Los juicios de la España cañí

Hemos tenido la semana pasada un juicio de esos de rechupete en la España cañí. El de la Pantoja y Julián Muñoz, la gitana cantaora y el mesonero que se convirtió en bandolero para forrarse. Es lo que tiene vivir en el país del Lazarillo de Tormes, parece que no pasen los siglos para los pícaros.

Pero a mí, sinceramente, me pone más el de Anna Tarrés, esa señora que llamaba gordas a sus nadadoras, les pedía que se tragaran el vómito y les acusaba de tirarse a todo lo que se mueve, y que ahora mete a juicio a la federación española de natación. Una catalana -si fuera madrileña esto no habría pasado- que es tachada de tirana, déspota, tipeja y hasta lesbiana.

¡Snif! ¡snif! pobres chicas, ellas que se creían que era un juego de niñas y resulta que debían trabajar duro. Tarrés sería en EE.UU. héroe nacional y escribiría un best seller con sus métodos, pero aquí le sale una guardería quejica y llorosa, ¡Mamááá…!, que parece que en lugar de para unos Juegos Olímpicos, se entrenan para el recreo. Hay quien dice que esto pasa por poner los centros de alto rendimiento en Catalunya, que ya pueden ir deportistas del Kurdistán que tienen que aguantar que les hablen en catalán.

Qué casualidad que salga todo justo en el momento que hay que justificar el relevo de una superentrenadora que ha llevado a la natación sincronizada a la cima, partiendo de la nada más absoluta. Personalmente me niego a creer que es mierda todo lo que reluce, aunque sea catalana.

Leña y punto

 

La marca España que Rajoy se está currando en el mundo son pobres buscando comida en los contenedores y policías dando candela. ¡Y luego hablaban de la mala imagen que daba Sánchez Gordillo y sus carritos de súper robados! Los vídeos de las cargas policiales durante la protesta del 25-S Rodea el Congreso han aparecido en los medios de comunicación internacionales y han sido portada en la BBC, Le Monde, The Guardian, CNN o La Stampa, mientras Rajoy presumía de foto en Nueva York con Obama y señora.

Hay que ver cómo cargaba la poli, tipo años 70, cual grises analfabetos apaleando jóvenes parados y perroflautas, oiga, que no eran guerrilleros de Colombia ni sandinistas, o cómo se cebaban contra un peligroso asaltante de 60 años que enarbolaba una subversiva arma, la bandera de Andalucía. Los antidisturbios a porrazo limpio enseñando a los jóvenes no educación física (por lo que corrían) sino historia.

Es difícil entender cómo hay 27 policías heridos, (tan aguerridos con sus cascos, petos, porras, botas y escudos), a menos que sean los secretas infiltrados para reventar manifestaciones. Ojo, de alborotadores no, de golpistas, como dice Cospedal. «¡Que soy compañero, coño!» se oye en el tumulto. Pero lo cierto es que hay más gente en cualquier botellón que en el asalto al Congreso porque somos un pueblo de adormecidos ciudadanos consumidores de realitys de TV, y como decía aquel, una nación de ovejas solo engendra un gobierno de lobos.

Un entierro low cost

No hay manera de diñarla. Y eso que yo ya había encargado mi funeral antes del 1 de setiembre. Más que nada para tener algo adelantado y que no me saliese tan caro. Sí, ya sé que están ustedes más que hartos de oír hablar de la subida del IVA, pero desde que a Rajoy no se les escapan ni los fiambres, ya no puedes ni morirte tranquilo.

A raíz de esta subida de impuestos en los servicios funerarios del 8 al 21%, envié un mail a Leroy Merlin sugiriéndoles que ofrecieran kits de autoentierro para que te montes tú mismo el ataúd y autograbes la lápida. Yo ya la tenía escrita: «Por fin me quedé en los huesos. Aqui yace una gorda, que lo fue».

También propuse a Ikea que contribuyese con un pack low-cost; Cuatro chapas de cumen, un adhesivo pega todo y asunto resuelto. Previamente había pensado en donar mi cadáver a la UPV, como es abundante tendrían todo el aula para trabajar a gusto, aunque me dio un poco miedo que en el ínterin impusieran una tasa de donaciones también a los que cediesen su cuerpo a la ciencia. Lo tenía todo planeado. Porque, para más inri, la subida del 8 al 21% en otro artículo de lujo, las compresas y los tampax, fue otro golpe de gracia, duro, muy duro de asimilar, por no hablar de la peluquería… Pero lo dicho, no hay manera de cascarla. Fíjense que llegué a pensar en bajarme por emule el entierro. Pero la verdad al final no me atreví porque éstos, con tal de cobrar, son capaces de resucitar a un muerto.

 

Los cigarritos de la risa de González Pons

¿A qué mola? ¿A qué es chulo el lapsus linguae de Esteban González Pons llamando seis veces a Patxi López lehendakari Ibarretxe? Creo que este mes González Pons y Cristóbal Montoro compiten por ver quién mete más la pata. Y pienso que, al final, habrá photo finish. O el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP es un asiduo del Canal Nostalgia, o ha fusilado el mismo discurso que hace cuatro años. En la inopia, oiga, con tanto empeño en equivocar a Ibarretxe con López.

O eso, o que vive aletargado desde el 20 de noviembre, o que el verano le confunde. Aunque cuando uno sale a dar ruedas de prensa, habría que controlar bien lo que se toma, tanto sólido como líquido, ¡hip, hip!, sin olvidar elementos gaseosos, ¿qué dice que tienen esos cigarritos? Tras cuatro minutos de intervención, fue advertido del embrollo y ya se refirió, de forma correcta, al ¿dirigente vasco?

Pero no, no se crean todo lo que oyen. Porque es el mismo señor que dijo que traía tres millones de puestos de trabajo bajo el brazo y confundió crear con destruir. Pero es además el ladrador mayor del reino, el embarullador de masas, ¿cómo se llama el chico ese cincuentón que gobierna en Vascongadas?; el hipnotizador del votante que hace su trabajo y lanza un premeditado mensaje electoral; manipula que algo queda. ¿Pons qué? ¿Patxi quién? Entre capullos y gaviotas nos toman por idiotas. ¡Viva Honduras!

De engrudos, potingues y Mercadonas

La crema de pepino también ha sido retirada de Mercadona

Lo confieso. Me gusta vivir peligrosamente. Me embadurno en el engrudo ese de aceite de oliva que acaban de retirar del Mercadona y tan pancha. Vengo forrada de nitrosaminas y sigo como una rosa. Me unto el potingue de aloe que, para la Agencia del Medicamento es veneno puro, y no me ha mutado el ADN ni nada.

El mundo de la cosmética es altamente cancerígeno con tanta hidratante efecto luminosidad, y tanta loción con colágeno, pero como mis conocimientos en biología son equivalentes a los de Ana Obregón, me paso los parabenos por el forro. Con tanta alerta sanitaria, ahora entiendo porqué el metro huele que apesta; porque todo pichichi quiere respetar el PH neutro de su piel. Desde que Gordillo y sus secuaces perpetraran la masacre donde, en palabras de la Defensora del Pueblo, hubo «robo con violencia contra las mujeres», es muy sospechosa la campaña publicitaria que se le está haciendo a Mercadona. Suena a vendetta contra el señor Roig, al que no le guardo ninguna simpatía por su afición a la laboriosidad de los chinos.

Pero a quién le preocupa… Si no nos hemos muerto con veinte años de exposición a la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, las famosas vacas locas, si hemos sobrevivido a los virus N5H1 de la gripe aviar, y a las bacterias del pepino asesino, ¿nos vamos ahora a asustar con un poco de bronopol y trietanolamina de nada? Esto es cosa, seguro, de la Merkel, que está empeñada en que compremos en Lidl.