Mucho más interesante que el mundial de fútbol, acaparado por los canales de Berlusconi, es la competición por el poder en el PP. Tiene los ingredientes de un culebrón, la emoción del resultado y la pugna sin cuartel entre los aspirantes. La final de verdad será el 20 y 21 de julio en Madrid y no la que se celebrará en el Luzhniki Stadium, de Moscú, porque va a situar a una mujer al frente de la derecha española y, a medio plazo, en la presidencia del Gobierno del Estado. Es un hecho relevante que promete, además, ser divertido, siempre que los elegibles, especialmente Soraya y Cospedal, se zarandeen sin piedad y hagan demostración del potencial de sus uñas. Como para alquilar sillas.
¿Habrá debates en televisión? Parece que no los veremos hasta después de la votación del 5 de julio, cuando queden solo dos candidatos en liza. El pretexto es que una discusión a seis es mal espectáculo. Es falso. En Euskadi, en 2016, hubo en ETB confrontación entre cinco opositores a la lehendakaritza, y no estuvo mal, con un 11,3% y casi 3000.000 espectadores. Y en 2012, se hizo entre media docena de contendientes. Por imperativo legal, pero eficaz. El problema es que las dos mujeres no quieren reñir con rivales menores y se reservan. Todas las cadenas han pedido turno y están ofreciendo fórmulas flexibles. Lo más probable es que opten por el método usado por el PSOE en sus comicios internos: un único encuentro abierto en la sede central. Las cosas pueden variar, si hace falta. Las encuestas desestabilizarán los discursos, en tanto que el fútbol es un poderoso factor de distracción de la campaña. Las posiciones de Ana Rosa, Griso, 13TV y la Cope serán decisivas, como inútiles las de Ferreras y La Sexta.
Esto es lo que hay: la cordial Soraya lleva ventaja por su mayor capacidad de gestión, frente a la diferida Cospedal, con aires de sargenta, hierática y autoritaria, que carga con la imagen de la corrupción. La militancia escogerá a aquella que perciba ganadora en unas elecciones generales. No es el partido, amigo, es el gobierno.
Muy acertado su artículo abordando el tema de los debates dentro del Partido Popular. Yo entiendo que si este partido no quiere debates dentro de sus miembros es porque tienen miedo. El miedo es la herramienta de los cobardes. No quieren afrontar el debate dentro de sus propios miembros en este partido creen que discrepando hay desunion y no tiene porqué.
Yo creo que la victoria es evidentemente para Soraya. Es más inteligente sin duda alguna a la vez que transmite una imagen mucho más amistosa. Dolores aparte de ser una auténtica general a esta involucrada en los papeles y delitos de corrupción que existen como se ha comprobado por sentencia dentro del Partido Popular. Me parece un atrevimiento por parte de esta señora presentarse a estas elecciones como presidenta de este partido cuando ha sido la corrupción lo que les ha hecho salir del Gobierno en la persona de Mariano Rajoy con la moción de censura aplicada al gobierno.
Reitero mis felicitaciones por su artículo de opinión en este tema. Y debería de haber un debate entre las dos mujeres que duda cabe sería una señal de fuerza entre ambas y del propio partido evidentemente.
Tengo la sospecha de que van a colocar al impresentable y ultra casado (con minúscula)
Es el rival más apropiado para enfrentarlo al falangito.
ERRUSIA PASA! JÓDETE, BLÁZQUEZ!
A TOMAR PORCULO EL PUTO ATHLETIC Y SU PUTA SELECCIÓN!
Hasta los cojones de Clemente, de Lopetegi, de JSalinas, de todos esos vividores espanolizantes del baloncito.