garzón, como no controlas el precio de la luz y de la gasolina, toca comer raíces, que la carne está muy cara. ¡Con lo nutritivos que son los brotes de soja con alfalfa!

Aunque el menú de su boda incluía solomillo y foie, según Don Desocupado, si los españoles redujeran el consumo de carne hasta los niveles recomendados, “se evitarían el 50% de las emisiones de gases invernadero y el 20% de las muertes prematuras”. Reconozco que dice verdades como puños, igual que las dijo Escrivá con las pensiones de los del ‘baby boom’, pero no deja de ser un ministro florero. Aunque a mí, lo que me parece increíble es que sentado en el ministerio más prescindible de la democracia, bueno junto al de Irene Montero y al que ¿dirige? el desaparecido señor de las Universidades, esté para estas memeces.

El precio de la luz marca máximos históricos, pero su ministerio recomienda comer nabos de temporada. Sigue habiendo publicidad de apuestas deportivas en prime time pero él conseja darle a la espelta. Yo creía que el chiringuito de Consumo olía ya a humo y mira, por dónde va Sánchez y lo deja vivito y coleando.

Las lavadoras zombies

Todo el mundo habla de lo mismo. Y no son las vacunas, sino la nueva factura eléctrica que nos han plantado porque planchábamos por encima de nuestras posibilidades. Desde ahora, nos invitan a tratar de dormir con el sonido del lavavajillas taladrándonos los oídos. O a tener pesadillas con lavadoras zombies, un clásico de terror. Máquinas que caminan solas de madrugada, salen de la cocina, encaran el pasillo… y como no estés atenta, van a la calle a hacer running. ¡Bendito centrifugado!

Los nuevos peajes horarios son carne de meme. “Quería llamar a mi hija Mariluz, pero me sale más barato llamarla Marisol”, dice un mensaje viral que circula por ahí. “Ya sé porqué el LABI ha retrasado el cierre de hostelería hasta las 00.00 horas. Para que, al llegar a casa del bar, encienda el lavaplatos”. O “Ahora que nos quitan el toque de queda, tengo que estar de vuelta a las doce para poner la roomba”.

Estos tramos valle, llano y punta sentarán jurisprudencia. ¿Qué estaba haciendo a la hora en la que se cometió el crimen, a las cuatro de la madrugada? Planchando. Mierda. Tiene la coartada perfecta. Y hasta van a lograr cambiar el refranero popular. «Quien madruga, centrifuga». A este paso vamos a ser todos ecofriendlies, y nos iluminaremos con antorchas. Aunque cuando empiece la Eurocopa y el fútbol, nadie se acordará de que la luz cuesta un riñón. Ya está. Tengo la solución. Comprar un alargador y enchufarlo en Francia.