Diario de cuarentena. Día 80. Contadores de la muerte

La cultura de la muerte está profundamente enraizada en nuestra sociedad. Ni siquiera la modernidad y siguientes periodos han sido capaces de restarle protagonismo. “¡Viva la muerte!”, dijo el loco Millán Astray ante Unamuno en plena guerra civil. Y aquí sigue el eco de aquel grito salvaje. Con la pandemia ha rebrotado el festín de la muerte. España es hoy, más que nunca, una plaza de toros donde se juega con la muerte.

AESPROF, que no es un vodka, sino la Asociación Española de Profesionales de los Servicios Funerarios ha informado a la prensa que el número de fallecidos en España entre el 14 de marzo y el 25 de mayo es de 43.985, en contraste con los 28.109 que registra el Ministerio de Sanidad en el mismo período. ¡Por favor, los contables de la Parca somos nosotros!, vienen a decir los funerarios que de esto, de muertos, saben mucho, y no esos galenos de tres al cuarto de los hospitales.

Lo de menos es el método del cálculo (diferencia entre los muertos entre 2019 y 2020 en fechas iguales), sino la arrogancia dogmática que los funerarios pretenden dar a sus cifras: “Lo muertos son cosa nuestra”. Y, de paso: “El Gobierno miente”. No sé qué es peor, si el afán de posesión de la verdad o su propósito político, no se sabe al servicio de qué partido o interés corporativo.

Vamos a la esencia del conteo. Se sabe que la mayor parte de los fallecidos a causa del coronavirus son personas de avanzada edad y con patologías previas que mermaban su inmunidad frente al virus. Y así, pregunto: ¿Una persona de 75 años, con un cáncer terminal, que se infecta del COVID-19, de qué ha muerto realmente? ¿Qué pone el médico en la ficha de defunción? Me parece siniestro que se hagan estadísticas interesadas con este tipo de casuística mortal. Es indecente. Porque esa persona tenía una expectativa de vida muy corta y no se puede usar su muerte para cargar las tintas de los fallecimientos e inculpar a tal o cual gobierno, a tal o cual ministro o conseje-ro autonómico. No sean ustedes carroñeros.

¿De verdad creen que alguna autoridad tiene la intención de hacer trampas con los muertos? ¿Importa, en medio del drama social y sanitario, que sean más o menos? En algunos medios se insiste en que hay más muertos por el virus de los que dicen las cifras oficiales, como si esto fuese una carrera fúnebre. A eso juegan Vox y el PP, a atribuirse como propia la tragedia y sacar a los muertos (¡más muertos, por favor!) de sus tumbas para hacer política y cubrirlos con la bandera y de luto, malnacidos. 

Debería haber un artículo en el Código Penal contra el uso criminal de los fallecidos. Los funerarios de España han estado muy ocupados. Y en vez de dedicarse al honroso trabajo de lo fúnebre, se han erigido en contadores de la muerte, porque la muerte es su monopolio. “Que nadie nos lo arrebate”. Ese es su mensaje.

15 comentarios en «Diario de cuarentena. Día 80. Contadores de la muerte»

  1. El problema está en saber distinguir a quien mata el coronavirus y a quien, simple y llanamente, le ayuda a morir. Para los funerarios esta diferencia no es importante, pero si para los profesionales de la medicina, pues son ellos los que tienen que establecer la diferencia. Y luego están algunos políticos, sin responsabilidad de gestión en el tema, que de todo esto hacen su particular batalla electoral.

  2. Pues claro que los datos reales no coincidirán con los oficiales porque es imposible hacer un cómputo totalmente matemático y certero- Consecuentemente, nadie puede fijar con precisión los datos reales, por lo que es un ejercicio absurdo. Pues sí, seguramente habrá habido más aunque también se habrán contado personas que han fallecido en realidad por otras causas. Y contagios pues muchos más, seguro.

    Es efectivamente una contabilidad estúpida y macabra si se usa con fines políticos.
    Es efectivamente impresentable pretender que el gobierno esté tratando de engañar rebajando las cifras para presumir de gestión. Es absurdo e infame.

    Suscribo:
    «¿De verdad creen que alguna autoridad tiene la intención de hacer trampas con los muertos?»

    Añado:
    ¿De verdad alguien cree que alguna autoridad ha tenido la intención de montar a raíz de todo esto una deliberada estrategia de control social para instaurar una tiranía por medio del miedo y someter a la ciudadanía? ¿de verdad alguien puede afirmar que la profesión médica es cómplice de esa estrategia?

    Eso es lo que se viene afirmando desde esta columna desde hace meses.

    Y me parece la misma barbaridad decir que el gobierno trata de ocultar muertes como decir que los gobiernos están tratando de usar todo esto para tiranizar a la sociedad. Esta ha sido, por cierto, la otra pata del discurso de la ultraderecha, a la que se ha dado cobertura desde aquí; quizás por eso ahora se intenta marcar distancias, vistas las reacciones de indignación que se están dando contra este discurso.

  3. Ya…ya..pero eres incapaz de responder con argumentos. Y sabes que te lo está diciendo mucha gente. Cada comentario que no es una alabanza hacia ti…es contestado con un desprecio, un insulto, etc. Jamás con argumentos.
    Será…lógicamente…que no tienes.

    Pero…vamos…que un día te nombras a ti mismo icono de la libertad y de la rebeldía frente a la tiranía que nos quiere sancionar por cualquier cosa y al día siguiente reclamas multar a la gente por poner en una esquela el apodo por el que sus seres queridos llamaban a una persona. Multa!…multa!

  4. ¿Y no será que los funerarios han vendido los mismos ataúdes más de una vez? Creo recordar alguna denuncia al respecto. Así, si en vez de muertos cuentan ataúdes vendidos, seguramente les saldrá una cifra bastante más alta.
    Por comentar…

  5. ¿Sería posible, aunque fuese una sola vez, algo de argumentación en las respuestas a los comentarios que no son de su agrado? Entiendo que los zascas que recibe en este blog le escuezan, pero demuestra usted muy poco talante…chica dice…

      1. Por supuesto, no necesita usted mi permiso. En cuanto a la libertad para decir o no lo que quiera hay gente que comenta en este blog a la que se le eliminan mensajes. Quizá esas personas tengan más motivos que usted para hacer esa pregunta.

  6. ¡Hombre! Esta claro que puede haber una “distorsión” de los datos ¡pero hata un 25%”.De todas formas al “gobierno progresista” , incluso con sus series, se le han “perdido” DOSMIL MUERTOS por el camino. Hay datos que son bastante objetivos, como pueden ser las series estadísticas mensuales de defunciones, con datos de los registros civiles, o la variación del número de pensiones vigentes en un período determinado. Y esos datos dan lo que dan, o sea, más cerca de los cuarentamil que de los veintisietemil.
    Por otra parte, sobre la utilización de los muertos como municion política contra el gobierno, pues si se pidió la dimisión de Rajoy por la muerte de un PERRO (¡pobre Excalibur! ) , si hoy tenemos veinte, treinta o cuarentamil muertos, alguna responsabilidad se podrá pedir a este gobierno, sobre todo si este gobierno, aparte “progresista” “multitudinario”, se tomo esta pandemia, sobre todo en sus inicios, con la “alegría” que mostró la ministra de Igualdad en el backstage a su entrevista en ETB.
    Mas allá de ultraizquierdas o ultraderechas, quiero suponer que, utilizando un no tan antiguo eslogan del partido en el poder: NOS MERECEMOS UN GOBIERNO QUE NO NOS MIENTA.

    1. Solo se rechazan, porque ese es mi derecho, los mensajes que entran en cuestiones personales. El llamado Larry (el muy cobarde se esconde tras ese pseudónimo) ha entrado en cuestiones de mi vida privada y ya no vuelve a entrar más aquí.
      Se equivoca de foro: para eso ya tiene la telebasura de Telecinco y Belén Esteban.

  7. Es la segunda vez que saca usted el «comodín» de la telebasura. Este blog de opinión no necesita ese tipo de justificaciones, no se parece en nada a las bajezas de telecinco. Las opiniones son solo eso, rebatirlas y no escudarse en «esto no es telecinco» seria lo ideal, aunque algunas no sean de su agrado. No argumenta Sr. Blázquez, una pena. Gracias por tomarse tiempo en contestarme.

    1. La doble referencia de la telebasura es porque ha habido una intromisión en mi vida privada, lo que es natural en la telebasura. Por eso, lo he mencionado. Aquí no entran los asaltadores de la intimidad personal. No es censura, es prevención contra los canallas.

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