Censura, ayer y hoy

Censura es el nombre de la bruja mala de los medios. En la sobrevalorada BBC la influencia del gobierno conservador hizo caer al presentador Gary Lineker del más popular programa deportivo de la cadena pública por sus críticas a la política de emigración. Tras la evidencia censora y el clamor solidario con el exfutbolista, le han repuesto. En la mágica Galicia su televisión autonómica ha represaliado a Mayte Cabezas, hija de una víctima del terrorismo, por recordar a Feijóo su incumplimiento de hacer una ley de apoyo a los damnificados. Si a todo esto añadimos que la cadena Fox, propiedad del magnate Murdoch, ha admitido (tardíamente) que algunos de sus comentaristas respaldaron las mentiras del tragicómico Trump sobre el supuesto fraude electoral de 2020, es para echarse a llorar y temblar. La Rusia de Putin es la capital de la censura.

La censura es una de las múltiples cabezas de la serpiente del fascismo. A mí me echaron de una emisora de radio por reprobar el muro antipolizones del Puerto de Bilbao; pero ¿quién no lleva heridas parecidas? Muchos dicen que hay más censura hoy que en décadas anteriores. Es falso. ¿Acaso se podían desvelar las acciones delictivas de Juan Carlos de Borbón? ¿Cuántas veces cerraron publicaciones como El Jueves y secuestraron libros? Pregunten a Josetxu Rodríguez, Javier Ripa y Nicola Lococo sobre su calvario judicial por una tira cómica del rey hace unos 15 años. Que ahora se eviten los chistes de homosexuales, mujeres obesas (¿recuerdan a La Ramona, que cantaba Esteso en 1976?) y personas de raza negra no es censura, es un avance ético con nuevos valores.

La limitación de información y creación la imponen los poderes económicos, políticos y religiosos. Como la Iglesia sobre sus casos de pederastia y el Gobierno español en lo concerniente al terrorismo de Estado. Donde hay secretos hay censura. Y donde hay miedo, autocensura.

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

8 comentarios en «Censura, ayer y hoy»

  1. Siempre se ha dicho que «si usted no lee los periódicos o escucha las noticias está desinformado…y si usted lee el periódico o escucha las noticias está mal informado…ya que «el propósito de los medios masivos no es informar, sino dar forma a la opinión pública según los intereses del poder»…y mientras «NO EXISTA» una auténtica libertad de empresa para poder subsistir será imposible lograr una verdadera libertad de prensa.

    1. La «auténtica libertad de prensa» no existe, como no existe una autentica libertad y nada, ni siquiera el amor. Pero sí es posible un mecanismo de transparencia que permita que la prensa no se convierta en instrumento del poder a su servicio, sea el poder privado o el poder público, económico, ideológico, etc. La prensa no es peor que hace 30 años años; pero tenemos la sensación de que ha empeorado. ¿Por qué?

  2. No nos engañemos cuando hablamos de los llamados Medios de Comunicación. Su misma denominación nos dice lo que son…. «medios de comunicacion». No son medios de informacion». Y es que, comunicar e informar son cosas distintas. En la comunicación entra la opinión, en la información lo que entra es la verdad. Así es que mucho cuidado con lo que consumimos: ¿comunicación o información?

    1. La comunicación es intercambio entre personas, pero no existe tal cosas en los medios. Es unidireccional. Los ingleses y norteamericanos los llaman mass media, medios de masas, nombre más apropiado. Alguien pensó que la comunicación sonaba mejor que información.

    2. DIFERENCIAS:
      COMUNICACIÓN: 1.- Consiste en «TRASMITIR INFORMACIÓN/ 2.- Es una NECESIDAD del ser humano/ 3.-Se lleva a cabo por la INTERACCIÓN entre personas/ 4.- La comunicación es MULTIDIRECCIONAL
      INFORMACIÓN: 1.- Da a conocer DATOS o INFORMACIONES / 2.- Proporciona CONOCIMIENTOS / 3.- Debe ser de CALIDAD y VERAZ/ 4.- La información es UNIDIRECCIONAL.
      …y repito, los medios de comunicación (por supuesto, habrá excepciones) dan forma con sus manipulaciones, adulteraciones o mentiras, a los datos o informaciones, según los intereses de quienes les pagan.

      1. Estoy de acuerdo. Los medios han degenerado, probablemente porque su rentabilidad económica es muy baja. Solo les queda la «rentabilidad de la influencia» como forma de captación de publicidad adicional o patrocinios, de la que hace gala, a nivel local y nivel autonómico, los diarios de Vocento. Es muy evidente y merecería un estudio detallado.

  3. Últimamente parecen abundar los personajes/celebridades que nos salen con eso de que hoy hay menos libertad de expresión que hace treinta años; permítanme mostrar el cinismo que conlleva tal afirmación. Esta gentecilla, hace treinta años largaba en medios de comunicación lo que quería sin prácticamente réplica alguna (sólo la del buen rollito entre ellos); no es que no hubiera discrepantes (entre el «vulgo» que dirían) sino que éstos no tenían medios para manifestarse, así que los «importantes» se sentían casi poseedores de razón absoluta. Pero hete aquí que hoy esa «plebe» ya dispone de medios para materializar su legítima libertad de expresión gracias a internet y redes sociales, y resulta que eso a los importantes no les gusta; para ellos era mejor antes cuando solo existía «su» libertad de expresión; ahora que la hay para todos lo llaman censura. (CE: «Artículo 20. Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción»… antes la inmensa mayoría de la gente no tenía «medio» de expresarse; ahora que lo tienen a los privilegiados de siempre no les gusta y lo llaman «linchamiento/censura»).

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