Nadie va a morir que no quiera

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Sin previo aviso y seguramente con criterio de reversibilidad, el pasado lunes ETB2 dejó de emitir westerns después de más de una década de colonización de las tardes de Euskadi. La decisión es histórica y deja la misma sensación de vacío que todo fin de época. En su lugar, ha programado una serie canadiense, Los Misterios de Murdoch, cuyo protagonista es un trasunto de Sherlock Holmes de finales del siglo XIX, intuitivo y seco. Por mucho que se empeñe con sus técnicas forenses y su meticulosidad, no hará olvidar las ingenuas y violentas crónicas del oeste americano a las que miles de vascos, de avanzada edad y sexo masculino, se habían habituado como nostalgia de los cines de barrio, de sesión doble y olor a sobaquillo. La nostalgia es la emoción de quienes no quieren morir, aferrados al recuerdo y al sufrimiento (algia) por no poder regresar al pasado. Las películas “del salvaje oeste” fueron obras menores de los años cuarenta y posteriores, hasta sus postreras subversiones italianas y españolas. Tal vez el último gran western sea Los odiosas ocho, del genial Quentin Tarantino, una orgía de sangre y brutalidad que mueve más a la risa que al desgarro. Tarantino es un loco bromista.

El género de indios y vaqueros son la deformación narrativa de un genocidio bajo la apariencia de epopeya americana, una formidable pantomima ética como simpleza de heroísmos y crueldades que solo podían tener cabida en una sociedad ignorante, tutelada por la tiranía. Con estos instrumentos de masas se educaron y distrajeron varias generaciones. Conocemos sus devastadores efectos de entonces. Ahora, además de merienda melancólica, son más una propuesta humorística por lo terriblemente burdas que son sus historias. ¿Cae para siempre el telón de las películas del oeste en ETB? No lo creo. Los westerns se cuentan por miles, son muy baratos y tienen sus fieles, al menos hasta que desaparezcan los niños de los setenta, aún sin jubilar. Nadie va a morir. Es solo un descanso para hacer pis. ¡Ah!, y no se olviden visitar nuestro ambigú.

Al Papa no le gusta su tele española

En Onda Vasca hablamos de la TV

 26 mayo 2016

 13tv

1.A debate

El fracaso doctrinal del canal de la Iglesia

No es la primera vez que hablamos de 13TV, el canal oficial de la Iglesia católica, propiedad de la Conferencia Episcopal española. Todos sabemos que se trata de una televisión tendencioso en los informativos y radialmente de derechas en sus debates y tertulias. Su cuota de pantalla a nivel estatal es del 2%, lo que significa que diariamente la ven algo más de un millón de espectadores, quizás 1.300.000 espectadores que viene a corresponder al número de personas que se sitúan en el espectro de la extrema derecha.

Pues bien, ha sido la propia Conferencia Episcopal la que a través de un estudio profesional encargado por los obispos quien constata el fracaso doctrinal o ideológico de 13 TV. El informe califica a 13TV como canal “culturalmente pobre”. Igualmente, dice que 13TV es «una televisión-muralla con un discurso político cerrado que no propone el evangelio y convoca a un público cercano al PP y de edad avanzada». Recordemos que la Iglesia española invierte cada año 10 millones de euros al año.

El informe denuncia programas de esta cadena como “El Cascabel” y “La Marimorena” proyectan a 13TV como una televisión eminentemente política y la identifican como una “una marca definida en la derecha”. Y critica su falta de “neutralidad” en un momento de cambio social que exige sensibilidad y urgencia de diálogo. El documento de análisis de 13TV certifica que no es un canal plural desde el punto de vista religioso y solicita a la Conferencia Episcopal “un cambio de guión”.

Quizás no necesitábamos este estudio para estas conclusiones, pero es bueno que se haya elaborado por encargo de los propios obispos. El fracaso de 13TV es haber vinculado a la Iglesia con el PP, de manera que ser católico equivale a ser votante o simpatizante del PP, lo cual significa aniquilar el pluralismo ideológico de los católicos. Este es el gran fracaso de 13 TV. Pero hay más. Porque lo que transmite 13 TV en sus informativos y tertulias es que, además de que ser católico equivale a ser del PP, hay que ser intolerante con las ideas ajenas y mantener una actitud agria y hostil, insultante incluso, con las ideas ajenas. Y así lleva desde que empezó hace varios años.

¿El informe es una jugada de los sectores vinculados al Papa Francisco para propiciar un cambio en 13TV? Es muy posible. El cardenal Blázquez lleva años pidiendo cambios en la Cope y en 13TV, con nulo éxito. Me temo que el mal es irreversible y que la televisión de la Iglesia tendría que refundarse. La Iglesia, que inventó la comunicación de masas, ha fracasado en la tele. Lo que significa fracasar en la sociedad.

 

  1. Impacto

 Amenaza en directo

El oficio de periodista, ya lo sabemos, es de alto riesgo. Pero, a veces, no hace falta ir a los países en conflicto para dar prueba de ello. Esto ocurrió el pasado martes en ETB, dentro del programa Sin Ir Más Lejos, cuando se trataba del asunto del conflicto en la zona de Ollerías. En una conexión en directo, el reportero Roberto Vázquez y el cámara que filmaba las imágenes, fueron amenazados por una mujer, perteneciente al parecer a la familia de “Los Pichis” que tienen soliviantados a los vecinos del barrio. La mujer, que irrumpió en la intervención del periodista, gritó que no la grabaran o que de lo contrario “te rajo”, dijo literalmente. El momento fue muy tenso, dándose la paradoja que la mujer no quería que la grabaran su imagen pero no paró de hablar de lo que había sucedido en el lugar horas antes.

El reportero supo mantener el tipo y controló la situación, a pesar del riesgo que pudo correr dada la naturaleza violenta de la mujer y del clan de delincuentes. ¿Habrá que ir con escoltas a grabar imágenes para la tele? Esto ocurrió en Bilbao, no en Siria.

 

  1. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

 Del fútbol a la gran boda vasco-andaluza

La Final de Copa del pasado domingo dio mucho de sí. En primer lugar fue una demostración de manipulación informativa, porque Telecinco eludió las imágenes de las banderas esteladas y manipuló el sonido durante la emisión del himno español, antes del partido. Y en segundo lugar, fue el programa más visto de la tele en lo que va de año. En concreto alcanzó el récord del 53.8% y 10.465.000 espectadores durante la prórroga y un 49,8 y 10.035.000 durante el partido. Aún así, no llegó al récord de una final de Copa, que se alcanzó en 2011, en el partido Barcelona-Real Madrid, que llegó al 60.4% y 11.463.000 espectadores.

Seguimos con nuestro marcaje a Bertín Osborne y la evolución de sus audiencias. El pasado lunes subió ligeramente en relación con la semana anterior. En la entrevista a los humoristas Martes y Trece llegó al 20.2% y 3.469.000 espectadores, una ligerísima subida respecto del lunes anterior, cuando obtuvo 3.302.000 espectadores.

El martes terminó la temporada de la serie de humor, “Allí Abajo”, en Antena 3, con la boda entre el vasco y la andaluza, con un resultado superior al de Bertín: 20.5% y 3.509.000 espectadores. La serie ha seguido con éxito la estela de “8 apellidos vascos” y tienen cuerda para una temporada más.

 

  1. La buena publi

 Euskaltel y el anuncio-historia

No teníamos últimamente noticia de los buenos anuncios a los que nos tenían acostumbrados. Ahora ha vuelto a sorprendernos con una excelente campaña sobre un servicio para sus abonados. Se trata de la opción Replay, con la cual los espectadores pueden ver desde el principio un programa aunque hayan llegado tarde a la emisión del programa.

La campaña adopta un tinte dramático, con la participación de tres personajes conocidos por los espectadores vascos: la actriz Najwa Nimri, el actor Jon Plazaola, protagonista de la serie “Allí abajo”, y el director Juanma Bajo Ulloa. Estos parecen estar contando una historia, con todo su dramatismo. Nada indica que se trate de otra cosa. Y sin embargo, lo que no están contando es precisamente los primeros minutos de un episodio, esos que nos hemos perdido, porque nos hemos retrasado. No importa, con Euskaltel, a través del servicio Re-play, podrás ver la historia desde el principio, sin perder detalle.

La interpretación de Najwa Nimri es magnífica, con esa voz grave todopoderosa, que no deja indiferente a nadie. Es un gran anuncio, magníficamente producido y que cumple la expectativa dramática y la proyección de la utilidad del servicio Re-play. Zorionak otra vez a Euskaltel.

 

  1. Qué ver este fin de semana

 Tres recomendaciones para este último fin de semana de mayo

  • En primer lugar este sábado se juega la final de la Champion de fútbol, con el duelo madrileño entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, repetición de la disputada hace dos años. Será el sábado, a las 20:45, en Antena 3. Dad por seguro que será la emisión récord y que superará los 11 millones de espectadores.
  • Alternativamente, una película este sábado a las 22.00, en la 1 de TVE. Una peli francesa, con el malcarado pero genial Jean Reno: “Los ríos de color púrpura”, una historia de acción, de crímenes y violencia, pero también de indudables relaciones humanas en medio de las intrigas y el misterio.

Anticipar que el domingo, 5 de junio, ya con la campaña a punto, habrá un nuevo careo de Pablo Iglesias y Albert Rivera volverán a debatir junto a Jordi Évole en Salvados.

Y otra noticia: el regreso de Jordi Hurtado a su concurso Saber y Ganar después de su baja por intervención quirúrgica. Será el Jordi Hurtado el 9 o 10 de junio.

¡Hasta el jueves que viene!

Mi héroe, De la Quadra-Salcedo

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Si pudiera optar por la reencarnación -la eterna oportunidad en las culturas orientales- querría ser Miguel de la Quadra-Salcedo, ahora que ha muerto y está vacante su espíritu libre y su corazón heroico. Querría experimentar las peripecias y los peligros que él vivió, tener su valentía y atrevimiento, poseer su fortaleza y contar a todo el mundo, como él lo hizo, a pelo, en la época en que la televisión era en blanco y negro y más auténtica que la actual, los sucesos de la historia. Querría ser el reportero que muchos soñábamos y tener sus agallas para jugarme la vida por una noticia y unas imágenes verdaderas. Querría ser el hombre que inventó una ruta que miles de jóvenes siguieron con perfecto realismo, mucho antes que los realities existieran como fórmula de entretenimiento inútil. Querría alcanzar su leyenda y que solo la edad me retirara del camino.

La última vez que vimos en la tele a Miguel, de raíces encartadas, fue en Todos los apellidos vascos, con Olga Zabalgogeaskoa, cuando supimos, escarbando en su árbol genealógico, que descendía de la mismísima pata del Cid. En Hollywood harían de su trayectoria una gran película y en las facultades de periodismo se enseñaría su método narrativo, mezcla de realismo y aventura. Él fue el primer gran reportero de la televisión del siglo XX. Y nadie fue más noble en el arte de arriesgarse por la información. Después llegaron otros, tras su estela, con mayor afán de protagonismo, como Arturo Pérez-Reverte, cuya experiencia en el conflicto de los Balcanes plasmó en un libro canalla, Territorio Comanche, que se receta en las farmacias como vomitivo. El gran reporterismo vasco actual es tributario de Miguel, desde Jon Sistiaga a Mikel Ayestaran.

La televisión romántica, que generaba mitos consistentes y nos abría los ojos a la vida, murió hace años. De la Quadra-Salcedo fue de sus últimos militantes. No se trata de hacer ahora la tele del pasado, no, porque la tecnología y la sociedad han cambiado; pero siempre necesitaremos estrellas como Miguel para iluminarla.

 

Colorín, colorado…

En Onda Vasca hablamos de la TV

 19 mayo 2016

 

1.A debateTELETODO ANA DUATO E  IMANOL ARIAS

Se acabó el Cuéntame

Seguimos con la repercusión que los llamados Papeles de Panamá está teniendo sobre la tele. Ya quedó claro que Bertín Osborne había recibido un serio aviso por su presunta implicación en este caso de evasión fiscal. Es verdad, que parece haberse recuperado del primer aviso. Los otros implicados de la tele, Imanol Arias y Ana Duato, no sufrieron una caída en las audiencias de la serie “Cuéntame lo que pasó”. Hasta que ahora se ha sabido que TVE puede terminar con la serie, en parte como consecuencia del escándalo en el que están envueltos estos dos actores.

TVE ha filtrado la posibilidad de que la serie se cancele si la productora, llamada irónicamente Ganga, y su administrador único, Miguel Ángel Bernardeau, marido de Ana Duato, no demuestra documentalmente estar al corriente de sus obligaciones fiscales. Esta parece ser la condición que ha puesto TVE, bajo el impulso, un tanto oportunista y electoral, del Gobierno del PP. De momento, lo único que sabemos es que el despacho de abogados que había realizado las operaciones en paraísos fiscales tanto para Arias como para Duato, por un importe total de tres millones de euros, ha declarado que los actores no tienen responsabilidad alguna. Es una declaración de libro, sin ninguna credibilidad, porque ambos dieron su consentimiento a la operación y no pueden alegar, al estilo Cristina de Borbón, que se limitaron a firmar bajo la confianza que les ofrecía el despacho de abogados.

¿Qué puede ocurrir? ¿Se acabará la serie después de 17 años y de 310 capítulos? No lo sabemos, aunque no creo que TVE deje escapar una serie de éxito, más allá de que su sentido histórico es más que discutible, un relato complaciente con una transición política tramposa y un a vistazo sociológico bastante superficial. Pero es bueno que se plantee la necesidad de que, así como los políticos implicados en casos de corrupción dimitan y sean procesados, los personajes públicos reciban el reproche social correspondiente.

Por otra parte, se trata de que esta pareja de actores y presuntos evasores fiscales trabaja para una televisión pública, y no es lo mismo que si lo hicieran para una cadena privada. Los medios públicos tienen que ser más exquisitos con estas cuestiones y manejan los dineros de la ciudadanía. Y están obligados a ser ejemplares. En mi opinión, la serie Cuéntame debería dar por finalizado su periplo. No puede sustituir a estos actores por otros, porque la historia está asociada a sus nombres. Lo que puede hacer es dar paso a una secuela, que de alguna forma sirva de continuidad. Pero firmar la continuidad de la serie, en mi opinión, es dar cobertura a las presuntas responsabilidad de estas dos personas y del responsable de la productora. Pero temo que, una vez más, la tele pública no esté a la altura.

 

  1. Impacto

Justa reprimenda a La Sexta

El domingo pasado se cumplía el quinto aniversario del 15M, un movimiento social contra los efectos injustos de la crisis y un alegato contra las anquilosadas instituciones democráticas del Estado. Y allí, a su epicentro, la Puerta del Sol de Madrid se fueron las cámaras de La Sexta para cometer un error de bulto: tratar de capitalizar ese movimiento. El error de Ana Pastor y de su programa “El Objetivo” no fue, como se ha dicho, informar de ese aniversario y de la concentración que allí se había vuelto a producir. El error fue de soberbia. Creer que, porque se trataba de La Sexta, la cadena que más había apoyado el movimiento, le daba derecho a montar un set en el lugar y de, alguna manera, asentarse como la cadena oficial del 15M. La consecuencia fue que Ana Pastor fue abucheada, con todo merecimiento. Su actitud no fue la de una informadora, que va a cubrir una noticia. Fue decir “aquí estamos los de la Sexta, los buenos de la tele”. Pocos fueron los pitos para los que mereció. ¡Qué gran lección contra el periodismo-espectáculo!

  1. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

El Conquistador termina, el peor Eurovisión de la década y Bertín pierde con Espe

El lunes pasado terminó el concurso-reality, el programa de más éxito de ETB. Y terminó con la paradoja de que a su ganadora, una tudelana, Erku, no la pudieron ver en su pueblo, porque la derecha más sectaria de Europa ha puesto fronteras al campo y a la televisión vasca. El concurso terminó con una gran audiencia del 15,9%, una media de 113.000 espectadores, acumulando en la noche más de 300.000 espectadores. Es un valor seguro y ya está en marcha la siguiente edición.

El Festival de Eurovisión, además de otras consideraciones de carácter político, tuvo la peor audiencia de la década: 29.8% y 4.292.000. Recordemos que hace un año, con Edurne, llegó al 39.3% y 5.958.000 espectadores. De la década, la mayor audiencia fue para Chikilicuatre, en 2008, con el 59.3% y 9.336.000 espectadores. Un fracaso de audiencia que contraste con el gran espectáculo que hoy es el festival, si bien musicalmente, a mi juicio, es muy pobre.

Por su parte, Bertín Osborne sufrió el pasado lunes un gran revés, al caer más de 700.000 espectadores respecto del lunes anterior. La entrevista con Esperanza Aguirre tuvo un 19% y 3.302.000 espectadores. Lo que demuestra este dato que no vale con que sea Bertín y solo Bertín suficiente para obtener el éxito. Depende de cómo sea la entrevista y lo que dé de sí el personaje. La entrevista a la política madrileña fue la peor que hayamos visto en muchos años. Incluso el propio Osborne estuvo incómodo, porque Aguirre impuso su antipatía, su protagonismo frío y su relato sin alma, distante. Fue una entrevista con poca carga emocional y eso hizo que se resintiera la audiencia.

 

  1. La buena publi

Espectacular Campofrío

Campofrío la ha vuelto a armar con un anuncio de los que hacen época. Este anuncio de su producto Pavofrío es uno de los mejores que hayamos visto últimamente. Va dirigido específicamente a las mujeres de hoy, que lo tienen mucho más difícil que los hombres y que tienen que aguantar aún las acometidas del machismo y la herencia de la desigualdad. Contra eso se establece el discurso del anuncio. Se llama Deliciosa Calma y es un restaurante donde sirven platos muy especiales, pero muy apetitosos para las mujeres. Es un discurso irónico, moderno, duro incluso, que provoca la sonrisa pero también la aprobación de complicidad.

En este caso, no lo ha dirigido un cineasta de renombre. No ha hecho falta llamar a Iciar Bollain ni Alex de la Iglesia. Lo ha hecho un profesional desconocido, Dionisio Naranjo, con uno de los equipos creativos de la Agencia McCann, la agencia de Coca-Cola, formado por Mónica Moro, Raquel Martínez, Jon Lavin, Héctor Losa y Lorena Álvarez. Ellos son los artífices de esta joya publicitaria que ha puesto el nivel en la estratosfera y que ya se apunta como ganadora del premio en el próximo festival de Publicidad El Sol, de Bilbao, que se celebrará en unas pocas semanas. Anticipo mi opinión de que ganará el gran premio. Lo veremos.

http://www.youtube.com/watch?v=1wX5tq-EStk&sns=em

 

  1. Qué ver este fin de semana

Tres buenas opciones

El domingo, final de la Copa entre el Barça y el Sevilla, a las 21:30, en Telecinco. Al margen de lo puramente deportivo, más favorable a los catalanes que para el Sevilla, que ayer volvió a conquistar la Europa League, el espectáculo extradeportivo está asegurado, de nuevo por la cuestión simbólica de las banderas y su impulso político que se traslada a los estadios. La absurda prohibición de la estelada catalana ofrece argumentos de interés para ver cómo se gestiona una situación que dará mucho que hablar. Esperemos que Telecinco ofrezca la realidad sin censura tanto en la cuestión del himno como de las banderas. Ocultar la realidad no resuelve nada, todo lo contrario.

  • El sábado, en Cuatro, a las 16:00 horas, una joya de Tim Burton: “Alicia en el País de las Maravillas”. Pues eso. Una maravilla, de una historia maravillosa, de un relato y personajes maravillosos. Hay que volver a verla. Reparto de lujo, con Mia Wasikowska, Johnny Depp y Anne Hathaway, entre otros.
  • Y a la noche, también el sábado, otra película de las buenas, en la 1 de TVE, a las 22:00 horas: “El jurado”. Peliculón sobre las intrigas judiciales de un consorcio de armas contra la gente víctima de la impunidad de las armas de fuego. Una película para los que creemos en la utopía. Con John Cusack, Gene Hackman y Dustin Hoffman. De las que se dejan ver una y otra vez.

¡Hasta el jueves que viene!

Pucherazo en Suecia. Eurovisión contra Rusia

 

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Había que innovar. Con 61 años y tras sucesivas crisis de identidad, el abuelo necesitaba algunos cambios para justificar su penosa vida. Los anteriores recauchutados ya no funcionaban. La vieja Eurovisión pensó que lo mejor era democratizarse, ponerse en modo guay y, a imitación de los talent show de la tele, dar la palabra a los espectadores a través de sms, apps y smartphones, la etérea tecnología comunicativa. ¿Con qué control, bajo qué parámetros? No importa: lo esencial es que la Europa cantarina revolucionase el sistema de votaciones, dando el poder de decisión, solo la mitad, a sus ciudadanos. Australia había vencido en el panel de los jurados profesionales; pero los sufragios on line dieron la vuelta a la tortilla y proclamaron ganadora a Ucrania con un tema esencialmente político y anti ruso, que trata del genocidio tártaro de 1944.

El resultado es un fiasco de proporciones continentales que ofrece la sensación de un enorme pucherazo. Rusia no debía ganar, aunque tuviese la mejor música, por inconveniencia estratégica; y tampoco Australia, exótica y reciente. Ha sido la edición más política y virtual de la historia. Con más banderas que nunca y más ocultaciones de los verdaderos conflictos europeos: la insolidaridad con cientos de miles de refugiados, un desgarrador Brexit y un neofascismo que se impone con callado miedo. No, la Europa que canta, sus males no espanta.

Tras las misteriosas votaciones de Suecia los que temen el voto electrónico tienen más motivos para desconfiar de su transparencia y limpieza. Hay como una pesada sensación de trampa. No obstante, el espectáculo fue grandioso en coreografías y efectos especiales. La música, algo mediocre. Lo kitsch reinó en todo su esplendor. La nostalgia nos embriagó, con el grupo Abba de mágico talismán. ¿Y España? Como siempre. Barei, la multimillonaria Bárbara Reyzabal, de raíces bilbaínas, probó la amargura del fracaso y José María Iñigo aromatizó la retransmisión con naftalina. Consuélese: Alemania, dueña del tinglado, quedó la última.