Jugando en los campus del desamor

Esti(balitz) no me quiere mirar a los ojos por mucho que su madre haya intentado que me salude desde que nos hemos encontrado. Está enfurruñada porque no quiere ir a no se qué pueblo de Huesca a  un «campus de verano».

Le pido una tortilla de patatas para romper el hielo – «¡Pero luego a comer de todo, que ya te conozco y también a tu tío!» interviene ( con escasa perspectiva) mi cuñada. El  atildado camarero del Iruña  trae mi óbolo y Esti sonríe por primera vez.

Mi cuñada se explaya aprovechando la conyuntura: » No sé que tiene de malo pasar un mes conociendo gente nueva en un lugar maravilloso, aprendiendo inglés y jugando al tenis que es lo que más le gusta». «A lo mejor lo que quiere es simplemente estar en casa con vosotros » digo yo como si no dijera nada.

Mientras veo cómo Esti devora su tortilla pienso en lo crudo que  lo tienen los niños y niñas de ahora. Pues no contentos los padres ( y madres) con que además de los estudios normalizados no tengan ni una tarde libre entre el inglés, el piano y – por ejemplo- el taekwondo ( del futbol mejor no hablar pues  el delirio llega hasta el punto de que  casi todos piensan que les  va a salir un Messi), les privan además del asueto de las vacaciones contraviniendo su etimolología . Y ya sabemos que cuando las palabras dejan de significar lo que significan es porque hay detrás intereses creados.

Yo, en mis clases de la universidad, explico que una de las funciones sociales que se ha incorporado recientemente  al sistema escolar es el estabulamiento de los estudiantes a fin de permitir el trabajo de los progenitores, pero considero que ésta es una función más y que no puede ser nunca la principal ni ha de ser ordenada o reforzada según la conveniencia .Al respecto ya hemos tenido la posibilidad de  conocer la propuesta de la administración cántabra de implantar una semana de vacaciones cada  siete de docencia, siguiendo los criterios europeos , y también la oportunidad de ver algunas reacciones:a juzgar por la defensa cerrada de sus  intereses particulares  por encima de los intereses de sus pupilos, alguna Asociación de Madres y Padres  (AMPA) debería ponerse una H al principio…

Esti  ha dado buena cuenta de su tortilla y se limpia la boca con una servilleta.Cabecea y sonríe de nuevo. En su mirada se atisba ya el primer signo de la resiliencia.

 

 

 

De Pisones y pisotones

 

 

Estoy sentado en la minúscula terraza del Bar Avenida, mordisqueando una de sus célebres «felipadas» y bebiendo, a pequeños sorbos, una caña. Espero a M. que tiene que terminar su bolo en la Alhóndiga-Iñaki Azkuna Zentroa en un cuarto de hora.

En lenguaje del nouveau roman, a dieciséis grados   y tres minutos por el oeste atisbo una sombra que se mueve con gestos compulsivos  en torno a lo que pudiera ser un teléfono móvil. Cada tres minutos arroja  impetuosamente una colilla  que cae junto a mi zapato izquierdo sin apagarse. Comprobado el ritmo del proceso,  a la tercera colilla  me veo en la obligación de apagarla , ya con un pisotón manifiesto, y  la sombra se eleva sobre mi y oigo un a modo de gruñido y , a continuación , pasos que se alejan. Recuerdo que una vez M. S-O. me recomendó un libro que todavía tengo pendiente de leer: Molestias del trato humano, de  Juan Crisóstomo de Olóriz.

Viene M. y le cuento el susedido. Sonríe por no reírse. » Es que te lo tomas todo demasiado a pecho. En vez de enfadarte por usar el cenicero grande y no ese pequeño que tiene sobre la mesa, deberías pensar  en la carga de trabajo – como se dice ahora- que  su expansiva actitud aporta al colectivo de trabajadores de la limpieza».

Hago una cambiada y le pregunto por su conferencia, charla o lo que sea (tenemos mutuamente prohibido acudir a las que da cada uno pane lucrando: así nos ahorramos esa frase fatal del «¿qué te ha parecido?» y podemos  mantener nuestra amistad.

Está satisfecho pues , según dice, ha conseguido que  al menos una persona haya decidido dejar de escribir. «Pero», le pregunto, «¿no habías venido a un taller de creación literaria?».»Así es, pero recuerda el  << Sumite materiam vestris, qui scribitis, aequam viribus…>> de la Epistola ad Pisones de Horacio». «Ya, ¿y en cristiano?» » Tome el que escribe asunto que no sea superior a sus fuerzas…»

Y yo me quedo pensando en cuántas veces nos metemos en asuntos que son excesivos para nuestras fuerzas, desde pincho-potes amistosos hasta deportes de no-riesgo: la próxima vez me guardaré y muy mucho de dar pisotones demasiado expresivos.

Calatrava pontifex

 

 

Que la mayoría de los poetas escribe para otros poetas y que la mayoría de los pintores pinta para otros pintores es hoy en día una obviedad por mucho que se sigan suscitando discusiones acerca de qué sea la cultura y de cuántos tipos  la hay. Pero cuando tenemos ante nosotros una obra de ingeniería o de arquitectura se suele traspasar una linea de sombra por cuanto a quienes las han realizado no les basta,  para su reconocimiento social, con un book con unas fotos muy monas o una audaz presentación prezi: es necesario que las obras demuestren además su utilidad.

Me viene todo esto a la cabeza mientras cruzo, con mucho cuidado, el Zubi Zuri diseñado por Santiago Calatrava. Calatrava es, en este sentido, un buen ejemplo del ingeniero-arquitecto metido a artista-escultor que se olvida de que es ingeniero- arquitecto. Pues en efecto,  el aludido puente, tras su inauguración hubo de ser sometido a numerosas reformas tanto para poder acceder al mismo ( ¡ increíble, pero sierto!) como para  evitar descalabros en días de  lluvia ( que como saben ustedes apenas si los hay en Bilbao). Reaccionó don Santiago jurídicamente y jurídicamente perdió. Otro sí ocurrió con su obra del aeropuerto de La Paloma de Loiu: al final se consiguió modificarla para  conseguir que  los viajeros  no recibieran una ducha  repentina en días de lluvia( que como saben ustedes apenas si los hay en Bilbao) al intentar, a saltos, bajar de la parada de taxis y entrar en la zona de «Salidas» y que , ya luego dentro,  no patinaran sobre el suelo irisado que «reflejaba  envolventemente la techumbre». Pero la lista de los fiascos del amigo Calatrava es largísima ( Palacio de las Artes Reina Sofia,  Valencia; Puente de la Constitución, Venecia; Puente del Alamillo, Sevilla…) hasta tal punto que la plebe ha acuñado la expresión «Calatrava-te-la clava».

¿De dónde viene, pues esta  pasión por tener «un Calatrava» (aunque sea a escala menor – pues siempre  juega  con las escalas- como el Itxas Aurre de Ondarroa)?

No lo sé…Como nunca me pude explicar porqué unos amigos míos, nuevos ricos a la sazón, tenían un dibujo de Picasso  junto al inodoro…

(Por cierto,  conozco a algunas gentes que escriben y pintan y que ya han pasado de la fase expresiva a la comprensiva…)