Mayoría silenciosa y mayoría silenciada

mayoria silenciosaMe gustas cuando callas porque estás como ausente”, escribió el joven Neruda, que bien podría ser, a su pesar, el lema de los tiranos y las democracias vacías. O del despotismo ilustrado, atrofiado en la contradicción del todo para el pueblo pero sin el pueblo y que actualizado a nuestra época encajaría en el concepto de mayoría silenciosa. ¿Y quienes componen este presunto quórum al que invocan los gobernantes arbitrarios? En realidad, es una abstracción de un conjunto heterogéneo de seres humanos que sin tener nada en común en lo ideológico malviven bajo el signo de la pasividad o la indiferencia democrática por distintas causas. Lo mismo pueden ser personas con espíritu servil o quienes le tienen repugnancia al sistema. Pueden ser aquellos a los que les da igual arre que so o los más feroces individualistas. Los inadaptados y los excluidos. Los que prefieren ser pastoreados o los reacios a la representación de la crítica. Los que otorgan callando. Los hombres y mujeres con menos instrucción y conciencia o quienes precisamente por su cultura escapan de todo gregarismo. E incluso los que tienen algún rechazo estético a la exhibición pública de sus opiniones, los agorafóbicos de la protesta. Cuantitativamente, los fijos de la mayoría silenciosa son el 20% del censo electoral, los abstencionistas crónicos, a los que se suman los grupos antes descritos y otros similares.

            En un sentido sugerido, la llamada mayoría silenciosa son los conservadores del status quo, los satisfechos, los creyentes del gobierno, los acríticos. En palabras recientes del presidente Rajoy es «la mayoría de los españoles que no se manifiestan» y para Maria Dolores de Cospedal “los que quieren levantar España”. El hecho de agruparlos sociológicamente bajo una misma etiqueta constituye una grosera manipulación a la que recurrió Franco para contraponer a sus fieles ante la conjura judeomasónica y los rojos separatistas, y también Nixon en su patético discurso de 1969 (“a la gran mayoría silenciosa de mis conciudadanos, pido vuestro apoyo”) para aparentar una superioridad imaginaria frente a los que rechazaban los estragos de la guerra de Vietnam.

En realidad, la mayoría silenciosa es el falso contrapoder de la capacidad de convocatoria y singularidad de las minorías que cuestionan los modelos convencionales y las leyes que se demuestran injustas o insuficientes. No es un concepto moral, sino aritmético y, además, ni siquiera es una cifra objetiva. No existe la adherencia a una mayoría que calla ante lo reprobable, sino una actitud de acatamiento que puede o no interpretarse como sumisa. En definitiva, la apelación a la mayoría silenciosa es el intento de abolir la pluralidad política y cultural mediante la reducción a bloques irreales del dinamismo y complejidad de la democracia. Pero el silencio social no existe.

La mayoría silenciada

Si la llamada mayoría silenciosa es una entelequia, por el contrario lo que existe de verdad es una mayoría silenciada, más evidente ahora en que los mercados y el poder financiero dictan las políticas económicas y sociales frente a los deseos de una gran parte de los pueblos empobrecidos por la crisis. Un amago de visualización de esta mayoría fue el 15-M y los movimientos más o menos espontáneos que surgieron cuando el desempleo y los recortes comenzaban a mostrarse despiadadamente. La mayoría silenciada no sale en los telediarios, no tiene voz en las tertulias, no posee medios que proyecten sus alternativas, no tiene ejércitos ni policía que la salvaguarde. Es la que pretende cambiar un estándar sociopolítico fracasado, pero es impotente porque la desmoviliza el miedo o la presión de la amenaza.

La mayoría silenciada somos los que, en el mejor de los casos, tenemos derechos teóricos pero imposibles de hacerlos realidad porque por encima de todos hay un sistema que los bloquea con reglas de juego trucadas y hostiles. La mayoría silenciada es la que forman los desiguales ante la ley, víctimas de los tribunales y sus procedimientos arbitrarios que impiden la satisfacción de la justicia y favorecen a los que pueden comprar su impunidad. La mayoría silenciada es la constituida por los trabajadores empobrecidos, los jóvenes sin futuro, los parias del desempleo, los autónomos y los pequeños y medianos empresarios ante la tiranía financiera. En la mayoría silenciada están los pensionistas y jubilados, actuales y futuros, indefensos ante una reforma salvaje que los condena sin remisión a la indignidad de una progresiva miseria. Diversa y dispersa, hay una mayoría social que está perdiendo la fe en la democracia, porque siendo más cada vez tiene menos.

Cataluña y Euskadi

La constatación más evidente de que hay una mayoría silenciada es Cataluña. A la asombrosa, ejemplar y cívica exhibición de millón y medio de catalanes que el 11 de septiembre en solicitud de su elemental derecho a decidir el destino político de su nación, el Estado español ha respondido con el mezquino y falso argumento de que frente a la mayoría de la Vía Catalana existe una mayoría silenciosa, presumiblemente opuesta a la reivindicación soberanista. Si hay dos mayorías antagónicas, una que habla sin poder decidir y otra que calla sin otorgar, ¿no sería lo más lógico dejar que la fuerza de cada cual se manifieste en las urnas? ¿No ha llegado la hora de saber cuál es la magnitud real de ese grupo social amorfo que, al parecer, sufre en silencio la hinchazón nacionalista?

Lo que produce la desautorización del referéndum catalán es que gran parte de esa sociedad se convierta en una mayoría silenciada, obligada literalmente por la fuerza a aceptar un marco de relación con España incoherente con sus propias aspiraciones y doblegada por una Constitución caduca, atrincherada e impositiva. No estamos ante un supuesto de interpretación legal o una disputa competencial. Nos encontramos ante la quiebra de la esencia democrática, por la cual los anhelos inequívocos de una comunidad, ejemplarmente expuestos, son aplastados por una mayoría no perteneciente a la misma, que bloquea sus metas y la arroja a la frustración y de esta a la rebelión con sobrados motivos.

Cataluña ha evolucionado políticamente muy rápido en treinta años. Sus contradicciones son evidentes, como la aprobación en su día de la Constitución que ahora la subyuga. Por el contrario, Euskadi, que rechazó el marco jurídico de 1978, diluye sus sueños de soberanía en una pluralidad política que hace casi imposible salir de la imposición española. Nuestra confusa vivencia política estriba en que habiendo aquí una amplia mayoría nacionalista (51 de los 75 representantes en el Parlamento de Gasteiz), los ciudadanos vascos estemos sometidos a las leyes de España, de la misma manera que Salamanca o Almería, y por lo tanto bajo el desequilibrio democrático, definido por la existencia de una mayoría a la que se niega el ejercicio de su libertad frente a una minoría que impone, sin opción a un referéndum natural, su proyecto, sus normas, sus símbolos y sus tanques. Euskadi, que no es Escocia, es hoy una mayoría silenciada por España, que no es el Reino Unido.

  Siete vivimos bajo la ley de tres: este es el oprobio político que desestabiliza la democracia en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, una realidad que necesita una solución democrática, que inicialmente debería sustanciarse en una relación confederal con España, a la que, junto a un mayor nivel de autogobierno, habría que incorporar la reserva de soberanía de los territorios vascos que, llegado el caso, podrían decidir en referéndum su independencia o su continuidad en el Estado. Resulta insoportable y muy peligroso vivir como sociedad silenciada.

7 comentarios en «Mayoría silenciosa y mayoría silenciada»

  1. Lo del «millón y medio», JRB, se lo cree usted pero no yo.
    Fueron a «encadenarse» mucha gente, niños incluidos pero ellos no son toda la ciudadanía de Cataluña, ni siquiera son la mitad, ni mucho menos.
    Los partidarios de las «cadenas» se presentan como moderados, lo que está bien, está mucho mejor que lo que me oía yo hace 30 años de una compañera de profesión que gritaba airada y traduzco ‘Habremos de esperar hasta que se mueran para que se callen!»
    Nos quería callar ya, es una De Abadal, uno de esos apellidos de postín en la Cataluña cuatribarrada y secesionista.
    No nos callaron entonces, pusimos en pie a Ciutadans y sigue creciendo.
    El PP de Vidal Quadras ha ido a menos, es cierto, pero sigue ahí, aunque con sus tibiezas.
    El PSC/PSOE ha ido a menos y está desarbolado, para desesperación de muchos de sus militantes y simpatizantes que nada tienen de secesionistas.
    Hay una mayoría silenciada en Cataluña, silenciada por el secesionismo gobernante, ese que ha repartido 14 millones de euros, más o menos, al lobby separatista que se cobija bajo las siglas de la ANC.
    Hablan de «dret a decidir» cuando buscan sólo el control de la caja sin ningún ánimo de zanjar de raiz la corrupción del 3% sobre la obra pública (o del 4%).
    Los pujoles, los mases y el resto no nos llevaràn a menos porque no les dejaremos.

    La cadena humana no tuvo nada de «asombrosa». Estuvo bien organizada pero no es para tanto. Los etarras habían logrado mayores concentraciones en Bilbao, en apoyo de su política, en % sobre el total de población de la comunidad. Y de eso no hace tantos años, que yo las he visto y vivido.

    Así que vamos a poner los números en su lugar y a no jugar a magnificar la actuación militante del secesionismo cuatribarrado.

    Escocia perderá eñ referendo de los nacionalistas en un contexto distinto al español.
    Ellos si habían sido Estado en el pasado.
    Cataluña no ha sido independiente jamás de los jamases, diga lo que quiera el nacionalismo cuatribarrado. La confederación catalano- aragonesa tenía por rey al rey de Aragón y el resto son mitos recientes del nacionalismo catalán, burdas falsificaciones históricas.
    Cataluña seguirá siendo parte de España porque así lo queremos la mayoría de los catalanes, orgullosos de nuestras dos lenguas y de nuestro mestizaje cultural.

    Salud y saludos desde Buenos Aires.

    1. Vera usted, Io, lo del millón y medio lo dicen los medios más serios, y solo lo niegan Intereconomía y otros medios de la ultraderecha. Con esa negativa y la calaña de esos medios me basta para afirmar los datos.

      ¿Que Cataluña no ha sido nunca independiente? ¿Y qué? ¿Acaso solo pueden ser los que lo fueron antes? ¿No puede haber un país independiente ex novo? ¿En qué artículo democrático se niega a un país a ser independiente de otro?

      Yo creo en la democraci, Io, espero que usted también. Y la democracia es la decisión de la mayoría con respeto a la minoría. Pues eso, ¡visca Catalunya lliure!

  2. Estoy bastante de acuerdo en mucho de lo expuesto pero creo que el rigor exige matizar muy mucho eso de decir con tanta alegría o rotundidad eso de que «Euskadi rechazó el marco jurídico de 1978».

    Supongo que te referirás a los resultados en Euskadi de la referéndum del 78. Pues, si repasas los mismos, decir que Euskadi rechazó ese marco jurídico es al menos tan poco real y tan manipulador como decir que se aprobó. Bueno, en mi opinión, bastante más alejado de la realidad.

    Cuando se da un resultado en el que hay una abrumadora mayoría de Síes sobre Noes, y además eso se da en todos los territorios (no sé si en este caso conviene o no incluir lo resultados de Navarra), la verdad no se puede decir que se «rechazó».

    No se me escapan ni las circunstancias de la época ni del planteamiento ni el porcentaje de abstención ni su significado y por eso mismo yo diría que quizás habría que matizar muy mucho una afirmación en el sentido de que fue aprobada. Vale. Por supuesto.
    Pero…decir, con esa gran mayoría de síes sobre noes en todos los territorios, que se rechazó, pues tampoco.
    Porque seguro que no desconoces que mucha gente no está muy bien informada y habla de oídas (unos y otros, de todos los colores). Yo sé por dónde vas y por qué dices lo del rechazo y lo podemos discutir porque conozco los datos del referéndum, al igual que tú.
    Pero mucha gente (gente joven, que no vivió aquello) no sabe todo esto y se hace sus opiniones pues de oídas y te lee que dices que en Euskadi se rechazó y, oye, ya se queda con eso y se rechazó.
    Porque yo en alguna discusión me he encontrado con gente que sostenía rotundamente que en Euskadi se votó que no a la constitución. Y se quedan tan anchos hasta que les muestras los datos y los ruegas que los miren antes de hablar. Y probablemente es gente que lee cosas o afirmaciones como estas y las dan por hechas.

    Además es el que el tema hila muy bien con lo que comentas, con razón, sobre la mayoría silenciosa. Esa gente que ante un texto, cuando se pregunta si Sí o si No (para una vez que preguntan…) no dice ni sí ni no.
    ¿No es aplicable a esa mayoría silenciosa que se abstuvo en Euskadi en el 78 lo que dices aquí sobre la heterogeneidad de las mayoría silenciosas?

    ¿Eres capaz de cuantificar el porcentaje de abstención política de la abstención total del referéndum del 78?
    Parece complicado, no?
    ¿Cómo saberlo? Pues podía haber sido sencillo. Que quien quería rechazar el marco del 78, cuando se le preguntó, lo hubiera rechazado, hubiera metido la papeleta del No.
    Porque no hacerlo, quedarse en casa y luego querer apropiarse de toda la abstención y darlo por rechazado, es que me parece un poco trampa, tanta como esas apelaciones a la mayoría silenciosa que hacen hoy otros.

    1. Una vez más, agradezco el tono y el contenido racional de tu opinión. así da gusto, Larry. El tema tiene su enjundia. No por simplismo, pero sí con el conocimiento del observador de la época, no me cabe la menor duda de que la Constitución fue rechazada en la CAV, al menos en su valoración política, que no aritmética. La mayor parte de la abstención (superior al 55%) junto con el clima de ignoracia política de la época, más el porcentaje de NOes (casi el 24%) avalan mi afirmación. Dicho de otra manera: hoy la Constitución española sería ampliamente rechazada, por mucho que el Euskobarómetro se empeñe en decir lo contrario. No hay afección en Euskadi hacia España como superar el 55% de los votos en un referendum. Pero dependería del clima político en el que se celebrase.

      En todo caso, mi tesis es que Cataluña aprobó ampliamente la Constitución (incluso tuvo entre sus ponentes a un nacionalista catalán como Roca), y esta aprobación ha lastrado la consistencia de sus aspiraciones nacionalistas, mientras que Euskadi no ha sufrido esa contradicción, porque no se adhirió a la Constitución, por mucho que la acatara, lo que ha permitido que sus fuerzas nacionalistas se mantuvieran o reforzaran en estos más de treinta años. Este dato es muy importante, a mi modo de ver. Y es a lo que iba en mi artículo, porque, como digo, el debate sobre el rechazo constitucional en Euskadi va más allá de la aritmética.

      Saludos,

  3. Escelente árticulo. Entiendo que al gobierno del etado español, le interesa manifestar que etas «mayorías silenciosas», le otorgan el visto bueno. Se etan engañando, porque son mayorías resignadas, que no tienen animo de lucha y no saben que hacer, no tienen confianza en nada. Y las «mayorías silenciadas», las esta matando el bogierno , con sus presiones, en forma de impuetos, para no dejar vivir. Pero que este poder, no se confie, porque las «mayorías silenciosas», pueden resucitar y ccon fortaleza, no s cuando pero luchan por sus principios y derechos hoy matados, y conjuntamente con la mayoría silenciada, harán fuerza en contra del poder, que nos esta arruinando a todos, y cargándose todos los derechos dek pueblo.

  4. Lo que pasa es que yo creo que, una vez que se realiza un referéndum (tan anhelado), lo que no se puede hacer es sobreponer la valoración política sobre la valoración aritmética.
    Precisamente creo que una de las principales motivaciones para hacer un referéndum es tener un dato cierto, real, objetivo, aritmético con el que superar o clarificar debates sobre valoraciones o interpretaciones políticas que siempre son subjetivas.
    Es decir, hay diversas y además opuestas valoraciones políticas sobre lo que piensa una comunidad sobre un tema. Como eso es así pues se recurre al referéndum para despejar dudas. Y en el mismo la gente puede votar Sí o No (porque la abstención no es votar Sí, pero tampoco es votar no, creo que eso es evidente). Me parece forzadísimo que una vez que se tiene el resultado aritmético en el que resulta que hay muchos más síes que no es (31% frente a 10 %, creo que es bastante contundente)…se haga una valoración política que, por encima de ese dato aritmético, llegue a la conclusión de que se ha dicho que No. Decir que no…lo hizo el 10,85% del censo (y soy bueno y no pongo los de Navarra).
    ¿Qué porcentaje del 54,49 % de abstención equivale al No? ¿Cuál era entonces la abstención técnica? ¿Pudiendo votar No, por qué se abstuvieron?
    Es que si cabe hacer eso, el referendum pierde su funcionalidad, porque en vez dejar el tema zanjado y sin dudas (X sís/ X noes) pues sigue abierto a interpretaciones subjetivas, valoraciones de intenciones, interpretaciones de la abstención, etc.
    Por eso, supongo, el mecanismo del referéndum es tan importante como delicado y hay que tenerlo muy claro, tener muy clara la pregunta, las circunstancias, etc. Para que después haya el menor margen posible para interpretaciones o valoraciones políticas del resultado aritmético.
    Por tanto; repito que si se hace un referéndum a lo que hay que atender es a su resultado aritmético objetivo y no darle la vuelta en base a valoraciones políticas (que las habrá para todos los colores) o mediante apelaciones a mayorías silentes. Convendría tenerlo claro (por todos) antes de plantear el siguiente.
    Sin embargo, hasta me atrevo a hacer mi valoración política de aquel resultado. En mi opinión no fue un rechazo sino un margen de confianza, o una aprobación condicionada (admito que como mal menor o a falta de otras alternativas pero hay que jugar el partido que toca, en las condiciones que son, no en las que nos gustaría).
    Yo creo que los vascos dieron el sí a empezar a transitar esa senda. Otra cosa que es hoy, visto lo visto, muchos de los que se abstuvieron, de viajar en el tiempo hacia atrás, volverían al 78 para votar que No. Pero entonces eso no se sabía.
    Yo soy de los que defiendo que la Constitución del 78 no es tan mala y que para aquel entonces tuvo su mérito (tampoco se inventó mucho; en muchos artículos se copia de otras constituciones europeas, sobre todo la Ley Fundamental de Bonn del ¿49?). Lo que ha fallado estrepitosamente es su interpretación posterior regresiva, su aplicación cicatera (sin explorar sus posibilidades que sostiene incluso alguien tan poco sospechoso de querer romper España como Herrero de Miñón) y contraria a su espíritu (claro, quizás mi problema sea de ingenuidad por creerme que existía ese “espíritu).
    Lo mismo digo de la antaño glorificada y hoy vilipendiada transición. Seguramente no fue la gran maravilla pasmo de los demócratas del mundo que se glosaba antes ni la castaña o fraude que está de moda decir hoy que fue. Yo creo que del 75 a los primeros 80 se hicieron muchas cosas de forma honesta y de mucho mérito (Franco muere ya casi en el 76 y en el 77 ya hay unas cortes representativas del sufragio universal con presencia de “rojos” y “separatistas” incluida, en el 78 se aprueba una constitución homologable a las de las “democracias” occidentales, en el 79 tenemos un Estatuto de Autonomía con amplio Gobierno…).
    El problema es que….no se terminó, se dejó a medias y se ha ido para atrás (no entraré ahora en las razones que bastante me enrollo ya), pero los comienzos de esos años, del 76 al 79-80, con muchas trabas por parte de muchos (entre otros de quienes hoy cacarean el fracaso de una transición que ellos mismos torpedearon o, mejor dicho, tirotearon o bombardearon literalmente, para que fracasara) prometían.
    Y creo que esos resultados del referéndum en Euskadi indican una voluntad de dar un margen de confianza, con reservas, a ese comienzo. ¿Eso es aprobación? Pues puede que no, pero tampoco, desde luego, rechazo en aquel momento.
    De todos modos, admito que la discusión tampoco tiene ahora mucha importancia práctica (aunque me apasiones desde el punto de vista teórico).
    En primer lugar porque es cierto que hubiera dado igual que en Euskadi hubiera salido aritméticamente que No, ya que entiendo que la circunscripción era única estatal. Los vascos, nosotros solos, no teníamos capacidad de devolver a los corrales el texto.
    Y en segundo lugar porque independientemente de aquello, hoy hay mucha gente que no está a gusto con la situación, con el resultado de todo un proceso que se ha desviado y adulterado, incluso gente que votó que sí y, por supuesto, gente con derecho a pronunciarse que ni había nacido entonces. Y todo eso ya justifica y legitima un nuevo proceso.
    Lamento haberme desviado tanto del tema inicial, más centrado en Catalunya pero es que lo conozco mucho menos y me importa bastante menos (lo digo sin ánimo despectivo: no entiendo cómo a alguien de Córdoba, de Gijón, de Burgos, le importa tanto lo que hagan o decidan los catalanes…o los vascos, de la misma forma que yo no tendría nada que decir, no sería asunto mío, si los extremeños quieren pasarse a Portugal).

  5. Zorionak, Jose Ramon… por esta exposición que muestra el pricipal triunfo ( la mayoria silenciada – la clase media acomodada ) del FRANQUISMO que todavía hoy tiene su continuidad en este régimen de PARTITOCRACIA- BIPARTIDISMO que nos castiga
    Un libro interesante al respecto: La CIA en España Autor : Alfredo Grimaldos Editorial: DEBATE…
    Link de interés: http://www.scribd.com/doc/219 82417/CIA-y-PSOE

    y para ese presidente del Tribunal constitucional, Pérez de los Cobos, que trata de que todos «comulguemos con ruedas de molino».. . Sobre lo que se ha permitido afirmar que «la única ideología capaz de seguir produciendo pesadillas es el nacionalismo». Lo que debe aclarar en su cabeza es que , llevado a un punto como el de la interrelaciones que se producen por el falso fenómeno conocido como GLOBALIZACION, se llega a la incongruencia de que para cualquier planteamiento de secesión o de unión, deberia hacerse un plebiscito a nivel mundial …,con el derecho a expresar su voto de todo bicho viviente en este globo… o sea que volveriamos a las declaraciones de varias simultaneas GUERRAS MUNDIALES… Y SOBRE NACIONALISMOS tiene que saber que debemos diferenciar, minimamente, dos tipos : 1.- los EXPANSIVOS, INVASORES, conquistadores , colonizadores, …que tratan de unificar pueblos diferentes ( entre otros fines…), y 2.- los AUNADORES, DEFENSIVOS, no expansivos, no invasores, cooperativos (auzo-lagun), … que defienden sentimientos del PUEBLO y que VOLUNTARIAMENTE contribuyen a un FONDO COMUN para financiar sus proyectos aprobados democráticamente.
    Ejemplo de los primeros son el de Napoleon , el de H Ejemplo de los primeros son el de Napoleon , el de Hitler, el Español de los Reyes Católicos ( el actual tambien, como reminiscencia ceñida a la Peninsula Iberica), el imperio autro-hungaro, el imperio romano, el imperio arabe, los actuales imperios de dominio económico-financiero ( como la TRILATERAL-BILDERBERG, y, a su sombra, el del dólar y el euro..)…. Son los que conocemos como NAZISMO´s.
    Entre los segundos están las verdaderas e historicas NACIONES como EUSKALHERRIA, Catalunya, Irlanda, Escocia, las distintas naciones, ya independientes, del este de Europa,… Estas naciones SOBERANAS podrán acordar , para su gobierno,la constitución de Estados ( de ahí lo de “LA CONSTITUCION”) , ya sean uninacionales o…. plurinacionales (es decir CONFEDERARSE – o la Confederacion como forma de gobierno) . .

    una reflexion..: por tanto lo que dijo Perez Cobos y lo que el otro dia «amenazó» el Borgia Semper viene a ser lo mismo ¿no es éso??
    ¡vaya panda de fatxas…! ..la afirmación que hizo el Borgia Semper para merecer ese calificativo… Y CUALQUIERA QUE LE APOYE SE LO MERECE IGUALMENTE.. La afirmación que hizo fué : ¡EN EL ESTADO VAMOS A CARGARNOS LA POSIBILIDAD DE DEFENDER LA EXPRESION DE LOS LEGITIMOS DERECHOS HISTORICOS Y LAS IDEAS INDEPENDENTISTAS QUE PLANTEAIS!
    Ondo izan

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