Art-Içarra goicetan…( meditaciones matutinas bajo la luz de Venus)

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El paseo de hoy me ha llevado por  el Campo Volantín al amanecer. En lo alto brillaba con su fulgor invernal Venus , la estrella de la mañana o , por aquí, también, Artizarra. Ha sido un paseo silencioso , atento tan sólo al fluir lento de la ría.

Ya en casa he abierto el dietario  de Josep Pla titulado Notas para Silvia y me he encontrado con un apunte del  25 de abril de 1957, sobre el paso de un cometa: «Lluis Medir ha dicho: Este, ya no lo volveremos a ver jamás. Estas palabras nos han sumido en un mutismo abrumadoramente triste.No existe la menor duda: este no lo volveremos a ver jamás…»

También John dos Passos hace  una mención semejante en la primera parte de su autobiografía –Días inolvidables– , aludiendo a la contemplación   del Cometa Halley en 1910.

Yo tuve ocasión de ver  dicho cometa en 1986 y, en efecto, estando previsto su retorno para  el año 2062, tampoco tendré ocasión de verlo. Sí, para ese año… Todos criando malvas, como se decía antes.

Pero la historia es de los vivos. Y el sentimiento de caducidad que genera es especular: somos caducos cuando nos ubicamos en el tiempo cronológico, no en el tiempo de la duración o en el de la ocasión ( kairós. Y, en realidad, morimos para los demás. A nosotros, talmente, la muerte ni nos va ni nos viene salvo que se crea en una vida post mortem, lo cual , aún cuando legítimo, no deja de ser una creencia.

Sin embargo, mientras estamos vivos, la caducidad, ese  ser-para-la-muerte heideggeriano, nos hace reflexionar sobre lo que dejaremos  más allá del recuerdo en unos pocos, que suele ser voluble y, en ocasiones, interesado. Lo que dejamos  es lo que dejamos materialmente. Son nuestras obras. Y entre esas obras están nuestros descendientes, y los productos de nuestro cerebro y de nuestras manos: la silla o la biblioteca que hicimos, el cuadro pintado y la escultura, aquella fotografía, lo escrito y quizá publicado- ¡estas mismas líneas!

Pero la obra material precisa de un reconocimiento. Reconocimiento de una mirada o de una mano. No muchas necesariamente, basta una. Y entonces se produce el paso del sentimiento de caducidad al sentimiento del aprovechamiento. Aprovechamiento del tiempo restante, o mejor, del que puede restar. La pregunta, entonces, es  ¿qué quiero dejar? O mejor: ¿qué puedo dejar?

Si la pregunta se formula de manera culposa- ¡algo hay que dejar!- la culpa busca  su catarsis en forma de disciplina, como bien lo explico Dodds en su libro Los griegos y lo irracional. Disciplinarse es modelar la vida en función de unos fines, e insistir por encima de los avatares del resto de la vida caducable. Pero, ¿acaso podría formularse esta pregunta de manera  no culposa? ¿No es ya el sometimiento a lo cronológico una aceptación de la culpa? Así es, en efecto. Y entonces aparece  de nuevo la dimensión cósmica de nuestra vida de seres de un día que  » es de una tristeza aterradora, inmensa» ,como terminaba el párrafo Josep Pla.

Quedan ciertamente, la duración y la ocasión, pero no suelen ser «productivas». Simplemente están ahí, como Venus en el cielo…

 

El codex calixtinus y los vasco-navarros

«Este es pueblo bárbaro, distinto de todos los demás en costumbres y modo de ser, colmado de maldades, oscuro de color, de aspecto inicuo, depravado, perverso, pérfido, desleal y falso, lujurioso, borracho, en toda suerte de violencias ducho, feroz, silvestre, malvado y réprobo, impío y áspero, cruel y pendenciero, falto de cualquier virtud y diestro en todos los vicios e inquiedades; parecido en maldad a los getas y sarracenos, y enemigo de nuestro pueblo galo en todo. Por sólo un dinero mata un navarro o un vasco, si puede, a un francés. En algunas de sus comarcas, sobretodo en Vizcaya y Alava, el hombre y la mujer navarros se muestran mutuamente sus verguenzas mientras se calientan. También usan los navarros de las bestias en impuros ayuntamientos. Pues se dice que el navarro cuelga un candado en las ancas de su mula y de su yegua, para que nadie se le acerque, sino él mismo. También besa lujuriosamente el sexo de la mujer y de la mula»- ha leído Koldo muy despacio, sin poder evitar que en algún momento le saliera una risita contenida.

«Pero  eso, ¿qué es?» ha preguntado Laura con un gesto de asco. «Esto es un párrafo del capítulo séptimo del libro quinto del Codex Calixtinus, un manuscrito de mediados del siglo XII acerca de Santiago y del Camino de Santiago. »

«Mira», ha comentado Mikel,» una buena muestra de que por aquí  hace ya  unos cuantos siglos se hacía casi de todo…Bueno,  siempre puede haber algún listillo o listilla que vea en este texto  algún rasgo de identidad  y proponga que el origen del «cunnilingus»es vasco-navarro…» » O del bestialismo…» ha añadido Koldo con sorna.

«Así que las mujeres y las mulas…» ha dejado caer Marta.

Y yo he pedido otra ronda de cafés descafeinados ( y la doble malta para Koldo) por ver si nos relajábamos un poco y podíamos volver a nuestras ocupaciones habituales. ¡Vaya  desayuno de los martes!¡Este ha sido de los que dan que pensar!

Ante diem IX Kalendas Februarias Anno MCDLXX ad Bilbao condita

 

Trump y la «Euskal Hiria…Mikro-Sozialista»

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Estoy dando mi paseo dominical con Mikel.El sol ha salido por fin y la ría fluye lenta, refulgente y plateada.

«¿Qué te ha parecido lo de Trump? «suelto como si hablara del tiempo.»Según las previsiones » contesta Mikel sin mirarme y como si también hablara del tiempo. «¿Y eso?»

Mikel se detiene bajo el Zubi Zuri ( protesto brevemente pero sin éxito por aquello de evitar alguna de las modalidades del «Calatrava te la clava»), se vuelve hacia mí y me apunta con el dedo índice de la mano derecha: » Tanto darle vueltas a la modernidad líquida y a la disolución de todo lo que era sólido, y mientras tanto  un gran escualo como el de la película Tiburón, iba creciendo y engordando alimentándose de identidad suma, gran-nacionalismo, proteccionismo ralo, sexismo de siempre, viejo racismo y nuevo imperialismo… Ahí tienes a Trump, sí, pero también a May, a Putin, a Erdogan… Y, en fin, al ISIS… Así que frente a la delicuescencia ilustrada, siempre atenta a hacerle la cama a otro por aquello de mantener el respeto democrático,vuelve  y con más fuerza, la vieja religión nacional».

Le aparto el dedo y le tomó del brazo como si fuéramos hermanos o seminaristas o las dos cosas a la vez.  Continuamos nuestro camino. «¿Y qué se te ocurre? «.Mikel, que ya está desde hace años en fase  post-poli-mili, me mira de arriba abajo y sonríe. «Bueno,  la otra religión civil que nos ha sido otorgado conocer ha sido el socialismo. Y antes de que el nuevo gran-nacionalismo se convierta, como antaño, en nacionalsocialismo, yo apostaría por un neo-socialismo de pequeña nación, casi de connurbación…».  «O sea, por aquí algo así  como una Euskal Hiria…». «…Mikro-sozialista añadiría yo». » ¡Tú lo has dicho! »

En ese momento se ha escuchado un fortísimo graznido sobre nuestras cabezas.  Nos hemos agachado y La Gaviota del Ensanche ha pasado en vuelo rasante sobre nosotros…

 

Del Nervión al Deba pasando por el Yang- Tsé

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Cada dos o tres días- y por motivos profesionales-  alterno mi largo paseo de  Abandoibarra por otro más corto, recorriendo la orilla  derecha del  Deba en su tramo de Bergara.

El Deba es un río breve y bravío y a mí me gusta  seguirlo ya por la noche, a paso lento, entrecerrando los ojos para escuchar mejor sus aguas fluyendo entre las piedras.

Siempre me han gustado los ríos. En mi infancia, el Arga me parecía ya enorme contemplado desde la huerta del abuelo Vicente a su paso por la Rochapea. Y tanto más cuando, abierta la presa de Eugui, se desbordaba y  toda la familia  nos dedicábamos a  levantar sacos de semillas para evitar que germinaran. Más tarde, en la adolescencia, el Ebro, a la altura de Tudela, fue testigo de mis incipientes y primeras verguenzas, toda vez que, en fiestas, nos bañabamos desnudos con las amigas de la cuadrilla.

El río más frío en el que me he bañado ha sido el Miño en su desembocadura al pie del Castro de Santa Trega- de pocas me tienen que sacar en parihuelas; y el más cálido, el Tajo  en su desembocadura lisboeta. El más ancho , el Yang-Tsé a su paso por Wuhan, en la provincia china de Hubei y el más estrecho, el Urederra a unos metros de su nacimiento al otro lado de la sierra navarra de Urbasa.

Los ríos tienen, creo yo, el encanto del agua que fluye, y generan un cierto sentimiento leve de verticalidad ,muy diferente a la mar que en su ir y venir enmarca siempre un horizonte que , como su propio nombre indica, es horizontal. De hecho,  el antropólogo Paul-Lévy afirmó en su momento que precisamente la perspectiva marítima que siempre tuvieron los griegos en la antiguedad generó no sólo una vocación colonizadora y mercantil sino también, en el mundo intelectual,  una nueva concepción del espacio abstracta y continua, homogénea y vacía y con pretensión de universalidad ( como casi todo lo que pensaron, por cierto.

En fin , que a mí , seduciéndome mucho el mar ( y marinero que he sido), cada vez me atraen más los ríos, desde los más grandes  hasta los más pequeños…

Y tú , querido lector, querida lectora,.. ¿Tienes también «tu río» ?

 

Entre Josep Pla y Pío Baroja

Ayer, mientras me dirigía en el metro hacia Deusto, un joven de cabeza rapada y gruesas patillas irlandesas, ocupó el asiento de enfrente. Al poco, tras rebuscar en su mochila, sacó de ella un grueso volumen y comenzó a leerlo. Yo pensaba que sería algún best-seller al uso. Pero no: era El cuaderno gris de Josep Pla.Y me quedé muy soprendido.

Pues aunque para mí ese libro es uno de los pocos faros todavía encendidos en la literatura de la piel de toro, su lectura se ha visto postergada una y otra vez  al emanciparse el texto tanto de su autor empírico como de las clasificaciones comerciales habituales.

El Cuaderno grisEl Quadern gris, en el original-  se apartó , en efecto, en su momento del mismo Josep Pla toda vez que algunos historiadores demostraron que la precisión y delicadeza del texto no se correspondían con  una persona bastante zafia y oportunista que, por ejemplo, fue miembro de los servicios secretos franquistas durante  nuestra última Guerra Civil ( probablemente también por amor a su por entonces  amante y no se sabe si luego esposa Adi Enberg.

Y , así mismo, los críticos literarios, demostraron que lo que en principio parece el diario de un joven veinteañero, no es en realidad sino una obra largamente escrita y reescrita que incorpora materiales de otras obras con gran habilidad, una gran ficción , por fin, que alude a  los años 1918 y 1919 , pero que está publicada en  1966. Todo ello con la consiguiente fusión  práctica de géneros literarios antes de que las obras se  clasificaran en el anglosajón Ficción/No Ficción y que se hiciera saltar el  buenista «pacto autobiográfico»  de Philippe Lejeune, adelantándose a eso que ahora está tan de moda  – y que al parecer cansa tanto – como la «autoficción».

Por aquí también tuvimos nuestro particular Pla y conectó muy bien con él en su correspondido anarquismo de derechas. Fue Pío Baroja, de quien el catalán se sentía confesamente discípulo y a quien el catalán le reprochaba que continuara escribiendo novelas, o sea,» esas narraciones infantiles para adultos», mientras pergeñaba su «cuaderno».  Un cuaderno que en su más reciente edición  crítica en catalán ( de Narcís Garolera ) y todavía en la  magnífica traducción que en su momento llevaron a cabo Dionisio Ridruego y su mujer Gloria de  Ros, continúa llevándonos por el mar y la tierra de Catalunya con suavidad y cierto toque de humor.

En fin todo esto le hubiera querido decir a aquel joven  que no levantaba la vista del libro, pero yo ya tenía que bajarme  y , además, no quería pasar por un abuelo cebolleta…

Desde el «Iruña» y sobre el «Guernica» y las «Cadenas de Navarra»

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Esta mañana, dado el frío que hace – y guiados por La Gaviota del Ensanche- hemos celebrado el desayuno de los martes en su sede matricial, es decir, en el Café Iruña.

Patxi  nos estaba ya esperando y se ha levantado  dirigiéndose a mi con los brazos abiertos. Por lo que le he entendido entre sus balbuceos – ¡es tan sentimental!- estaba muy agradecido por mis últimas columnas sobre  los 8 apellidos vascos, sus precuelas y sus secuelas y por la entrada de ayer sobre el Guernica de Picasso. Me he zafado de él  como he podido y le he respondido con aquella frase que decía Pla que decía Stendhal: » No hay que contentarse con apuntar , es preciso disparar»- aunque en esta tierra, la verdad, no sé si es una frase muy «afortunada», como se dice ahora.

Mikel ha venido revuelto. Como ya he comentado en alguna ocasión anterior , en la uni le han «sugerido» que se presente al Label-no-sé-cuantos de «euopean excellence» y está hasta las cartolas de subir documentos a su «portfolio». Marta ha llegado guerrera. Le parece bien toda esa labor «arqueológica » que estoy haciendo, pero cree que no vale para nada: «Ahí tienes el caso de tu pariente  Ambrosio Huici,que demostró que lo de las cadenas de Navarra y  la batalla de las Navas de Tolosa  era una pura patraña…Y las cadenas  continúan en el escudo de la Comunidad Foral».

Sí, ciertamente, cuando algo llega a formar parte de la mitología de un pueblo, la ciencia puede decir lo que quiera y aunque  gane en conocimiento siempre perderá en popularidad. «Para eso, mucho mejor lo que hizo Sabino Arana que se inventó todo, un nombre para un país, una bandera y tantas cosas más- incluso contra la opinión de sabios como Arturo Campión- e inauguró con ello un tiempo nuevo indiscutible…» En este punto, Mikel se ha subido al carro: » Eso, eso, ¿qué haría hoy, cien años después, un Sabino Arana?

Y con esa pregunta  en el aire nos hemos quedado todos. Bueno todos ( incluida Marta), menos Patxi que todavía se estaba regodeando  , repitiendo en voz baja un par de frases sobre «Vaya semanita»…¡Ah!…Y Koldo que mientras escuchaba esta rápida conversación ponía cara de mus. O sea, que en realidad , casi todos …Aunque Itzi y Laura no han venido por motivos domésticos. O sea, que la mayoría de los presentes…

Y a las 8:45, se ha dado por concluido el desayuno.

Ante diem XVI Kalendas Februarias Anno MCDLXX ad Bilbao condita

 

¿Y si el «Guernica» de Picasso no es Gernika?

Esta es la pregunta que se plantea el siempre lúcido Vicente Verdú  en su columna de los viernes, titulada Corrientes y Desahogos. En ella se hace eco  de la investigación de José María Juarranz, en la que , al parecer, se demuestra que , frente a lo que hasta ahora se había pensado, el» Guernica» de Pablo Picasso fue en realidad un apaño del pintor para cumplir con el compromiso adquirido con el gobierno español , reutilizando materiales previos de carácter autobiográfico que nada tenían que ver, como luego se ha repetido  una y otra vez con Gernika ni con el bombardeo del 26 de abril. Y que la asignación de tal título al cuadro » provendría de la exclamación que uno de los nacionalistas vascos hizo al visitar su estudio en 1937″.

Estas afirmaciones pueden conllevar, desde mi punto de vista, tres consecuencias. Una inmediata, otra a medio plazo y una final que se diluirá poco a poco en los próximos años. La primera sería la deslegitimación de la reivindicación política del traslado del «Guernica» a Gernika: si dicho cuadro, en realidad nada tiene que ver con la villa vizcaína, no tiene ningún sentido  su reivindicación ( por otro lado, ya caída en desuso.

La consecuencia a medio plazo tendría que ver con la función desmitologizadora de la ciencia, siempre atenta  a dar palos a las ideas recibidas. Aún así cuando la ciencia , en este caso histórica,dilucida  aspectos tangenciales (como la fecha de la muerte de un rey o el precio del trigo en un determinado periodo) el efecto no tiene mayor trascendencia; pero cuando afecta a aspectos nucleares, como la identidad, genera una polémica en cascada en la que  la idea recibida siempre tiene las de perder, pues frente al «no datamos» siempre habrá , y para todo, una datación. Al respecto no quedaría otro camino que reivindicar la identidad de género, social, nacional o galáctica por que sí, como ya apuntó el espíritu burgués progresista en su momento.

Finalmente, habría una tercera consecuencia en el ámbito estético.  Pues desde  la irrupción de las vanguardias entre las dos guerras mundiales, los significantes y los significados ( si es que se puede hacer esta distinción) se han dispersado, empoderándose los significantes  en el art pour l´art. En nuestros lares se  hizo un gran esfuerzo para puentear » lo vasco» desde los aldeanos de  Arrúe hasta la  «desocupación de la esfera» de Oteiza. Oteiza mismamente no desbarraba mucho en sus explicaciones de tal proceso y además era divertido. En el caso de Txillida, otros lo hacían por él, citando incluso a Heidegger ( mejor no oírle  hablar al escultor porque éste sí que desbarraba y mucho, y quizá por ello y por sus pretensiones demasiado universales, su obra no ha terminado por encontrar acomodo en estas tierras. Y es que, desde luego,  el arte ( plástico, audiovisual o literario) precisa hoy en día  de la última instancia del «sujeto», pero para ello debe dejar de ser «individuo» ( en términos de Foucault), o sea, educado,y  que, por ejemplo, en una exposición sobre  el Hiperrealismo- como la celebrada recientemente en el Museo de Bellas Artes de Bilbao- no estime necesario recrearse en la exactitud de la reproducción de la vulva de una escultura de mujer. Por lo demás, y aún así, todo quedará en un juego entre «connaisseurs» y de mercado, como bien apuntó Pierre Bourdieu y como sabe , perfectamente, Vicente Verdú que además de escritor es pintor.

Viaje matutino y dominical en autobús ( número 48)

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Esta mañana fría y lluviosa no da más que para mirar al cielo a través de una ventana. O de un ventanal, como es el caso, ya que Marta y el que suscribe vamos en el 48 hacia Basurto,abandonando nuestro plan inicial de paseo matutino.De vez en cuando y cuando el tiempo definitivamente no lo impide, recuperamos este a modo de paseo en litera ( que tan graciosa como eruditamente rememoró Javier Mina en su El dilema de Proust o el Paseo de los sabios.

Marta  está muy alterada en consonancia con el tiempo bravío que nos envuelve, un poco como Pla solía decir que le afectaba y mucho la tramontana. Pero, volviendo a asuntos más terrestres y pedestres,  en realidad esta muy cabreada porque  ayer, en una cena del sindicato, se  enteró de que en un par de institutos  de la hermana Comunidad Foral llevan preparando las pruebas de evaluación diagnóstica  de cuarto de Primaria y segundo de Secundaria desde octubre,habiendo dejado de lado la programación prevista.

«Así cualquiera…Esperemos que por aquí no se les haya ocurrido la misma idea para remontar los nefastos resultados del PISA…»

Y yo le he recordado  lo que ocurrió en 2013, en el que , debido a problemas informáticos, se perdió un buen número de exámenes , tantos que le llevaron a decir a la Consejera de Educación, Cristina Uriarte: » Hay tantos datos con errores y cambios que no podemos comparar, no podemos ver muy bien si hay un cambio y hacia dónde ir…», lo cual que es – sobre todo la última parte- un tanto escalofriante.

«Es que que en estos casos convergen dos asuntos sobre los que todavía nadie se ha puesto a pensar en serio. Uno, de apariencia técnica  pero muy ideológico, que consiste en implementar las TIC´s  en el sistema educativo al calor de la moda y del negocio tecnológico ( y si les ponemos nombres en inglés más mejor, como decía hace poco Josetxu Rodríguez hablando de otros ejemplos)…Y otro de apariencia académica  pero  muy político, como es aceptar una evaluación externa para incorporarse a un ranking cuyo única función es propagandística…»

Asiento con escepticismo. Supongo que a nadie le apetecerá pensar sobre estas dos cuestiones, porque en general a casi nadie le apetece  pensar. Un rayo de sol ha atravesado por un momento el denso cielo blanquecino y  nos ha iluminado brevemente. Marta ha suspirado. A lo mejor podemos volver andando  desde la última parada del 48…

El boomerang ( de «Vaya semanita») está a punto de alcanzarnos

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Una lectora anónima  me comentaba a propósito de la crónica de ayer,que se sentía muy confusa. Le respondí que no era de extrañar pues por fin nos íbamos a dar cuenta del camino que se había iniciado con el programa «Vaya semanita» y del ridículo que habíamos estado haciendo.

Y, en efecto, hace ya algunos años, a algún programador del Ente Público Vasco de Radiotelevisión ( EiTB) se le ocurrió poner en antena el programa mencionado, en el que  se contaban en clave de humor ciertos episodios de la vida vasca.El objetivo, confeso, era desdramatizar la transición que se estaba produciendo, es decir el paso de los tiros a los tiros largos. La serie tuvo su éxito, pero al intentar trasladarla a los madriles («Made in China») cosechó , como se suele decir, «un sonoro fracaso». Aquello era una advertencia, pero nadie se percató de ello. Y el boomerang ( ese arma que vuelve con fuerza al lugar  desde donde ha sido arrojada si no impacta) estaba ya lanzado.

Posteriormente  apareció aquel engendró que se tituló 8 apellidos vascos. Algunos nos sobresaltamos y yo mismo escribí una crónica en la que  veía la película de marras como » una actualización de los coros y danzas de la Sección Femenina de la Falange «. Hasta a  mi compañera le pareció una exageración y lo cierto es que una revista cultural electrónica de cierto prestigio en la que colaboraba  desde hacía diez años, la vetó. Así que la guardé en un pendrive y, luego, tiempo después, la reproduje en una de estas entradas.

Pasaron unos meses y, mientras por aquí, en perfecta lógica delirante, nos dedicábamos a «ir pal sur»( ¿Será acaso Andalucía el disco duro de lo español?) y a traer a otros «pal norte» en alegre biribilketa, desde la españolidad audiovisual manifiesta- y , por supuesto, con toda su legitimidad-  comenzó la producción y exhibición de una serie de series en las que se glosaba la vida de varios Reyes y Reinas que coadyudaron a que España sea lo que hoy es ( sea lo que sea) a pesar de sus limitaciones personales y de sus frustraciones políticas . El tono de estas series  no era precisamente desdramatizador sino muy dramático , incluso podría decirse que excesivamente dramático. Por supuesto, una vez más por aquí el personal o no se enteró o no le dió mayor importancia, dirigida la mirada hacia el ombligo partidista o hacia  las siguientes elecciones. Pero el boomerang ya había iniciado su retorno.

El último aviso de que se acercaba con  mucha fuerza  apareció  hace poco en una revista del grupo PRISA en la que se mencionaba a Dani Rovira como «la persona que más ha hecho por la unidad de España». Pero ni por esas.

Ahora el boomerang, convertido en un misil de crucero bajo la forma del film in pectore «Patria» basada en la novela de Fernado Aramburu, está a punto de impactar en  nuestros lares.Y por aquí todo sigue prácticamente igual  (¿o no?) y nos va a pillar, además, muy cansados ( y cansadas, of course) :la prueba han sido las últimas elecciones.

Es de esperar que el nuevo patrón de la nave de EiTB sepa  virar rápidamente y con decisión, y para ello, nada mejor que soltar  cuanto antes  todo el lastre de  memez y bobería acumulado en la bodega. Ya veremos.

 

«8 apellidos vascos», «Patria» y un poema de Mikel

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En estos días en los que el panem et cirquenses de 8 apellidos vascos y sus desnortadas secuelas como «Tú al norte y yo al sur » están siendo contrapesados por los 100.000 ejemplares vendidos  de la novela Patria a la ( se supone) intelligentsia idem, y antes de que  el mensaje último de esta última se convierta en un nuevo film de éxito en las pantallas españolas – lo cual puede ser, a lo que se ve, inminente -, se me ha ocurrido reproducir  ( con su consentimiento, of course) este poema, en tercetos encadenados,  que Mikel me pasó hace ya algunos años:

Tú también, B., fuiste  un rey sin reïno,

de buena familia,  un nombre elegante,

muy grande, patriota y mejor vecino.

Te veo ahora en la cama agonizante

de un cáncer muy común y  vulgar

tú que, a balazos en acción brillante

querías morir lejos de este lugar,

y alzarte, con toda tu furia armada

y en ti toda la pena purgar.

Los ojos cerrados, la mano helada,

las noticias de la televisión

oyes como una imagen congelada.

Sobre tu hermano muerto en el frontón

de Tolosa habla una lánguida voz:

un tiro en la cabeza sin perdón.

Morirás tú tras sufrimiento atroz

y en tumbas pareadas dos hermanos

soñarán con un corcel muy veloz.