El PRIMER GOBIERNO VASCO DE GARAIKOETXEA( y la sombra de un chandrío)

2025-06-16,

Me ha parecido muy oportuna la frase de Carlos Garaikoetxea dirigida al nuevo Lehendakari Pradales -» ¡“Imanol, suerte, ánimo y al toro!” – pues así se borran muchos años de sombras  intergeneracionales y políticas , reconociendo la labor del primer lehendakari de la democracia, que asumió la difícil gestión de las terribles inundaciones de 1983 y llevó a cabo el desarrollo del Estatuto de Gernika, el Concierto Económico, la Ley de Normalización del euskera así como la puesta en marcha de Osakidetza, la Ertzaintza y EITB.

Pero aquel Gobierno Vasco dirigido por Garaikoetxea tuvo también sus sombras intestinas y una de ellas se proyectó sobre mí de manera insospechada.

Pues, tras el servicio militar, había iniciado mi andadura universitaria en la Facultad de Derecho de San Sebastián de la mano de Goyo Monreal con la intención de crear un Instituto Vasco de Historia del Derecho. Para ello ,y como primer paso, había presentado en octubre de 1980 mi tesina de grado bajo la dirección de Koldo Mitxelena y había solicitado, por consejo de ambos, una de las primeras becas predoctorales bianuales que por entonces otorgaba la Consejería encabezada por Pedro Miguel Etxenike.

Conseguida la beca, durante el curso 80-81, inicié mi investigación- que por cierto versaba sobre Arturo Campión y la Asociación Euskara de Navarra- así como los pertinentes estudios de doctorado.

Pero, sorprendentemente, al finalizar el primer plazo de la beca recibí una comunicación denegándome su prolongación. Intenté por todos los medios abrir un diálogo con los responsables de la Consejería, e incluso con el mismo Etxenike, pero todo fue en vano.

Al cabo de unos meses, cuando ya había retomado mi trabajo en otro centro universitario, Koldo Mitxelena me confió que la denegación había partido directamente de la Consejería y que tenía su origen en alguna disputa de fondo que no alcanzaba a comprender. También Goyo Monreal , siendo ya rector de la Universidad del País Vasco, aludió a discrepancias internas sin mayores profundidades.

Posteriormente, años después, alguien me señaló como responsable de todo aquello a Ramón Labayen, a la sazón consejero de Cultura, y miembro manifiesto del Opus Dei, organización con la que yo había tenido mis más y mis menos durante mis estudios en la Universidad de Navarra. Pero todo quedó diluido en un mero comentario.

Han pasado ya cuatro décadas y hoy en día, ya setentón, tan solo queda la sombra de la sombra de aquel chandrío, como decimos en Navarra, que me cerró sin mayores explicaciones una puerta, aunque me abrió otras no menos interesantes que han articulado mi vida académica hasta la jubilación.

Pero un chandrío es un chandrío y todavía nadie ha dado cuenta y razón por aquella arbitraria actuación…

( Y sí, ya sé que esta es una historia menor, pero me apetecía contarla)

(c) by Vicente Huici Urmeneta

TURISMO ( y turismofobia)

El emblemático edificio de Correos , sito en la Alameda Urquijo bilbaina, construído en 1927 por Secundino Zuazo e inspirado en diferentes estilos, ha sido recientemente vendido para ser reconvertido en hotel. ¿Un hotel más?

Sí, un hotel más: parece que las expectativas respecto del turismo no hacen sino crecer en la capital y animan al Capital a invertir en esta ciudad tan «acogedora», pretendiendo así sumarse a la ola que echará en la piel de toro cien ( ¡100!) millones de turistas en este 2025.

La apuesta por lo tanto ya está hecha , aunque un tanto con la boca pequeña para no asustar demasiado, por mucho que en otros lugares la jugada no esté saliendo demasiado bien.

Pues apostar por el turismo genera grandes distorsiones sociales como la gentrificación de las ciudades y  el correspondiente desplazamiento de su población original ,los atascos en las vías y en las calles y plazas, los alquileres inasumibles, el consumo ilimitado de recursos naturales, los trastornos en el ritmo cotidiano (la imposibilidad, por ejemplo, de tomar nada que no sea comida en una terraza a partir de las siete de la tarde) y el déficit de algunos servicios públicos como la sanidad, fenómenos todos ellos que para cuando se manifiestan en toda su plenitud ya son incontrolables.

Por esta última razón, y antes de que se levante un gran movimiento de «turismofobia» como en Venecia, Barcelona, Palma de Mayorca o incluso recientemente Valencia, parece necesario, ya que el ojo estratégico político se muestra muy nublado (¿ por interes varios?), adoptar de inmediato algunas medidas tácticas entre las que destaca la imposición de tasas turísticas, que modularían la entrada del turismo excesivo y servirían para mejorar los servicios implicados.

Y, por supuesto, sin renunciar a un debate a fondo sobre esta alternativa turística , teniendo en cuenta que, según INE, un tercio de la ciudadanía no puede permitirse salir de vacaciones ni una semana al año y otro sí – y esto se supone que debería preocupar a quienes en estos lares tienen mando en plaza – que el turismo destruye lo autóctono, disolviéndolo en una globalización espuria,,,

(c) by Vicente Huici Urmeneta

LA UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO ( y las universidades privadas)

«Sería , pues, también necesario dar luz e investigar sobre estas Universidades que si bien han cumplido un papel en épocas pasadas, pueden llegar a ser un obstáculo fundamental a la hora de implantar la Universidad Vasca. Estudiemos, por lo tanto, su estructura, financiación, sistema docente, implantación social y cualquier otro aspecto que nos ayude a aclararnos sobre esta cuestión».

He recordado este párrafo de un artículo que escribí en marzo de 1978 comentando la excelente ponencia titulada «La Universidad Vasca: algunos problemas» presentada por Jesús Leguina en una mesa redonda que se celebró sobre el tema en la Universidad de Deusto el 28 de abril de 1977, y en la que también participaron los profesores Juan Churruca y Gregorio Monreal.

Y lo he recordado porque a pesar de que por entonces la Universidad del País Vasco- Euskal Herriko Unibertsitatea era una aspiración que no se materializaría hasta 1980, y de que en aquella ponencia se trataban muchos aspectos todavía relevantes que convendría repasar, ha trascendido la noticia del acuerdo entre el actual Gobierno Vasco y el Gobierno de España para modular, entre otras cuestiones, la implantación de nuevas universidades privadas en la Comunidad Autónoma de Euskadi.

La cuestión no es en modo alguno baladí, pues en los últimos años ha habido un incremento en la apertura de universidades privadas , hasta el punto de que en España hay al día de hoy un total de  96 universidades, siendo 50 públicas y 46 privadas, con graves problemas de financiación en el caso de algunas p´úblicas, y habiendo salido adelante cuatro de las privadas pese a no cumplir con los criterios técnicos vigentes.

Y es quizás este último aspecto- el incumplimiento de los «criterios técnicos»- el más preocupante y el que exigiría un mayor desarrollo protocolario por parte de la Consejería correspondiente, para garantizar su correcta ubicación en la red universitaria vasca y evitar que el ámbito de los estudios superiores se deteriore convirtiéndose en un mero mercado.

Todo lo cual exigiría que quienes tienen responsabilidades políticas ad hoc , sean políticamente responsables contemplando adecuadamente la formación , la investigación y la proyección social del desarrollo de una estructura universitaria propia, dotándola en el ámbito público de los recursos necesarios.

(c) by Vicente Huici Urmeneta

GAZA: ¿HASTA CUÁNDO? ( en 100 palabras desesperadas de Valen Riaño)

El terrible genocidio que se está llevando a cabo en Gaza ante la imperturbabilidad cómplice cuando no acobardada del mundo llamado civilizado, retransmitido además día a día, casi hora a hora, no ha sido ajeno a la dinámica del Taller Literario que coordino.

Valen Riaño nos ha dejado este poema desgarrado y desgarrador:

Hasta cuándo.
En 100 palabras desesperadas

Grité a un mundo ensordecido.
Ciego de desprecio, busqué una compañía ausente.
Solo, me sentí solo en mi soflama.
Las muertes continuaban uniéndose a su tierra deseada.
El martirio exhibido, sin sentido, se abría paso entre las discusiones.
Mirando sin mirar, los olvidaban,
quitándoles su condición, llamándoles animales.
¿Eso es lo que aprendisteis años atrás?
Ahora os reís de vuestros padres
y los condenáis, de nuevo a ser odiados.
¿Qué aprendisteis de vuestro dolor?
De víctimas a verdugos, de humillados a humilladores.
Y con los fusiles en las manos, matáis a nuevos condenados
con el amparo del resto del mundo.

(c) Valen Riaño

CÉSARE PAVESE ( y la norteamérica de Trump)

Hasta la madrugada del día 22 de abril Césare Pavese era el autor de un libro titulado El oficio de vivir que tenía su lugar correspondiente en la sección de autores italianos que habían practicado los textos autodiégicos a los que he dedicado una gran parte de mi trabajo académico y de mi pasión particular.

Pero esa madrugada fue para mí definitiva porque a lo largo del viaje que, tras una larga escala, me llevo hasta el aeropuerto de Turín, tuve la ocasión de releer esta obra y me quedé sobrecogido por su profundidad tanto sentimental como conceptual, así como por , y principalmente, su habilidad estilística.

Durante los siguientes días, fui recorriendo y reconociendo los lugares que se iban citando en el texto y ya a la vuelta ,no he podido evitar lanzarme a una lectura cronológica y rigurosa de todas las obras del escritor piamontés, insistiendo en su poesía y en las de contenido más autobiográfico , incluido , por cierto, su famoso diario secreto ( il taccuino segreto) donde se da cuenta de algunos aspectos de su postrera ideología teñida ya de un toque esotérico y conservador – tal que le ocurrió otro sí a Fernando Pessoa- que ya sorprendió a Italo Calvino cuando se publicó en La Stampa años después de su suicidio (1950).

Pero hace muy poco, leyendo una excelente recopilación de art´ículos publicados en revistas varias – La Literatura norteamericana y otros ensayos – encontré estos párrafos en el titulado «Ayer y hoy», de 1947: » Pero sin un fascismo al cual oponerse, es decir, sin un pensamiento históricamente progresivo que encarnar, ni siquiera Norteamérica, por muchos rascacielos, automóviles y soldados que produzca, podrá estar en vanguardia cultural alguna. Sin un pensamiento y una lucha progresiva incluso correrá el riesgo de darse ella también al fascismo, y acaso en nombre de sus mejores tradiciones».

Y me he quedado en suspenso, meditando sobre estas palabras, sobre Trump y Elon Musk, y sobre los duros enfrentamientos que mientras escribo estas líneas se están produciendo en Los Ángeles entre manifestantes contrarios a la nueva política inmigratoria y la Guardia Nacional. Y preguntándome dónde están los descendientes de Waldo Emerson o Henry David Thoreau…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

LOCAL DE ENSAYO ( de Fernando Gegúndez)

A la hora de narrar la historia del rock vasco ,de sus orígenes y desarrollo, de sus ecos y extensiones, no ha habido hasta ahora mejor narrador que Fernando Gegúndez.

Nada fue si no es narrado. Nada es si no es narrado. Nada será si no es narrado. Y si la narración tiene un apoyo documental resulta si no más verdadera al menos más verosímil, como decía el historiador Paul Veyne. Y si la documentación tiene un apoyo sonoro, la verosimilitud se muestra ya en su máxima expresión.

Y a la hora de narrar la historia del rock vasco ,de sus orígenes y desarrollo, de sus ecos y extensiones, no ha habido hasta ahora mejor narrador que Fernando Gegúndez que en su larga trayectoria como crítico musical ha ido dando cuenta de apariciones y desapariciones, de ascendencias y descendencias, de amores y desapegos, siempre desde la primera linea de fuego, ya fuera, en sus comienzos, en Txomin Barullo Irratia, en la célebre y pionera revista Ruta 66, o en su largos años en Radio Euskadi.

Implicado y explicado, ha sido además capaz de alternar su participación institucional durante  veintinueve años como miembro del jurado del Concurso Pop Rock Villa de Bilbao, con reafirmaciones políticamente incorrectas como cuando, con ocasión de la elección de una banda sonora de Bilbao, propuso para sorpresa de bienpensantes ‘Bilbao, mierda, rock’n’roll’, de MCD

Ampliando su atención más allá de las fronteras de la tierra vasca, y recogiendo su interés por la escena musical del pop y el rock de nuestros días, Gegúndez lleva ya un tiempo mostrando y contextualizando novedades y reencuentros en su espacio Local de ensayo, podcast que prolonga en la actualidad bajo el mismo nombre el ya histórico programa musical de la radio vasca.

Desde estas líneas no puedo sino desear que su labor tenga continuidad y que sea muy tenida en cuenta , como una fuente privilegiada, cuando se pretenda llevar a cabo una investigación histórica sobre la vida cultural y social del País Vasco contemporáneo.

(c) by Vicente Huici Urmeneta

SOLEDADES ( de la mano de Patxi Lanceros)

Finalizó el pasado lunes, en el magnífico salón de actos de la bilbaína Biblioteca de Bidebarrieta el ciclo de conferencias titulado Soledad(es)- Bakardadea(k), coordinado por Patxi Lanceros , compañero de viejas tertulias y colega universitario de larga duración.

Así, y en sucesivos lunes de este florido afuer de aguado mes de mayo, se fue tratando este tema tan singular en el contexto de un mundo aparentemente hiperconectado, destacando las nuevas voces de Juan Gómez Bárcena ( Mapa de soledades), Laila Yousef Sandoval ( Entre fronteras y ausencias. La soledad del refugiado) , Alba Jiménez Rodríguez ( Lo que- solo-un cuerpo puede: una nota fenomenológica para pensar en soledad) , y David Sánchez Usanos ( Jinetes en el horizonte- La soledad y la desconexión como motivos literarios y art´ísticos) que divagaron concienzudamente sobre la soledad sobrevenida, la deseada y hasta la difícilmente lograda.

Es esta sin duda una de las iniciativas más sobresalientes de una biblioteca pública que a la pasividad activa de sus fondos puede sumar su proactiva actividad , bien documentada y siempre recuperable, garantizando así su proyección social.

Es de esperar que este programa que lleva por título Cultura y Pensamiento/ Kultura eta Pentsamendua continúe y que se sumen nuevos temas , nuevas intervenciones y acaso nuevos formatos como el diálogo que tanto agiliza este tipo de encuentros.

Pero, en fin , no puedo finalizar esta breve crónica sin citar el comienzo de un poema que vengo releyendo desde hace muchos años y que pertenece al libro Sermón de ser y no-ser del para mí inolvidable Agustín García Calvo:

«Amarga y seca la soledad, en tanto al menos
que se siente como falta y no ha aprendido uno
a alimentarse de ella y a saborearla
como mosto del lagar sacado en la merienda
de los compadres o como el jugoso trébol
que mascas junto al cuello y a los hombros blancos
de aquella que contigo se perdió en el bosque
y sollozaba bajo tu cuerpo. Y, sin embargo,
era soledad seguramente el verdadero
alimento de tu corazón…»

(c) by Vicente Huici Urmeneta

SEMÁFOROS (¿rotos? ¿rojos?)

«Las asociaciones de vecinos consiguieron en su momento que los ayuntamientos alargaran las líneas de autobuses hasta los barrios, que se pusieran semáforos…» dijo entre otras cosas Fernando Martínez, Secretario de Estado de Memoria Democrática del gobierno español, en el largo discurso que culminó el acto institucional de reconocimiento de la lucha vecinal,celebrado ayer en Bilbao en el marco del programa ESPAÑA EN LIBERTAD 50 años.

Hubo, por supuesto, otras intervenciones más o menos oficiales, y música y poemas y también se aprovechó la ocasión para proyectar un nuevo documental de Mikel Toral y Txutxi Paredes, titulado «El barrio, tercer espacio de la lucha antifranquista» que se suma a los anteriores que trataron del mundo fabril y de la singular memoria de las mujeres trabajadoras.

El acto finalizó con una audición coreada del «Txoriak txori» , de Joxean Artze y Mikel Laboa, tan imprescindible últimamente, y del famoso «Canto a la libertad» de José Antonio Labordeta, de tan larga duración.

Pero, a la salida, recordé que dos días antes se habían desmochado dos semáforos de la mano – y nunca mejor dicho – de algunos hinchas desaforados y chancleteros – y otrosí desnudos y orinantes – y que había habido un bloqueo multitudinario de autobuses urbanos en la capital vizcaína como consecuencia de la celebración de la final de la Eurocopa de Fútbol 2025, apologizada con sorpresiva unanimidad por la mayor parte de los medios de comunicación.

Y recordé las palabras de Alaitz Argandoña, Presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao, señalando la verguenza que supone someter la dinámica vital de una ciudad a unos intereses privados y particulares ,poniendo a su disposición recursos públicos pagados por toda la ciudadanía.

Y volviendo hacia mi casa en plan azotacalles que diría Clarín – » flanêur», en francés y más fisno– me preguntaba si estos semáforos rotos no habían sido también semáforos rojos…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

EL TURISMO EN MASA (nos quita la casa)

Bajo el lema «El turismo en masa nos quita la casa», miles de manifestantes han protestado recientemente en Canarias contra lo que consideran una invasión turística, a la vista de que en los últimos años la comunidad isleña ha pasado de recibir 10,43 millones de visitantes a 17,7 millones , o sea, tantos como los que reciben Brasil y la República Dominicana conjuntamente.

Si estas cifras se extrapolan al conjunto español , los 30.6 millones de 2000 se han convertido en los 126 millones de 2023, y  las previsiones indican que a lo largo de 2025 se superará este último número.

Sin duda , este record histórico no se podría entender sin la recientemente aludida «eventización» a que se viene sometiendo a pueblos y ciudades, pero, por otro lado, tiene y mucho que ver con otros fenómenos que aparecen una y otra vez en los medios de comunicación como, por ejemplo, la subida de los precios de la vivienda, pues con la dinámica implantada por algunos fondos de inversión lo que debía ser un derecho se ha convertido simplemente en un nicho de negocio para satisfacer la desasosegante demanda turística.

Y otro tanto se podría decir acerca de la incorporación cada vez mayor de un proletariado mayormente procedente de la inmigración en el mundo de los servicios que atienden a este mismo turismo y que a su vez y por lo general está controlado por grandes multinacionales que pagan unos sueldos muy bajos cuando no miserables.

El modelo turístico, heredado, por cierto, de la época franquista, no solo ha tenido y tiene graves consecuencias en la vida cotidiana de la ciudadanía sino que también y de hecho está impidiendo un cambio de modelo productivo generando una mayor dependencia de los flujos globales que , además,pueden variar en cualquier momento, en función de modas y conflictos internacionales.

Y en este punto, lo que acaso resulta más incomprensible es el empeño ciego de algunos poderes políticos que, haciendo caso omiso a las experiencias de lugares como Venecia, Barcelona o Palma de Mallorca , se esfuerzan por implementar una vía que solo genera pan para algunos hoy y hambre para casi todos hoy y mañana, llegando a redelinear sus supuestos identitarios para venderse como destinos turísticos de primer orden.

Refexionar sobre esta desquiciada alternativa que tan solo beneficia al sector privado que a su vez encuentra la comprensión activa de las instituciones públicas y sus regalías correspondientes, debería ser una de las prioridades de quienes tienen el mando en plaza otorgado por la ciudadanía…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

EUROPA LEAGUE 2025 FINAL (y tal)

Tanto en la calle como según los medios de comunicación , incluso en los más conservadores, la celebración de la final de la Europa League 2025 en Bilbao ha desatado una gran polémica.

La polémica se centra, no ya en que los aficionados ingleses ( dicen que puede acudir hasta 80.000) puedan gastarse hasta 2.000 € en un viaje en avión, sino en que además deban pagar hasta 5.000 por una habitación, o , por poner otro ejemplo, hasta 10 por una caña.

Sin entrar en una dimensión moral – o incluso ética-, la subida inusitada de precios ha centrado la discusión pública utilizando argumentos elementales, como el de la ley de la oferta y la demanda, pero también de más calado, como, por ejemplo, la relativa a la imagen depredadora que se pueda ofrecer de la ciudad.

Y acaso es este el aspecto más interesante pues, una vez más, parece que más allá del «posicionamiento internacional» se prefiere hacer la cuenta de la vieja que una cuenta a largo plazo, como ya destacó el historiador Manuel Tuñón de Lara en relación al desarrollo de la minería y la implantación de la siderurgía en los albores del siglo pasado: la oligarquía vizcaina tardó veinticinco años en darse cuenta de que era mejor tratar el mineral de hierro en casa que exportarlo a mansalva.

Bien es cierto que resulta difícil apartarse de esa corriente global que se viene denominando eventization y que articula el futuro de las ciudades y pueblos en la oferta continua de «eventos» mayormente deportivos y festivos con un toque identitario, sin despreciar iniciativas como «el día de la antxoa» o el «campeonato de lanzamiento de la rabiosa».

Pero una y otra vez se constata la incapacidad regulatoria de los poderes públicos que tan solo aplican cuidados paliativos a iniciativas privadas, eso sí, rasgándose de vez cuando las vestiduras o exhibiendo con la boca pequeña el «impacto económico» de las propuestas -¿ y es que el despliegue de la ertzaintza y otros cuerpos policiales es gratis?

Por otro lado,y a pesar del viejo lema ciceroniano «Historia, magistra vitae», parece que la incultura general básica de algunos y algunas dirigentes les impide recordar fracasos sonados y carísimos como fue aquel famoso intento de posicionar la ciudad trayendo la World Series en 2005.

Entre tanto, las masas turísticas invaden la ciudad cambiando los horarios de comidas y cenas y dando rienda suelta a su alegría o a su mala baba, y el que sucribe , por ejemplo, debe sorportar las melopeas nocturnas del personal que sale y entra entre alaridos y músicas de atambores tarzanescos en un bar de copas, y otro sí la pestilencia alternativa de una taberna que de tan típica ( aunque , eso sí, «posicionada en las redes»), no tiene otra salida de humos que el portal de mi casa…

(c) by Vicente Huici Urmeneta