Diario de cuarentena. Día 45. Evaluación de daños

Se ha comunicado que en el pasado trimestre en el Estado español se han perdido casi 300.000 empleos, mientras las regulaciones de empleo se elevan a 578.300. En Euskadi las cosas son algo mejores; pero los estragos se verán más adelante a causa de la pandemia. Junto a las cifras de muertos, es lo peor que podía ocurrir. 

Todo es demasiado abrumador como para resistirlo. Apenas llevamos mes y medio de crisis y no tenemos capacidad ni serenidad para evaluar los daños humanos, económicos y sociales de los que no se salva nadie. ¿Cuáles son tus pérdidas, cuáles son las mías? 

Estamos perdiendo la vida con nuestros entornos de relación. Estamos perdiendo la libertad de hacer las cosas más sencillas, entrar en un bar, ir al cine, acudir al fútbol, disfrutar de un concierto o ver la última exposición. La libertad incluso de pasear y contemplar el mar. Lo estamos perdiendo todo y, la verdad, no veo la necesidad. Alguien dice por ahí que las libertades básicas pueden restringirse por una causa mayor. ¡Mentira, porque esa razón mayor es falsa o fruto de la desesperación! Nunca hubo razón mayor que la libertad de la gente, ahora aniquilada. Estamos perdiendo el poder hablar y protestar por no pasar por incívicos. ¡Qué sumisa hace a la gente el miedo!

Entre los daños están la perdida de las fiestas. Son irrecuperables. No es que San Fermín, con sus tumultos y excesos, me importara demasiado, pero no se puede privar a la sociedad de sus ritos. Se suspenden las corridas de toros, eso me alegra. Todas las fiestas de julio (el Carmen, Santiago, Santa Ana) ya están anuladas. Y las de agosto, seguramente. Sánchez ha dicho esta tarde que la desescalada (ripiosa palabra) llevará ocho semanas, es decir, mayo y junio al completo. No ha dicho la verdad, porque la “nueva normalidad” (¿por qué no lo llama “nuevo orden” en términos de cambio de régimen?) es un disfraz de la condicionada realidad venidera.

Se están perdiendo mil historias. ¿Cuántos amores no serán posibles a causa de este vil encierro? He visto esta tarde la película americana “The Photograph”, aún no estrenada aquí, que trata de una preciosa historia de amor entre Mae, la hija de una famosa fotógrafa, y Michael, periodista que está escribiendo sobre su vida y experiencia en Nueva Orleans. Romántica sin moñas bajo una música excepcional. Esto es lo que se pierden, las historias de verdad y las de ficción.

La gente de Vitoria-Gasteiz se han perdido hoy la fiesta de San Prudencio y se perderán también la romería a Estibaliz el viernes. Y el 1 de mayo tampoco habrá marchas por el Día del Trabajo, cuando más falta harían ante la amenaza de un desempleo brutal. La lista de pérdidas es inacabable y en gran medida no podremos pagarlas. Y frente a este colapso, ¿qué tendremos? Muchos sueñan con un cambio. ¿De veras? Ya me conformo con que ese cambio no sea a peor: huele a más Estado.

7 comentarios en «Diario de cuarentena. Día 45. Evaluación de daños»

  1. ¿En serio…los san fermines…san prudencio…las romerías…? ¿en serio? Y pocos habrás más amigo de fesfejos populares con solera como yo…pero…de verdad que no acierto a entender lo que estás haciendo.

    Creo que cuando empezó todo esto quisiste ir de original, no decir lo que decía una mayoría y adoptar un postureo outsider pero es que estás en una huída hacia adelante que te está llevando ya al desvarío.

    El otro día cuando se te hacían preguntas incómodas que no sabías responder sin echar por tierra tu pose en este periodo…huías de las mismas aludiendo al poco nivel intelectual de quien te las hacía.
    Te decían una cosa…y…¡Qué simpleza!…te hacían una pregunta y…¡Qué absurdo! y así, con esa pose chulesca tan tuya, evitabas tener que argumentar.

    Y leo esto de hoy…y a lo mejor se trata de simpleza intelectual..que se puede manifestar en la incapacidad de abstracción, de concebir lo que no tienes directamente delante de los ojos o no puedes tocar.

    Si , un suponer, andara suelto un escurridizo francotirador aficionado a hacer escabechinas con motivo de concentraciones de público y en casa evento masivo se liara a tiros desde su escondite y se llevara por delante a 10 o 15 personas…tú verías los cuerpos ensangrentados en el suelo en el teleberri, incluso las imágenes del momento con la estampida de gente al sonar los tiros…y supongo (quiero suponer) que verías razonable que se suspendieran eventos y concentraciones masivas hasta detener al francotirador.

    Pues bien;: el virus….es ese francotirador que se pone las botas en las concentraciones de gente. Sólo que es muy pequeñito y además no mata en el acto…y por eso es más peligroso porque además de el que sale de esos eventos con el virus…lo va expandiendo allá donde va.

    Y esto no es porque lo diga yo o lo diga un gobierno tirano…esto es porque lo dicen los médicos, los científicos…que algo más que tú sabrán del tema. Pero es que además te lo están diciendo una y otra vez…una y otra vez…una y otra vez….los que están en primera línea, los que están agotados y se están jugando la vida para salvar otras.

    Sé que cuando no se ve de forma directa…y el bicho es tan pequeñito y no mata a machetazos es más difícil darse cuenta pero hay que hacer un esfuerzo intelectual. A mí reconozco que me ayudó enterarme de la muerte de gente cercana, padres y madres de amigos (y saber cómo han sido esos últimos días aislados, cómo no han podido despedirles…), el del bar tal, el de la tienda cual, el que se sienta en el fútbol dos filas más arriba que ya había cogido alojamiento en Sevilla para la final y hoy está muerto…gente con la que charlabas hace un mes de sus planes, etc.
    Por lo que veo…no te ha tocado…me alegro.

    Y…por favor…no mezcles el romanticismo con esto. El romanticismo no es poner frases cursis copiadas de internet con dibujitos en redes sociales.
    Los héroes románticos por antonomasia siempre se han caracterizado por su preocupación hacia los más débiles. Lo que enamoraba a la princesa es que el caballero fuera capaz de lanzarse espada en ristre contra los batallones enemigos para rescatar a una anciana desvalida que estaba a punto de perecer en el fregau.
    Las personas más románticas que conozco son las que más estrictamente están cumpliendo con las medidas de seguridad, las que más en serio se lo están tomando…porque se preocupan por la gente y en particular por los más vulnerables y llaman 5 veces al día a su abuela («No salgas..eh? que ya te llevo yo el tupper y te lo meto en el ascensor»)..y porque no les importa coger ellas el virus pero saben que su expansión pone en peligro a los más débiles…personas mayores, personas con cáncer…etc. Porque, repito, nos lo han dicho así los médicos…y además…muy a poco…pero se está viendo que está funcionando. Y no será gracias a gente como tú…o Aznar..o Vargas LLosa…que por mucho que te escuece tienen la misma postura que tú, el mismo fondo y las mismas formas arrogantes y egocéntricas.

    Y..si no…te falta decirnos qué otra forma proponías para esto; ah! que de eso no sabes. Sabes decir lo que no vale (que se está demostrando que sí) pero no lo que habría que hacer.

    1. Madre mía, qué fijación. Y poco sabes de romanticismo, un movimiento con un sentido de la vida, social, de ideas, artístico, literario y musical… y tú me hablas de princesas y príncipes. Madre mía, qué cursi.

  2. Más que fijación es que creo que ese postureo que estás adoptando en todo esto es dañino…pone en peligro a personas.

    Creo que la libertad de expresión es sagrada y estás en tu derecho de decir esas cosas pero considero que es importante salir al paso de esas cosas, también en ejercicio de la libertad de expresiòn, siempre y con rotundidad porque tu juego pone en ruesgo la salud de la gente. Y esto es tal cual.

    A argumentos….no respondes a ninguno; jamás.

    Que si…qué fijación, qué simpleza…qué absurdo….pero jamás entras en harina porque tienes pose pero no argumentos y el tema es bastante serio para que tenga que ser respondido.

    Se están suspendiendo actos de concentración de público porque los que están luchando contra esto y en muchos casos arriesgando su salud (no tú…desde luego…ni yo) y los que algo saben de esto y están asumiendo la responsabilidad de decidir (y equivocarse..pero propón tú algo) lo están diciendo…porque es la forma de evitar dar pasos para atrás y que vuelvan a morir personas por saturación de centros sanitarios.
    Pero..que tú a lo tuyo.

  3. «»»Que la pandemia no sea un pretexto para el autoritarismo» «»»Rechazamos el falso dilema de que estas circunstancias obligan a elegir entre el autoritarismo y la inseguridad»»

    ¿Lo suscribes en relación con lo que estamos viviendo? Yo creo que es exactamente lo que estás diciendo.
    Insisto; todo el derecho del mundo a mantener esa postura. Y todo el derecho del mundo a rebatirla con contundencia.

  4. No sé, Jose Ramón, creo que te “puede” el “ sobreargumentar”. Tienes razón en el fondo de tu razonamiento, pero
    al intentar llevarlo “al infinito y más allá” , pierdes consistencia. Cualquier sociedad mínimamente estructurada precisa de un mínimo de reglas. Pero tienes razón al oponerte a que un poder de , voy a decirlo, dudosa legitimidad aproveche una situación de estrés colectivo para imponer, mediante medidas aún de más dudosa legalidad, una merma importante de las mínimas libertades y derechos que se presuponen en una sociedad democrática.

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