LA EXCELENCIA TAL Y CUAL

Candice Renoir es una serie francesa un tanto buenista protagonizada por una comandante de la Gendarmería criminal, separada y madre de cuatro hijos,  que se incorpora al cuerpo tras diez años de ausencia y que  se enfrenta al rechazo de superiores e inferiores al no poder dar cuenta de las » innovaciones» que se han producido en el trabajo policial.

En uno de los episodios, la comandante , harta ya de tener que hacer continuamente informes en una plataforma virtual, pregunta a su jefa » Pero  bueno, ¿ ahora va a ser más importante contar detalladamente cómo detenemos a los criminales que detenerlos?»

Esta anécdota se la contaba ayer a Akeita – nombre de guerra de un colega de los setenta que aludía a su «mal café » antifranquista habitual- mientras nos resguardábamos en los porches de la Plaza Nueva de una lluvia racheada. Y venía a  que, según decía,  estaba hasta las cartolas del programa de calidad con sucesivos labels  que habían implantado en su Facultad para conseguir incorporarse a un régimen de » excelencia «. «Parece», añadía, » que continúa habiendo una desconfianza general  sobre el trabajo del profesorado y para evitarlo no se les ha ocurrido hacer mejor cosa que  atorrarnos con más y más papeleo…Así cada vez que estoy con un alumno debo abrir el ordenador, entrar en una plataforma y especificar todos los datos personales, cuánto tiempo ha durado la «relación» y que hemos tratado…»

He dejado a Akeita  en su peor café y me he retirado dando un largo paseo por la Gran Vía.Ya en  casa me he  encontrado con este largo aforismo de Jorge Wagensberg: » La obsesión por la excelencia corre el riesgo de conducir hacia el pensamiento único, desde donde el riesgo es resbalar hacia el pensamiento nulo».

Pues eso, que diría un Umbral…

ELS SEGADORS

 

Esta mañana, mientras desayunaba (y a la vista del día que es) he recordado que  el viernes leí una columna  en el diario Berria en la que la suscribiente, una joven de sonoros apellidos vascos, comentaba que se había emocionado mucho con el cántico en el que habían irrumpido los diputados del Parlament tras la aprobación de la ley del referendum, cántico que no conocía pero que le había parecido muy «épico». Despues añadía que, detectado el tal cántico, resultaba ser Els segadors y a continuación nos los traducía con tanto entusiasmo como fervor.

Tal  mezcla de candidez y sinceridad no ha evitado sino que ha precipitado que  recordara algunos episodios ( universitarios) como la indiferencia total ante una fecha como 1876 ( de 1841, mejor no hablar), la afirmación rotunda de que » Franco era un rey que…» o el desasosiego colectivo ante mi mención del » carlismo». En este úlimo caso fue incluso precisa la entonacion y análisis del Oriamendi para mayor ilustración…

Lo cierto es que no sé qué demonios han estudiado algunos ( y algunas) en sus respectivos institutos, colegios o ikastolas para venir tan cortos ( cortas ) de alcance, perdiendo por el camino aspectos singulares de la memoria colectiva. En mis tiempos, uno se sabía por ley el Cara al sol, el Oriamendi, y de la mano de la familia y de los amigos el Eusko gudariak y el Gernikako arbola,  añadiéndose en mi caso Os pinos ( aprendido de la boca de  una colega de las «mocedades revoltoseiras») y, por supuesto, Els segadors

Conocer » cánticos» como este y contextualizarlos hablando de paso de la lengua y la literatura de donde proceden ayudaría más , supongo, que el papanatismo puntual que ,  en ocasiones, se está viendo durante estos últimos días.

Y mientras tanto…Bon cop de falç!

JEAN-PAUL SARTRE REVISITED …EUSKERAZ

Jean-Paul Sartre  y Simone de Beuvoir

La figura y la obra de Jean-Paul Sartre tuvo cierta influencia en la intelectualidad vasca de la postguerra, sobresaliendo el caso de José Luis Álvarez Enparantza ,»Txillardegi».

Recordaba este detalle mientras me acercaba el viernes a la Facultad de Filosofía de la UPV, acudiendo como miembro de un Tribunal que iba a juzgar la Tesis Doctoral de Juan Mari Agirreurreta Elosegui que, titulada »  Fikzioa  J.-P. Sartreren diskurtso teorikoan» [ La ficción en el discurso teórico de J.P. Sartre], me había resultado muy sugerente desde el principio.

La defensa fue tan excelente  como el texto presentado y obtuvo la máxima calificación.

Aún así, ya de vuelta por esa autopista que articula nuestra gran conurbación atlántica , me felicitaba por haber podido asistir a aquel  acto , pues la Tesis presentaba tres características singulares. Por un lado, rescataba a un autor del que ya casi nadie se acuerda – y que fue , por cierto,uno de los pocos que rechazaron el Premio Nobel- ; además la investigación se articulaba en una magnífica traducción de un relevante capítulo de El Ser y La Nada; y, por fin , todo el trabajo se había llevado  a cabo  en un euskera , para  mí, modélico.

Así que recordé unas viejas palabras de Josep Pla que decían : “En el clos d´una cultura, hi ha una missió obscura però indispensable: continuar.  Aquest llibre no és mès que la continuació del que s´ha fet abans a l´objecte que els que vinguin puguin treballar…»

AQUELLOS CHICOS DEL COU

Cuando iba camino de los diecisiete años, durante el  curso 1971-72 ,se implantó el denominado Curso de Orientación Universitaria  o COU ( familiarmente  conocido como  Curso de Desorientación Universitaria) que permitía el acceso directo a la universidad sin pasar por el PREU o  prueba  de selectividad alguna.

Fue un año muy especial, pues se dió entrada a algunas chicas en el Colegio de los Hermanos Maristas, ya que, por ley, el COU debía cursarse en régimen mixto. La presencia de  las chicas, a pesar de ser dos o tres  y proceder de un colegio religioso cercano, fue motivo de muchos comentarios y algarabías varias.

Quienes ahora  acuden a los centros educativos en régimen de coeducación  no pueden ni imaginarse lo que era una enseñanza separada según sexos y, sobre todo, no han tenido, digamos, la ocasión de  desatar un imaginario  complejo y tumultuoso respecto del sexo ausente. Supongo que la mayor parte de los tabúes sexuales, de los ideales  masculinos y femeninos, y de los modelos de relación  social  que hemos padecido aquellos que nacimos antes de  1960, se han conformado   a la medida el desconocimiento sistemático del sexo  contrario que generaba este tipo de enseñanza.

Además, este imaginario era bifronte casi hasta lo esquizoide. Así, en nuestro caso, las mujeres, y por extensión, las chicas que podíamos conocer, debían ser guapas y tener buen tipo, es decir, debían ser algo así como unas muñequitas intocables y admirables; pero, por otro lado, sin conocer en absoluto el cuerpo femenino, debían mostrase en el momento adecuado como verdaderos chupópteros sexuales y dejarnos extenuados ( todavía no habíamos leído  al Michel Foucault de Historia de la Sexualidad, en el que esta hysteria se explica admirablemente. Ni que decir tiene que nada de todo esto tenía que ver con la realidad ni, sobre todo, con la realidad de las mujeres como seres humanos, y que nos podíamos sorprender  con sólo saber que  acudían al cuarto de baño y hacían aguas mayores como cualquiera de nosotros.

En cualquier caso, la sexualidad de aquellos años era todavía muy elemental y no pasaba del tonteo y de cierto vacile torpe y desmañado. Y como yo no podía exhibir músculo , que era lo que mayormente exhibían mis compañeros  de clase- sobre todo los muy solicitados practicantes de  la natación – yo exhibía boca, y pronto comprobé que  con mis chistes y gracias podía defender mi territorio frente a  algunos armarios andantes que me rodeaban.

Y así sigo…como en el COU…

PAUL AUSTER EN BILBAO

Ayer, tras mi paseo vespertino por Abandoibarra, recalé una vez más en el Periflú donde dí buena cuenta del correspondiente pintxo de bonito con anchoa. Y, como de costumbre , lo hice leyendo el último periódico de la jornada ( me los voy leyendo todos a lo largo del día y siempre en papel.

Así me enteré de que el escritor  norteamericano Paul Auster había pasado unas horas en Bilbao- siesta incluida- , presentando su último libro – titulado 4 3 2 1. De Auster , poco hay que decir a quien no lo conoca, salvo recomendarle la lectura de su Trilogía de Nueva York, muestra espléndida y  manifiesta de la novela de detectives post-moderna. Así mismo ( o asímismo) , Auster es conocido por ser el marido de la también escritora Siri Hustvedt  que ya visitó Bilbao recientemente y el padre de  la artista Sofía Auster. Por lo demás la información incluía una fotografía de gran tamaño en la que , creo, la directora del centro AZ – antes Bilbao Alhóndiga-  parecía enseñar las instalaciones a un Auster con gafas de sol en día de sirimiri que miraba claramente hacia otro lado.

Y en este punto recordé precisamente que pocos días antes había recibido la confirmación , digamos que oficial, de que las actividades de iniciación a la escritura que durante varios años había desarrollado en el AZ junto a varios colegas en el contexto de la AZ Letra Eskola, se habían suspendido sine die, porque «la nueva política cultural del Centro» – que no deja de ser una de las sedes de la Biblioteca Municipal de Bilbao-  «ya no contemplaba ese tipo de iniciativas», supongo que excesivamente «básicas».

Cerré el periódico y me quedé pensando  en lo contentos que se habrían quedado todos. Auster, por presentar en el Bilbao del Guggenheim su última obra, la dirección del  AZ ( para no bilbainos ,Azkuna Zentroa) por sacarse la foto correspondiente para el book  anual y la editorial porque todo hubiera sido tan fácil… y tan «austero»

EL OLOR DE AQUELLOS LIBROS NUEVOS

Cuando estudiaba en el Colegio Santa María la Real de Pamplona- que , según me han dicho, se va a convertir en un Macro-Centro Comercial- la compra de libros y cuadernos nuevos  era uno de mis momentos preferidos.

Todo se compraba a través de una pequeña ventanilla tras la que apenas si se atisbaba a un tal Hermano Antonio que, en cuanto se le decía qué curso se iba a comenzar, ponía delante en una especie de hatillo todo lo necesario.

Yo, en cuanto podía, deshacía el paquete, escogía el libro más gordo – que generalmente era el de Historia- lo abría por la mitad como si fuera un melón y me lo llevaba a la nariz. Aquel olor de libro nuevo me resultaba muy embriagante, quizá por las colas de encuadernar que se utilizaban, así que después repetía la operación con todos y cada uno de los libros restantes.

Este gusto por el olor de los libros se ha mantenido hasta hoy y en algunas ocasiones me ha supuesto algún problemilla sobre todo en las secciones de librería de los Grandes Almacenes.

Así que cuando ahora veo a los escolares dotados de tablets  y otros artilugios similares, sin poner en duda su mayor o menor eficacia pedagógica, me pregunto si no se estarán perdiendo algo…

 

BACK TO SCHOOL …Y TAL

Nada más llegar a la tercera planta nos hemos topado  con un enorme grupo que rodeaba a dos treintañeras que se disputaban el último ejemplar de un ya casi despedazado libro  – que hemos supuesto » de texto».

Las dos lucían tacones altísimos y faldas cortísimas y a una de ellas le apoyaba a gritos que casi eran ladridos un tipo bajito , barrigudo  y tatuado hasta las cejas que parecía ser su pareja.

El tumulto se ha disuelto ante la irrupción de dos machotes de seguridad y mirada atravesada, y hemos aprovechado el pasillo que se ha abierto ad hoc para llegarnos hasta una larga cola que se suponía que terminaba en una caja de la zapatería.

Entre niños llorones y abuelas sudorosas, hemos podido pillar al paso a una dependienta a la que le hemos comentado que nos habían llamado para recoger unos zapatos para  mi hija. La respuesta ha sido: » ¿A qué hora os han llamado?» Y yo: » Esta mañana a las once». Y ella: «Ya, ya, claro a esa hora si había…pero ahora…» Anonadados que nos hemos quedado por no tener contratado un servicio de hiper -espacio o , cuanto menos, un modesto dron doméstico, hemos decidido hacer tiempo así que se ha ido la susodicha con cara – mucha- de perdonavidas, por ver si quedaba algún par (de zapatos.

Y aquí estamos , bajando por las escaleras mecánicas de estos grandes almacenes , preparándonos para intentar  comprar unos rotus en la planta de papelelería.

He recordado al efecto esta frase del capítulo  VII de El arte de la guerra de Sun-zi: » Utiliza el engaño para establecerte en una posición…» Así que ,para comprar los rotus , habrá que hacer como que queremos unos lapicerillos y luego..¡zas!

 

 

ESTADO DE… DESECHO

Ayer, mientras desayunaba, leía un probo artículo de un probo ex-profesor y ex-político, a fuer de culto -eso nadie lo puede negar- en el que centraba la crisis política pertinaz que nos acosa  en la elusión progresiva del » Estado de Derecho».

En principio parecía que se refería  a un estado liberal avanzado que más bien se remitiría a un Estado de Bienestar en el que  dicho bienestar ,más allá de cubrir derechos fundamentales como los relativos a la salud,  a la enseñanza o a la vivienda, podría incluso atreverse a sostener una renta básica universal que se percibiría por el mero hecho de formar parte de la ciudadanía.

Pero, al cabo, se mostraba claramente que no era así. Pues la argumentación se iba afilando progresivamente, y la ciudadanía perdía su lengua y su sentimiento de identidad, convirtiéndose en un ente abstracto pseudo -republicano, tan abstracto como el Estado que se reivindicaba, que ya no era exactamente » de Derecho» sino un Estado «a secas». Esto último se evidenciaba en  una cita sottovoce muy  a lo Max Weber – » pues es el Estado quien tiene el monopolio legítimo de la violencia»- aunque se reclamaba explícitamente del buenismo impertérrito de don Manuel Kant.

Aún así esta mención kantiana  me reveló  la figura  escondida del egregio G.W.F. Hegel, aquel listo que escribió de todo lo habido y por haber y que dijo en su Filosofía del Derecho: » Todo lo que el Individuo es se lo debe al Estado. Se podría decir que el Estado es el fin y el Individuo su medio, pero con ello no se podría resumir la magnitud de la implicación, pues el Estado es sin duda lo Divino sobre la Tierra».

Supongo que sustituir el Estado por el Estado de Derecho que a su vez resulta un Estado de Bienestar que se está convirtiendo en un Estado de Desecho merecería una respuesta, pero yo ya no estoy para estas lides y me conformo con escribir algún que otro haiku de vez en cuando…

401: SÉ DIVERTIDO O TE MATARÁN

Suelo leer  los sábados el suplemento cultural de La Vanguardia donde siempre encuentro algo interesante ( a diferencia, por cierto, de un periódico que pretende ser desde hace un tiempo el vocero de todo «el país» y del que ya sólo puedo leer sin ruborizarme los artículos de Joaquín Estefanía Moreira y Vicente Verdú.

En el último suplemento venía una jugosa entrevista con el director de cine catalán Ventura Pons, el cual  recordaba una cita de Billy Wilder que decía: “ Si quieres decirle la verdad a la gente, sé divertido o te matarán”.

En recordando algunas de las ( para mí) maravillosas películas de Wilder –  citaría todas , pero , de   ser una, sin duda «Con faldas y a lo loco», aunque a lo que viene, acaso mejor «Uno, dos, tres»- me he reído un buen rato reconociendo el poder corrosivo del humor siempre que no se utilice como  solución a problemas drásticos de identidad ( siempre me ha parecido una solemne  gilipollez lo de »  reírse de uno mismo/ una misma») o similares.

La prueba a la  contra está en que la retórica  de quien manda siempre  incluye «lo serio» en su, por otro lado, aburrido y repetitivo discurso. Así,  fórmulas  como  «una persona seria», » un serio intelectual», » un político serio»…»un país serio» y tal. Aún así hay quien se empeña en  competir en seriedad, prietas las filas, con lo que a la seriedad mundial se suelen sumar las micro-seriedades locales…

Y entre tanto, hay por ahí un tipo con el pelo cortado a la última que se ríe un montón apretando botoncillos rojos  que  sueltan misiles con cabezas nucleares ,pues dice que está  hasta los mismísimos de que le hagan día sí y día no maniobras conjuntas frente a la puerta…¿Pertenecerá  esta risa a un código cultural que no hemos pillado? O es que , a lo peor, si eres divertido , también te pueden matar…

400

Hoy, 31 de agosto, fiesta tan señalada  para ese trozo de Iparralde denominado Donostia,  las teclas de mi ordenador han alcanzado sus cuatrocientas entradas en este blog.

Cuatrocientas entradas  son unas cuantas, sobre todo cuando no se preveía más allá de un ciento y eso como mucho, pero esa pasión tan bien detectada por Roland Barthes en el tantas veces recomendado La preparación de la novela, y denominada «scripturire» o «manía de escribir», ha podido más que yo mismo, mi apuesta y  mis  expectativas.

Entro ahora en una nueva etapa de mi vida que algunos han llamado dorada acaso por el color de las tarjetas de crédito que, supongo, tendrán. Entre mis teclas se acumulan escrituras varias, unas todavía reclamadas por la Academia- Professor que soy- sobre ese tipo que me  he inventado y he llamado » zoon elektronikón» ,y que pretende caracterizarnos; otras, generacionales y  siempre pendientes – la mayor parte repetitivas hasta la obsesión desde  el asesinato de Germán Rodríguez en los sanfermines de 1978; y unas últimas, por fin, mirando hacia Oriente , rebotando entre China y Japón y aterrizando de vez en cuando…en Sicilia.

Ya se verá qué le depara el futuro a mi corrector de estilo. Sea lo que sea, compartir estas  400 escriturillas ha sido un placer.