Dar la cara sería muy recomendable, sobre todo en estos momentos pre-electorales cruzados – y otro sí crucificados- por esos casos de corrupción de algunos partidos políticos que más bien parecen haber operado como caciques orgánicos y que generan una desconfianza general básica hacia el mundo de la gestión pública.
Como ya he comentado en ocasiones anteriores, justo delante del chaflán de mi casa se está vaciando una gran parcela para construir contra viento y marea un enorme edificio que ha sido , es, y supongo que será, motivo de judicialización y de rechazo vecinal.
La parcela está rodeada por una valla metálica de mediana altura sobre la que se desarrolla una gran actividad diurna y nocturna :cada cierto tiempo aparece una gran pintada en la que se puede leer : «QUIEREN GRIS- QUEREMOS VERDE» junto con otra que dice «PELOTAZO OBISPAL ILEGAL»,aludiendo al santificado propietario del terreno.
Estas dos pintadas son tan sistemáticamente ejecutadas como rápidamente borradas por los eficaces servicios de limpieza del Ayuntamiento – aunque últimamente ya solo borran el «OBISPAL ILEGAL» de la segunda, acaso por hastío o…¿ por economía?- pero la valla se ha convertido en objeto de deseo de las empresas ad hoc que pegan sin solución de continuidad todo tipo de carteles publicitarios – ahora alternan los de Los 10 tenores con AC /DC WT Tour ,componiendo singulares collages multicolores aunque un tanto horteras.
Pues bien, estos últimos cartelillos – algunos verdaderos cartelazos – permanecen en la valla hasta que con las inclemencias del tiempo se despegan a trozos cayendo sobre la acera y un supuesto espacio de juego escolar, animando el cotarro de los más pequeños, sobre todo de aquellos más proclives a ver pelotas de balonpié en cualquier amontonamiento insólito.
No hace falta demostrar una gran agudeza política para comprender las acciones y omisiones de estos servicios de limpieza pero sí sería interesante escuchar el argumentario de quienes tienen el mando en plaza ya que a fin de cuentas son los que ordenan y desordenan esta algorítmica alternancia, porque si se considera que la valla-en-cuanto-que-valla es un soporte válido para hacer publicidad de cualquier cosa- de verdad ¡ de cualquier cosa!- ¿por qué no puede ser humilde y elemental bastidor para una reivindicación vecinal que además se expresa tan reiterativamente?
Dar la cara sería muy recomendable, sobre todo en estos momentos pre-electorales cruzados – y otro sí crucificados- por esos casos de corrupción de algunos partidos políticos que más bien parecen haber operado como caciques orgánicos y que generan una desconfianza general básica hacia el mundo de la gestión pública.
Y es que hay que tener cara para no dar la cara…!PELOTAZO! ¡Ah la pintada guadiana!
(c) by Vicente Huici Urmeneta