Diario de cuarentena. Día 4. Cumpleaños

CUMPLEAÑOS. Hoy es mi cumpleaños. Y lo estoy pasando en arresto domiciliario sin que haya sido condenado. Qué extraño día de fiesta, encerrado y sin celebración suficiente. Tenía programadas varias comidas y convites y nada de eso ha sido posible. 

Nunca me gustaron demasiado los cumples, los propios, y prefiero celebrar los de los demás, de mis hijos y amigos, de la gente que amo. Esto le ocurre a muchas personas. Quizás es que ves pasar los años y los sueños no se cumplen o, por exceso de ambiciones, te das cuenta que hay metas inalcanzables. No sé. Eso tan raro esto de seguir viviendo y estar insatisfecho.  

Para empezar, a la mañana he tenido bronca con una ertzaina. Cuando he ido a comprar víveres me he encontrado con un amigo y le he saludado y hemos comenzado a hablar a la distancia requerida de más de un metro. En eso que llega la señora uniformada y dice: “No se puede estar en la calle charlando”. Pero, vamos a ver, le he respondido, airado. “¿Cómo que no se puede charlar en la calle?, ¿quién ha dicho eso?” Y el tono ha subido entre los dos. En fin, me ha tocado una de esas personas con autoridad que no ha entendido nada, ni el respeto a la gente ni el sentido y literalidad de su función en este confinamiento. Una tía chula, vamos. Pero se ha topado con alguien que ama su libertad y su honor de ciudadano. ¿Quién forma a los ertzainas en la relación con la ciudadanía? Total, que me ha amargado la mañana. Deberían sancionar a esta señora por sus excesos autoritarios.

Es la primera vez que paso un cumpleaños así. A los que cumplan estos días les va a parecer igualmente raro. Muchas llamadas, muchos mensajes, pero sin abrazos, sin cantos, sin regalos, sin toda la compañía habitual. Se habla del precio económico y sanitario del confinamiento y la cuarentena general; pero no se está analizando el precio humano, personal y familiar de esta crisis desconocida. Y este precio puede ser muy alto y quizás arruinarnos moralmente.

Sí, ya sé que los seres humanos tenemos capacidades ocultas y fortalezas con las que somos capaces de superar grandes dificultades y que tenemos recursos suficientes para salir fortalecidos de esta y cualquier otra crisis. Y a esas capacidades, propias y ajenas, me atengo para estar confiado en que saldremos mejor de lo que entramos. De eso estoy seguro. Creo en mí y en la especie humana. Tengo fe ilimitada en el corazón de las personas. En los dirigentes no, pero sí en las personas.  

Creo en ti, vecino, amigo, compañero, conciudadanos. Y creo en mí.

9 comentarios en «Diario de cuarentena. Día 4. Cumpleaños»

  1. y lo que te has ahorrado eh? no cuenta?
    yo si te sirve de consuelo tengo varios cumpleaños mañana 20 el de mi quinto nieto, el 26 el de mi cuarto nieto y dentro de una semana el mio en este si que me voy ahorrar tela pues la celebracion de toda la familia pues ……….
    Eso si, lo que me iba a gastar lo mandare en un giro postal a la zarzuela para que se lo puedan hacer llegar al emerito campechano y pueda comer pues su hijo el preparado le ha dejado sin sueldo (dicen)

  2. En estos momentos se necesita autoridad con criterio y sobra la autoridad prepotente.
    Cuanto más prepotencia, menos capacidad de mando y menos confianza en ellos.
    Dicho esto ¡zorionak!

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