Se autoproclaman defensores del fútbol femenino y no conocen a una sola jugadora. Hablo del BOE, que se ha equivocado con el nombre de la capitana de la selección y condecoró con la medalla de oro al mérito deportivo a una concursante de Supervivientes. La campeona del mundo Ivana Andrés fue confundida con la influencer Ivana Icardi. Sobre la futbolista Oihane Hernández Zurbano, el diario oficial se refirió a ella como Ohiane Hernández Zurbarano.
El gobierno Turuleca ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres. Porque el segundo apellido de Aitana Bonmatí también apareció mal, y así suma y sigue. Las incorrecciones afectaban ¡ojo al dato! a cinco jugadoras.
No conoce ni a quiénes premian. Tropecientos miles de euros en asesores, y la persona que redacta la orden ministerial no sabe ni buscar en Google. Olé. ¿Alguien imagina que los del BOE hubiesen escrito mal los nombres de Iker Casillas o de Andrés Iniesta? Impensable. Pues el ninguneo también forma parte del programa oficial. Igual que el menosprecio de Morata leyendo cabizbajo, sin un ápice de empatía, un comunicado para supuestamente reprobar la labor de su exjefe, sin mencionar ni una sola vez a la compañera.
Dicho lo cual, a nadie extraña que la ONLAE haya anunciado que el spot de la lotería de Navidad lo hará el calvo Rubiales. A ver si nos toca un piquito, dice el slogan de este año. “Yo prefiero un buen mordisco”, ha declarado el recién destituido Vilda.