Imaginar mundos paralelos en los que transfigurarnos es un impulso eterno del ser humano que el arte, la literatura y el cine han cultivado con ahínco. Lo mágico y lo irreal tienen sentido si son alegóricos o especulativos, pero su límite es no suplantar lo verdadero. Primero la religión inexorable traspasó esa frontera y ahora la televisión del entretenimiento -su relevo natural- pretende anteponer lo virtual a lo real para servirnos de consuelo, como un narcótico. Gran Hermano nació para eso y va para trece años. Y como las creaciones ilusorias también prescriben, porque la demanda de espejismos es imparable, la nueva edición (tontamente numerada 12+1) se ha transformado en un esperpéntico parque temático: un arca de Noé, una cama en la piscina, el mundo boca abajo, la cocina inclinada, un ático liliput y una subasta embaucadora para que gente rara pague por tener jaula en este circo, todo de estreno menos la reina de la noche, Mercedes Milá, marchita y marchosa, coleccionista de arrugas y arrogancia.
Claro que a los adictos (más de 3,5 millones el primer día) lo que más les excita son los gladiadores, el cuerpo a cuerpo, los doce discípulos de la impudicia desnudando sus íntimas miserias. Y en esto el programa se ha superado al incorporar a un sacerdote, obeso y motero, que aportará su cuota de morbo en un tinglado donde el sexo y sus conflictos lo son todo. ¿Caerá en la tentación el cura? ¿Redimirá a los pecadores? ¿Suspendido a divinis, celebrará misa o akelarre? Que los clérigos se hayan vuelto frikis es culpa original de Rouco, el obispo de Córdoba y Munilla, que compiten en comicidad verbal con José Mota.
También Cruz Roja ha entrado en este disneyworld para beneficiarse de cuanto los pujadores aporten por ser el número trece en este circo, viejo recurso hipócrita, porque con el maquillaje de la caridad ya se untaban las marquesas para excusar su mala conciencia ante Dios (el ojo de la aguja y el camello) y el pueblo. Pasen y vean el mayor espectáculo de España, donde la repugnancia es un placer público.
autentica verguenza este programa, como ridiculizan al ser humano mostrando toda su vida intima. No entiendo la intervencion del cura, y sus jefes eclesiasticos, como lo permiten? La iglesia , que suele censurar todo , como no censura la intervencion de uno de sus miembros eclesiasticos.
Este programa es una basura. Cuantos mas problema hay en un pueblo , a la gente la quieren distraer con programs basuras , para que no piensen en la ralidad. Y la gente , lo mas triste que se deja manejar. Es una pena. Reitero mis felicitaciones, muy buena criticasobre esta porqueria de programa.
Quien disfrute con este programa, debe hacérselo mirar. Es un perfecto retrato de la Spaña real:vaga , cotilla, aprovechada, maleducada, faltona ,ignorante, descarada, sin formas y sin futuro y apostando su en riquecimiento en la pérdida de formas y la mala educación. Como profesional de la eneseñanza, me siento muy, pero que muy defraudada. ¿ Les extraña que esto, en plan finolis se convierta en una urdagarinada? A mí no.
Pues como profesional de la enseñanza espero que sea un poco menos tendenciosa y malintencionada cuando se dirija a sus alumnos.
Me da que usted no tiene ni idea de lo que es la España real. Viaje usted, conozca, conviva, etc, en otros sitios y conocerá a la gente real. Si le interesa, claro. Si de lo que se trata es de soltar un poco de mala leche, el comentario es perfectamente válido.
A ver si nos vamos a creer que la gente de la España real es distinta de nosotros (lo malo es que algunos sí se lo creen). Conozco mucha gente de la España real; jóvenes formados, cultos, educados, tolerantes, honrados, que, ciertamente, las están pasando canutas y algunos incluso teniendo que irse a buscarse la vida al extranjera, donde por cierto, son unos profesionales (ingenieros, médicos, investigadores, arquitectos) muy apreciados por su preparación y formación.
He vivido, por trabajo, años en Asturias, Madrid, Andalucía y será que he tenido muchísima suerte y me he encontrado siempre con las excepciones: la gente con la que he trabajado, compañeros, amigos; de vagos, faltones, maleducados, ignorantes…nada. Todo lo contrario en la mayoría de los casos.
Esa es la gente real. Y lo sé…porque la he visto. Porque he vivido con ellos.
Y no dejo llevar por un programa de la tele ni por que lo vean más o menos personas (claro; aquí no lo ve nadie).
Porque si nos dejamos llevar por eso, resulta que, además de los miles y miles de vascos que se engancharán a GH y los miles que ven salsas rosas y demás, el programa que arrasa entre los vascos es algo muy similar sólo que aderezado por pruebas físicas.
¿Qué pensamos de los vascos si cogemos como modelo los fulanos del «Conquis»?
Pues agresivos, chulos, macarras, maleducados, malhablados (unas de las pruebas de los duelos debería ser la de ser capaces de enlazar dos frases seguidas sin cagarse en dios), igualmente cotillas, etc. Eso sí; si ganan una prueba les dan una ikurriña (¡lo que diríamos sin en GH u otro programa le dieran al concursante una bandera española; encima fachas!).
¿Sabes lo que yo creo? Que los vascos no somos así. Que es simplemente un programa de tv en el que eligen especímenes extremos para que den juego, para que den que hablar y cotillear y eso nos entretiene. Como a los demás.
Buen análisis, realista, Larry. Habrá que empezar a diferenciar la imagen real de una sociedad de lko que pueda ser su imagen televisada. Un gran tema para reflexionar y debatir.
No sólo por la imagen televisada sino por otros indicadores que sin bien han de ser tenidos en cuenta no nos pueden llevar a formar opiniones.
Ejemplos; he oido muchas veces coñas marineras sobre los cazurros españoles por lo apasionadamente que vivieron lo del mundial de fútbol. «Furgol» «Furgol» decían algunos.
Pues bien; vamos a ver lo que pasa si el Athletic gana la copa o la que se lió cuando llegó a la última final hace pocos años. Todo Bizkaia paralizada por el fútbol.
Y yo tengo amigos que vivieron el mundial flipando y tengo amigos que vivieron lo del Athletic flipando y en ambos casos es gente seria, formada, culta, etc.
Las audiencias de tv de programas como GH no son una buena noticia. Tampoco lo son muchos otros indicadores de la sociedad española. Ni la situación económica, que algo quere decir. España arrastara muchos déficits, muchos problemas estructurales, desde hace mucho, de los que no son ajenos los españoles.Pero cuidado con hacer de ello categoría y hacer afirmaciones como la qyue he tratado de rebatir a Txika Lista.
de la sociedad vasca tb han salido fenómenos e indicadores que hablan muy mal de los vascos y yo creo que no somos así.
Ah, nuestras contradicciones!, qué formidable fondo de armario para mirarnos de verdad a nosotros mismos. Y sobre todo en el fútbol. Pero también en el euskera (amarlo, pero no hablarlo). Y en efecto, nos vanagloriamos de estar mejor que los españoles, pero seguimos siendo, en mucho, una sociedad subdesarrollada. Hay que ponerse en serio con estas cosas.
Sigo pensando que la gente que » se pone » con pan y circo se lo tiene que mirar…Ni un solo programa hace apología de la lectura… tengo alumnos/as de COU que no han oído hablar de Kipling pero sí de Zara, y demás…siento haber ofendido a Larry pero si este tipo de programas fueran de pago se desmantelaría un negocio de las teles privadas… sobre » El conquistador»… la ganadora es una joya, ejemplo de discreción y trabajo silente… no se enfade señor larri, pero la españa que yo me pateo es del tipo belenestebánico… son mayoría, le guste o no…
Ser pobre no es un delito, todavía, ….pero todo llegará…Recuerdan aquel chiste de Mingote, portada del ABC en el que la señora enjoyada decía a su amiga…» se pongan como se pongan, al cielo seguiremos yendo los mismos de siempre». Si los medios cultivan lo alienante e s simplemente porque alienar resulta rentable y tiene estupendos efectos secundarios en la plebe ( yo soy plebe)… intente usted una respuesta educada en otras españas … generalizar no es bueno…cerrar los ojos tampoco…Unamuno sabía bastante de eso
Pues evidentemete «pateamos» españas diferentes. He vivido dos años y medio en Asturias, dos en Madrid, uno en La Mancha y uno y medio en Andalucía. Si me ha tocado viajar tanto es porque he tenido que ganarme la vida…por lo que no soy un ricachón,…es decir no me he codeado con la élite. La gente que he conocido, mis compañeros, eran currantes como yo, no una élite fisna. Y, qué quieres. Nada que ver con lo que tú dices. Que ya digo; a lo mejor es casualidad y he tenido mucha suerte y me han tocado las raras avis. Pero…mucha suerte me parece. Y,ya digo, gente razonablemente culta honesta, formada. Vamos, gente normal. Claro; esos no salen en la tele
Y ya sé que hay mucho «ganado». y mucho jeta, y much0 maleducado, y mucho listo, etc. Mi trabajo, por el que me he movido tanto es de atención al cliente en sitios de paso de miles de personas al día. O sea, que mira si he visto.
Y ¿sabes? no estamos aquí para echar tampoco ningún cohete. Pero ni uno.