Diario de cuarentena. Día 74. Luto sin dignidad

Estamos de luto durante diez días. Luto nacional, lo llaman campanudamente. Es la decisión del Gobierno central como homenaje a los, hasta ahora, más de 27.000 víctimas mortales, de las que unos 1.400 pertenecen a Euskadi. Es brutal. Y por todos ellos es esta ceremonia pública deslucida.

El luto es la expresión externa de un sentimiento de dolor. Es una exhibición de sufrimiento que se enmarca en nuestra cultura en relación con la muerte. A mí no me gusta el luto. Quizás es que de niño, como monaguillo, asistí a cientos de funerales y me dejaron una impresión terrorífica. Luto, desgarro, lágrimas y desconsuelo iban a galope. “Quantus tremor est futurus, quando iudex est venturus, cuncta stricte discussurus”. Tengo grabado en el alma esta brutal oración cantada desde el coro por voces graves que me atemorizaban. Pero el dolor es una emoción personal que no necesita de su exhibición y mucho menos de espectáculo, sea religioso o político. Y en esto estamos, en una ceremonia de campanario. 

Seguramente, la mayoría de la gente acoge con respeto el sentimiento de pérdida de tantos conciudadanos. También yo; pero en lo público me parece un espanto, un circo en el que no pienso tomar parte. Ni este primer día ni el décimo del luto oficial. Esto va de hipocresía. 

He visto al rey y su familia de luto, y no faltaban cámaras y fotógrafos para recoger la escena. Era propagandístico. Y hemos visto a gente en hospitales, mercados y plazas guardando un minuto de silencio. Algo más auténtico parecía. En fin, que cada uno haga lo que considere en conciencia, seamos honestos; pero el sentimiento de dolor, en mi sentido emocional, no es para exhibirlo. Mis lágrimas me las trago yo solo. Mi dolor es mío y solo mío, no se comparte ni se muestra, ni se emite por la tele.

En cambio, sí, guardo luto por la miseria política que ensucia España, a su clase política y sus instituciones. Lo visto hoy en el parlamento es un asco. ¡A navajazos en medio de una tragedia terrible! La Cayetana, subida a lomos del odio, difamaba al vicepresidente y éste la tildaba de marquesa. La democracia ha muerto, amigos míos, asfixiada por la ira.

Guardo luto por el uso político de los muertos, que no son de siglas ni partidos, sino de todos. Los muertos como arma arrojadiza. El dolor por munición. Nada nuevo. En la dictadura se ensalzaba a los “caídos por Dios y por España”, mientras los muertos enemigos yacían en cunetas, olvidados. Después se mercadeó con los muertos del terrorismo como moneda electoral: los canallas en España robaban cadáveres.

Guardo luto por la extrema fragilidad de nuestro sistema para crear un plan justo de reconstrucción económica y social. Guardo luto por la miseria informativa y las trincheras. Guardo luto por ti, por todos. También por mí.

4 comentarios en «Diario de cuarentena. Día 74. Luto sin dignidad»

  1. Perdón, Jose Ramón, los muertos en España, según los datos más fiables (registro civil, bajas en pensiones de la SS,…) superan los 40.000.
    Dies iræ, dies illa,
    Solvet sæclum in favilla,
    Teste David cum Sibylla!
    Quantus tremor est futurus,
    quando iudex est venturus,
    cuncta stricte discussurus!
    Tuba mirum spargens sonum
    per sepulcra regionum,
    coget omnes ante thronum.
    Mors stupebit et Natura,
    cum resurget creatura,
    iudicanti responsura.
    Liber scriptus proferetur,
    in quo totum continetur,
    unde Mundus iudicetur.
    Iudex ergo cum sedebit,
    quidquid latet apparebit,
    nihil inultum remanebit.
    Quid sum miser tunc dicturus?
    Quem patronum rogaturus,
    cum vix iustus sit securus?
    Rex tremendæ maiestatis,
    qui salvandos salvas gratis,
    salva me, fons pietatis.
    Recordare, Iesu pie,
    quod sum causa tuæ viæ;
    ne me perdas illa die.
    Quærens me, sedisti lassus,
    redemisti crucem passus,
    tantus labor non sit cassus.
    Iuste Iudex ultionis,
    donum fac remissionis
    ante diem rationis.
    Ingemisco, tamquam reus,
    culpa rubet vultus meus,
    supplicanti parce Deus.
    Qui Mariam absolvisti,
    et latronem exaudisti,
    mihi quoque spem dedisti.
    Preces meæ non sunt dignæ,
    sed tu bonus fac benigne,
    ne perenni cremer igne.
    Inter oves locum præsta,
    et ab hædis me sequestra,
    statuens in parte dextra.
    Confutatis maledictis,
    flammis acribus addictis,
    voca me cum benedictis.
    Oro supplex et acclinis,
    cor contritum quasi cinis,
    gere curam mei finis.
    Lacrimosa dies illa,
    qua resurget ex favilla
    iudicandus homo reus.
    Huic ergo parce, Deus.
    Pie Iesu Domine,
    dona eis requiem.
    Amen.

  2. Me he tomado unos finos unas gambas y he habaldo con la gente a mi alrededor, y…… estoy en una cama y en un piso qaue no conozco tengo miedo buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah¡

  3. ah he cantado y hablado en euskesrea¡¡ bilbaon bertan¡¡
    hara non diran………. horra euskalerri lur hoberikan……¡¡¡¡ a mi me gusta mas la de tan borracho eres tu como yo…pero la gente de Bilbao es muy pija ¡¡ bueno me callo¡¡¡¡¡ yo no me considero de Bilbao¡¡ son gilipollas¡ alcalde incluido¡

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