Vendedores de mantras

HISTORIAS DEL SEGUNDO CONFINAMIENTO

Nº 2 – 30 OCTUBRE 2020

Desconfiar nos salva la vida y la libertad. Bajo este principio defensivo sobrevivía Alfonso en su ciudad. Desconfiaba de las frases mil veces repetidas por los líderes sociales y políticos a través de los medios de comunicación. Tomaba nota mental de los lemas de moda. “Otro mantra”, decía al reconocer una de esas ideas verbales con capacidad de adherirse a la mente popular para su obediencia forzosa. ¿Puede vivir, y dormir, la gente sin mantras que la abriguen y protejan? Pobre de aquellos que no siguieran sus directrices y lo tomasen como dogmas.   

En aquel desdichado 2020 los mantras fueron abundantes, como suele ocurrir en las épocas de crisis y miedo. Uno de los primeros mantras fue aquel, tan estúpido, de que “el virus ha venido para quedarse”. ¿De veras?, cavilaba Alfonso. “Si saben que va a permanecer entre nosotros, ¿cómo es que no saben nada de él?” 

Aquel mantra inicial hizo fortuna y dio cobertura al mensaje de que la pandemia iba para largo. No era una gripe más. Unido a las noticias del número de muertos causados por el covid-19, provocó el efecto deseado por las autoridades médicas y políticas de crear un ambiente de terror, a fin de que nadie protestase y todos permanecieran confinados en casa, sumisamente. Y ovacionaban a los médicos y personal sanitario a las 20 horas de cada día. Algunos cantaban desde sus balcones como en un oficio de tinieblas. Sus males espantaban.

El siguiente mensaje de los vendedores de mantras decía que “el virus no entiende de fronteras ni países”. Alfonso se moría de la risa por la idea, a la vez que se indignaba por su engaño. “Pues solo faltaba que existiera un virus capaz de discriminar naciones y pueblos. Aquí entro y aquí no. “Hay que ser gilipollas”, tronaba al escuchar en la televisión al ministro de Sanidad soltar tan luminoso fruto de la inteligencia. “Son tan tontos que creen que las personas son igualmente imbéciles”. 

El objeto de aquel mantra era refutar a las autoridades locales, de manera que el mando contra la pandemia recayera en los políticos del gobierno central. Incluso generales con medallas de latón y purpurina acompañaban a los políticos en el púlpito de los mantras. Porque el virus era internacional. Una guerra mundial

Luego vino el mantra de la empatía. Empatía por aquí y empatía por allá, para llamar a la solidaridad y responsabilidad individual. No había tertuliano, político con y sin cartera y tendero de la esquina que no sacase a paseo la empatía, el descubrimiento de América. Alfonso desconfiaba de los descubridores sobrevenidos. Empatía es la compasión de toda la vida y la grandeza clásica del alma al ponerse en la situación del otro para comprenderlo y compartirse. Y de repente, era un mantra.

Con el último de los mantras captados por Alfonso fue muy crítico. Era el que pedía a los ciudadanos “confiar en la ciencia”, poner toda nuestra fe, esperanza y caridad en los prodigios de la ciencia, entendida como magia en busca de una vacuna. “Es como si nos pidieran creer en las matemáticas”, rumiaba Alfonso. ¿Es acaso la ciencia la nueva religión? Pero no, la ciencia no es una ideología. A falta de ideas libres y respeto a la dignidad de la gente, en la ciudad se había implantado el reinado de los vendedores de mantras. Y disparaban a matar.

18 comentarios en «Vendedores de mantras»

  1. Muy bien… y tal… y tal,.. pero díle a tu amigo Alfonso, el filósofo, que tomarse unas birras menos con sus coleguis no es falta de libertad, que el llevar una mascarilla y empatizar con los demás tampoco es falta de libertad, no pasa nada, es soportable, seguro que puede entenderlo, díle también que la libertad es otra cosa más importante que eso. Igual en ésta sociedad occidental pija en la que vivimos los valores de la solidaridad están cuasi extinguidos y para algunos descerebrados el tener que irse a casa antes a dormir la mona es un acto inaceptable de opresión y de tiranía… en fín… ah.. casi se me olvida el mantra; lavado de manos, mascarilla y distancia
    Un consejo para tu amigo Alfonso, el filósofo, se empieza gritando la gelipollez ¡¡viva el ocio nocturno libre!! y se acaba siendo un negacinista macarra-fascista

      1. Eres un maleducado.Que poco te han enseñado en el opus.Respetar las opiniones ajenas,solo respetar como aceptarlas igual es mucho,es síntoma de educación,sabiduría e incluso empatía.Igual te queda muy lejos eso.

  2. Estando de acuerdo con el artículo, creo que Alfonso olvida el mantra más importante: «La libertad no es…» y complete la frase el poder de turno con lo que más le convenga. Todo es cuestión de dosificar: se empieza por decir que la libertad no es tomar cañas y se acaba por decir que la libertad no es votar o decir lo que se piensa.
    Como alguien dijo hace mucho: «Un dictador no es nada sin una dictadura». Y no se refería sólo a los instrumentos de represión activa sino, especialmente, a los ciudadanos que la apoyan. Y, sobre todo, a los que les da igual o no les parece que sea algo terrible.

    1. Así es. Oyes y lees cosas como que «no importa dejar de tomar unas cañas», «qué importancia tiene quedarse más tiempo en casa», o, peor aún, «algo de miedo no viene mal»…
      Y yo me echo a temblar.
      Porque no son las cañas, ni el salir. No es solo eso. Es esa obligación de tener miedo. De renunciar por nada.
      Esa gente no aprecia su vida ni la de los demás.
      Con tipos como ellos gestó Franco su larga dictadura.

      1. Franco, Hitler, Stalin, Pol Pot… Cualquier dictadua se ha absado, por un aparte, en la represión o exterminio d elos críticos. Pero, también. en la justificación que de ella han hecho muchos ciudadanos «de bien». Y ahora estamos en una situación parecida con el agravante de que, actualmente, los poderes disponen de unas herramientas tecnológicas que los otros no tenían. Nos acabarán poniendo un microchip que nos diga cuándo mear y habrá quien lo vea bien. A mí, lo que más me molesta es esa gente que acepta recortes de sus libertades pero que, además, nos las quieren imponer a los demás. Y eso sí que no.

  3. No teneis mucha pinta de haberos movido en las luchas contra la dictadura y la represión… pero bueno…Los conceptos que tenéis sobre la libertad son los que puede tener un adolescente pijo simplón del barrio de Salamanca de Madrid. Los argumentos son los mismos que la descerebrada fascita Ayuso y los pensamientos que tiene tu amiguito Alfonso son comparables a los de Marcelo, el famoso ángel de la guarda del exministro corrupto señor Jorge Fernandez.
    ¿Son amigos acaso?

    1. A ver…la lucha de José Ramón contra la dictadura consistió en ponerse al servicio de la candidatura de Fraga Iribarne para da continuidad a las bases de dicha dictadura. Por dinero, claro.

  4. O sea, cuando hay una guerra, te bombardean y te dicen que te metas en los refugios están coartando tu libertad y tu derecho a morirte calcinado en la calle.
    Pues esto es la libertad. Si no respetas las normas y te pones enfermo pues pasas de la sanidad y ejerces tu derecho a morirte en tu cama sin que te hagan respirar artificialmente, que con eso roban tu libertad de no respirar.
    Consecuentes hasta el final o calladitos desde el principio.

  5. No hay solución posible con una humanidad que es un rebaño de ovejas tontas y anestesiadas, la mitad con un CI inferior a 100.
    Apagar la televisión es genial. Hace 2 años que la tengo apagada. Investiga por tu propia cuenta.
    El cuerpo humano es una bateria de energía y con un campo magnético propio, sobre el que actuan las radiaciones electromagnéticas externas. Nuestra barrera energética no soporta radiaciones superiores a 1,8 GHz. La tecnologia 5G empieza a 3,5/3,7 GHz, pero cuando coloquen las antenas cada 100 metros estaran irradiando a 30 y 60 GHz.
    Durante la cuarentena la colocación de estas antenas se ha multiplicado exponencialmente.
    En varios estudios se ha demostrado que donde se han implantado el 5G, sea en Wuhan, Lombardia…etc, estos han sido los focos con mas incidencia del sindrome Covid19.
    Cuando estamos bajo esta alta radiación electromagnética nuestro cuerpo aumenta entre 1 y 2 grados, además nuestras células entienden que hay algún peligro y se comunican entre ellas para organizarse y defenderse contra la agresión externa. Para comunicarse se envían exosomas (ARN). Casualmente iguales a los detectados por las PCR´s. Por lo tanto según aumenten la modulación de las antenas del 5G irán en aumento la detección positiva de las PCR´s.
    Científicamente hablando hay suficiente documentación que ratifica esta información. Sin ir mas lejos en Austria se ha aprobado una moratoria para la activación del 5G, hasta que no se demuestre que es inocua para la salud.
    Algo que ratifica también lo expuesto es que cualquier video crítico al respecto en youtube es censurado a las pocas horas.
    Si de verdad quieres saber solo tienes que investigar, a veces no es fácil, pero insistiendo una y otra vez conseguiremos llegar a la verdad.

  6. Quizá haya que desconfiar tambien de quien usa tanto la palabra libertad. franco quería una España grande y LIBRE.
    En la serie distópica «Conjura Contra América» (buena adaptacion de la novela autobiográfica del mismo nombre de Phillip Roth), también se utiliza mucho el concepto de libertad. La de los americanos de los años 40 para aliarse con la Alemania nazi, freno del comunismo. En la carrera presidencial del derechista Lindberg, el mantra del famoso aviador era la defensa de la libertad frente al comunista Roosevelt, que quería entrar en guerra contra Hitler. Lo bueno del caso es que el «enterao» del rabino judío interpretado por John Turturro apoyaba a Lindberg en nombre de la tierra de libertad que representaba Estados Unidos para los judíos europeos.
    La utilización del concepto libertad es un recurso fácil para ocultar el individualismo, que es precisamente lo que impide las soluciones cuando lo que se pone en juego es lo público, lo comunitario, lo que se busca desde que el homo sapiens decidió dejar el bosque y bajar a las riberas de los ríos a formar aldeas y beneficiarse de la agrupación humana.
    Los neo-liberales y los fachas tienen caminos distintos pero un solo objetivo: la diferencia de clases. El liberalismo no es más que puro clasismo disfrazado.
    No creo que haya que darle muchas vueltas. En casos de pandemias, catástrofes, guerras… el apelar a la libertad es simplemente propio de insolidarios.

  7. Ahor va a resultar que al que pillan por salterse un semáforo en rojo y le meten una multa es un acto de tiranía y un atentado a las libertades fundamentales….. Oye… díle a tu amiguito y confidente Alfonso que se tome la medicación.

  8. No entiendo tu respuesta. Me parece que no me has entendido nada. Probablemente por mi culpa.
    El estado del bienestar, en el que vivimos, y parece que por poco tiempo, lo han hecho los que creían en lo público, los que creían que se puede ceder cierta libertad, la de hacer lo que nos dé la gana, sobre todo en lo concerniente al bien común, compartido. Los que decidieron que debería crearse una organización jurídico política, que ahora llamamos estado, que velara para satisfacer las necesidades de todos, o por lo menos darles a todos las mismas oportunidades, dejando las libertades para asuntos individuales, como la libertad de pensamiento, de creación, de manifestación, siempre que éstas no perjudicaran a otros, esos son los que han conseguido el grado de desarrollo de la sociedad occidental.
    Nadie es libre sin educación, sanidad, posibilidades económicas. Y esto lo garantiza lo público.
    No sé en qué mundo quieres que me quede. Yo quiero quedarme en éste, por ahora, pero para mejorarlo, perfeccionándolo para el desarrollo personal de todos, no solo el mío.
    Y pienso que para, poder evitar la muerte de mis semejantes, mientras no haya algo más creíble, bien puedo ponerme una mascarilla, hablar a 2 metros, o quedarme en casa, si así me lo dicen. Más borrego es el que se niega, sin más argumento que su libertad.
    Por otra parte, te agradezco la atención que me dedicas. No tengo tanta importancia.

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