
Llueve en mi pueblo, con tormenta incluida, lo que es una buena noticia. La lluvia purifica el ambiente y riega la tierra y el alma de quien la recibe. ¿No podría llevarse, de paso, el maldito virus y con él a todos los que trafican desde la política y la información con el sufrimiento y el miedo de la gente? Esa sería la lluvia perfecta.
El mundo está angustiado, es cierto. Al dolor causado por el coronavirus se une el hecho de las consecuencias catastróficas en la economía. Millones de empleos, negocios y actividades penden de un hilo. Y frente a ese horizonte se estudian y ponen en marcha soluciones. En Getxo y en todos los pueblos de Euskadi se están preparando campañas para salvar el comercio local, las tiendas pequeñas y medianas que llevan cerradas desde hace dos meses y que, de seguir así, acabarán hundiéndose. Los ayuntamientos, que en esta crisis han tenido el papel de “malos”, multando a infractores y regulando el movimiento de las personas, dicen que es el momento de comprar en las tiendas del pueblo y del barrio. Y tienen razón. Los grandes comercios podrán sobrevivir, por su fortaleza; pero si ahora no nos volcamos con los pequeños y medianos, sucumbirán.
Hay que comprar en nuestro comercio. Nuestro, esa es la cuestión. De aquí. Pero no lo hagamos por compasión. Eso no funciona. Hay que consumir en ellos porque sus productos, sus precios y su servicio son buenos. Se compra por comodidad, por calidad, por su atención. Porque son confiables. Y sí, se puede seguir comprando on line aquellas cosas que no encontramos aquí. Además, los comercios locales también deberían digitalizarse y competir con las mismas herramientas.
Sí, el consumo nos sacará de la crisis de la pandemia. ¡Comprar, vivir! Este sería el eslogan de la campaña que yo haría si me la encargaran. Volved a entrar en los bares, comer pintxos, brindad, reid. Entrar en los restaurantes, daos un homenaje, recordar a los que cayeron viviendo de nuevo. Aprovechad las rebajas de temporada que las tiendas pondrán en marcha. Haceos regalos, mover el dinero, disfrutad. Volved al cine, visitad los museos. ¡Hay que ir a la final de Copa a Sevilla!
Cambiad de coche, compraos una bicicleta, haced el viaje aplazado, y ya que no se puede al extranjero, a algún lugar de Euskadi o del Estado español: una ruta de paradores, viaje por la Castilla interior, a Santiago, a Canarias. Por cierto, que el gobierno español debería ayudar al turismo desgravando fiscalmente el turismo interior. De esta manera, no tendrán que rebajar los precios y podrían solventar en parte un año que será malo absolutamente.
Como vasco, pido al Gobierno de Euskadi que incentive el turismo interior, de costa o montaña. Y creo que el presidente Sánchez debería hacer lo propio. No creo que haya en estos momentos y en los próximos meses nada más patriótico que consumir, hacer turismo, vivir, disfrutar y estimular la economía. Hagan el favor.
Comprad, amigos, todo lo que podáis, trabajad a tope. Es solo dinero, pero es vida, mucha vida.










