DIEZ MINUTOS ( de Maite Moñux)

De vez en cuando llega al Taller de Escritura que coordino un texto que me deja sorprendido por su delicada sensibilidad. Es el caso del que viene a continuación, una breve pero intensa crónica sobre una parada de autobús , sutil escenario para la duración ajena al tiempo del reloj ,y firmada por Maite Moñux:

DIEZ MINUTOS

Día desapacible de frío, lluvia y viento, casi un completo de mal tiempo. Había sido un aperitivo largo de domingo. En la parada del autobús que me acercaría a mi refugio, no había nadie más – ¿Quién iba a estar en la calle a esas horas, con la fuerte borrasca? – . Las personas sensatas estaban resguardadas en sus casas. Pero yo permanecía allí, bajo la marquesina. La pantalla de información anunciaba diez minutos de espera.

De pronto me fijé en el alcorque que estaba al lado, todo un mundo cabía dentro de él. Las trombas continuas de agua lo habían anegado formando un pequeño mar. Los restos de colillas de colores flotaban como embarcaciones que eran movidas por las olas provocadas por la ventolera. Envolturas de chicles parecían barcos a la deriva y el residuo de una fruta ,quizá roída por un chucho, se mantenía a flote como un gran trasatlántico. Alguna semilla ,arrastrada por el aire, había hecho que brotara una extraña vegetación simulando un bosque de diminutos helechos que cubría casi la mitad de la superficie. En medio de aquella selva y océano embravecido, una perla blanca ponía el contrapunto. Acaso se había desprendido de un pendiente, en el fuerte abrazo de despedida de una pareja de adolescentes, antes de que ella se subiera al vehículo y dijera adiós con la mano.

Levanté la vista del suelo y observé que el color rojo del transporte urbano asomaba por la esquina. -¡Qué pronto!-, dije en voz alta. A mi lado, protegidas bajo la cubierta, descubrí a cuatro personas...

(c) Maite Moñux

ILUSIÓN ( el porvenir de una)

Levantarse del sofá y apagar el televisor o dejar de lado las redes sociales exige hoy más esfuerzo que romper las ataduras de la caverna de Platón y ascender penosamente hasta la salida.

Ahora que estamos en ese periodo que se suele tildar de pre-electoral y de diferentes y escaladas elecciones, resulta difícil escuchar a un candidado ( o candidata, of course) sin oír una frase en la que, más allá de numerosas esdrújulas forzadas, no aparezca la palabra ilusionante. Así, líderes ( y lideresas) de diferentes pelajes nos hablan de «proyecto ilusionante», «cambio ilusionante», «etapa (o fase) ilusionante» y otros tantos sintagmas nominales de ciertas pretensiones sonantes.

Curiosamente, este adjetivo no está recogido en el Diccionario de la Real Academia Española, pero sí ilusión, una de cuyas cuatro acepciones indica lo siguiente: «Esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo».Otra de las acepciones torna el sentido y señala que la ilusión es una «viva complacencia en una persona, una cosa o una tarea».Otra más apunta a un registro retórico de «ironía viva y picante».

Pero la acepción principal es muy contundente, pues resuelve que la ilusión es el «concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos».

O sea, que, cuando alguien nos habla de algo ilusionante, intenta inocularnos un rayo de esperanza autocomplaciente que no tiene mucho que ver con la realidad y que supone una ironía inconsciente. Osease, y en cristiano, que nos quiere engañar, quizá sin darse muy bien cuenta.¡Vaya!

Este tema de la ilusión es viejo, muy viejo. Ya aparecía en la República de Platón, en el libro VII (lectura recomendada), cuando por medio del Mito de la Caverna nos anunciaba el futuro advenimiento de esa potente generadora de ilusiones que es la televisión.

También el amigo Freud, en El porvenir de una ilusión (lectura recomendada) y relacionándola con el deseo, nos decía que la ilusión es «una creencia cuando aparece engendrada por el impulso a la satisfacción de un deseo, prescindiendo de su relación con la realidad».

Entre el idealista Platón y el psicoanalista Freud, las ilusiones continúan desfilando frente a nosotros sin prisa pero sin pausa. Levantarse del sofá y apagar el televisor o dejar de lado las redes sociales exige hoy más esfuerzo que romper las ataduras de la caverna de Platón y ascender penosamente hasta la salida. Y acaso es así porque las ilusiones parecen satisfacer nuestros deseos, aunque lo hagan de un modo narcisista, es decir, buscando más un deseo de satisfacción que la satisfacción de un deseo.

Incluso los más rigurosos escépticos no fruncen mucho el ceño ante las «ilusiones de todos los días» porque, como dijo Josep Pla, «som uns conformistes d´ adhesió incompleta»(así, en catalán, para quienes lo hablan en la intimidad)…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

¡ PELOTAZO !( o la pintada guadiana)

Dar la cara sería muy recomendable, sobre todo en estos momentos pre-electorales cruzados – y otro sí crucificados- por esos casos de corrupción de algunos partidos políticos que más bien parecen haber operado como caciques orgánicos y que generan una desconfianza general básica hacia el mundo de la gestión pública.

Como ya he comentado en ocasiones anteriores, justo delante del chaflán de mi casa se está vaciando una gran parcela para construir contra viento y marea un enorme edificio que ha sido , es, y supongo que será, motivo de judicialización y de rechazo vecinal.

La parcela está rodeada por una valla metálica de mediana altura sobre la que se desarrolla una gran actividad diurna y nocturna :cada cierto tiempo aparece una gran pintada en la que se puede leer : «QUIEREN GRIS- QUEREMOS VERDE» junto con otra que dice «PELOTAZO OBISPAL ILEGAL»,aludiendo al santificado propietario del terreno.

Estas dos pintadas son tan sistemáticamente ejecutadas como rápidamente borradas por los eficaces servicios de limpieza del Ayuntamiento – aunque últimamente ya solo borran el «OBISPAL ILEGAL» de la segunda, acaso por hastío o…¿ por economía?- pero la valla se ha convertido en objeto de deseo de las empresas ad hoc que pegan sin solución de continuidad todo tipo de carteles publicitarios – ahora alternan los de Los 10 tenores con AC /DC WT Tour ,componiendo singulares collages multicolores aunque un tanto horteras.

Pues bien, estos últimos cartelillos – algunos verdaderos cartelazos – permanecen en la valla hasta que con las inclemencias del tiempo se despegan a trozos cayendo sobre la acera y un supuesto espacio de juego escolar, animando el cotarro de los más pequeños, sobre todo de aquellos más proclives a ver pelotas de balonpié en cualquier amontonamiento insólito.

No hace falta demostrar una gran agudeza política para comprender las acciones y omisiones de estos servicios de limpieza pero sí sería interesante escuchar el argumentario de quienes tienen el mando en plaza ya que a fin de cuentas son los que ordenan y desordenan esta algorítmica alternancia, porque si se considera que la valla-en-cuanto-que-valla es un soporte válido para hacer publicidad de cualquier cosa- de verdad ¡ de cualquier cosa!- ¿por qué no puede ser humilde y elemental bastidor para una reivindicación vecinal que además se expresa tan reiterativamente?

Dar la cara sería muy recomendable, sobre todo en estos momentos pre-electorales cruzados – y otro sí crucificados- por esos casos de corrupción de algunos partidos políticos que más bien parecen haber operado como caciques orgánicos y que generan una desconfianza general básica hacia el mundo de la gestión pública.

Y es que hay que tener cara para no dar la cara…!PELOTAZO! ¡Ah la pintada guadiana!

(c) by Vicente Huici Urmeneta

LAS ILUSIONES (¿perdidas?)

Vuelvo en el tren tras un viaje rápido a Salamanca. El jueves estaba invitado en una Escuela de Escritura para hablar sobre ficción y auto-ficción y, de paso , presentar ( more Umbralis) mi ensayo El hilo de Ariadna (Nuevas aproximaciones a la razón narrativa).

Como durante este cuatrimestre estoy desarrollando un curso sobre Memorias y Autobiografías, en las Aulas de EGIKE de la EHU/UPV, y la semana que viene tocaba charlar sobre Stendhal, se me ocurrió contraponer Recuerdos de Egotismo y Vida de Henry Brulard.

De la contraposición entre la crónica torpe que supone Recuerdos y la fina elaboración de la segunda, ambas escritas en primera persona, surgió inmediatamente un interesante debate que se remontó hasta El Lazarillo de Tormes difuminándose progresivamente la frontera entre la ficción y la auto-ficción, e incluso disolviendo el ensayo , aparentemente tan diferente, en el mundo de la ficción- esta es, por cierto y con sus matices, una de las tésis de mi obrilla.

Y así saltó por los aires el voluntarismo inocente de Philippe Lejeune y su «pacto autobiográfico» que iguala verosimilitud a verdad, y también se puso en evidencia el oportunismo comercial de Serge Doubrovsky y su propuesta de «autoficción», por mucho que ya haya sido sancionada por el Premio Nobel de Literatura.

Recuperada la escritura como tal, independientemente del género adjudicable, la tenida dio un giro radical y, como casi siempre, derivó hacia el mundo editorial, causa final que suele abducir a los (y las) lletraferits.

Me salvó de la inoportunidad mi colega y director de la Escuela de Escritura – ¡ gracias y muchas, Carlos!- que indicó al respecto que una próxima sesión se dedicaría a la película Las ilusiones perdidas de Xavier Giannoli, basada en la obra del mismo título de Honoré de Balzac, pues «en el film se muestra de manera clara y distinta el mundo literario que le tocó vivir a Balzac tan atravesado por intereses comerciales, ideológicos y políticos que quizás no hayan cambiado tanto».

Un colega barbado y algo añoso sacó a relucir al respecto Las reglas del arte Génesis y estructura del campo literario de Pierre Bourdieu, pero algún bostezo combinado con varias miradas discretas al reloj que presidía el aula, dió a entender que la sesión ya tocaba a su fin …

Bueno ,voy a dormir un poco acunándome en el traqueteo del vagón…Pero, en fin , como también decía Stendhal en el Henry Brulard , «en realidad, yo no estuve en Wagram»…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

DIETARIO SIN FECHA(leyendo el periódico )

Están sentados  siempre en la misma esquina   del bar, a  la una de la tarde. Son dos sesentones avanzados y probablemente jubilados, él grande y barbado, ella delgada y fina.

Comparten una mesa sobre la que  tienen extendido un periódico abierto cuyas hojas van pasando, entre los dos, lentamente. Mientras él  bebe poco a poco una cerveza rubia y espumada  y ella apura lo que parece ser un vino blanco , van leyendo el diario de cabo a rabo,  señalando de vez en cuando alguna noticia y haciéndose entre sí numerosos comentarios y alguna que otra broma.

Cuando terminan la lectura, doblan el ejemplar cuidadosamente, se levantan, llevan el periódico y sus vasos hasta la barra, pagan y se marchan. Luego se les ve desaparecer entre el bullicio del mediodía unidos de la mano.

Más allá de lo sorprendente de poder contemplar algo así en un mundo de intercambio permanente de whatsapps y tik-toks, es inevitable aceptar que se trata de un rito desarrollado y  perfeccionado a lo largo de muchos años. Un rito  muy propio de gentes que han aprendido acaso, con el paso del tiempo, nuevas formas  de amor, más allá de las tópicas y convencionales. Por ejemplo, la de leer un periódico juntos…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

SANDECES (gastronómicas)

Estamos ante una nueva versión del expolio histórico en el orden gastronómico, que, para más inri y recochineo inculto se plantea como “una adaptación a los nuevos tiempos«.

El desembarco de los gastrobares underground en estos lares ha tenido como una consecuencia mayor la imposibilidad de comerse una simple tortilla de patatas. Pues lo que ya se nos ofrece es una base de tortilla española con multitud de añadidos espurios como jamón york, morcilla de Burgos, queso roquefort o a saber qué crustáceo despistado. Por lo visto, la patochada de los culinary-centers y de los concursos de master-chefs ha calado y bien- de la inminencia y significación de este avatar ya nos previno en su momento Pierre Bourdieu en La Distinción-Crítica social del gusto.

Otrosí ocurre con el té, que de tanto haberse vuelto rojo ,verde o blanco, ha dejado de ser el negro de siempre, lo cual que hay que específicar ante la cara de contricción del camarero o camarera correspondiente. Y del vino, mejor no hablar: cualquiera que no se tome (por lo menos) un crianza con la mirada transida, entre aspavientos benevolentes y palabreo metafísico, pasa por un paleto total.

Tanta sutileza no deja de ser sorprendente para un país y una cultura zafia hasta antesdeayer, cuando no directamente bruta y descamisada. Parece como si quisiéramos ser postmodernos sin haber pasado por la modernidad (Bruno Latour: Nunca fuímos modernos) y a ello se aplican bareros cool y restauradores iniciáticos (alabados sean sus a veces impronunciables nombres) dirigiendo su particular política de estímulo al consumo a base de sandeces gastronómicas.

Y como la burguesía de estos lares ha sido siempre corta-cortísima de miras (Manuel Tuñón de Lara dixit), haciendo más la cuenta de la vieja que la de resultados a medio plazo, la más pequeña y emprendedora, con el concurso de quienes tienen el mando en plaza, juega a la clavada del guiri mientras pueda y le dejen, ya que es al guiri al que se capta a través de las social networks.

O sea que, en realidad, estamos ante una nueva versión del expolio histórico en el orden gastronómico, que, para más inri y recochineo inculto se plantea como “una adaptación a los nuevos tiempos» porque el dinerillo acumulado, a fuer de salir mayormente disparado hacia las multinacionales, es pan para hoy y hambre para mañana (esto sí lo sabemos desde la crisis de los Altos Hornos).

Bobos y bobas todos y todas, nadie dice que el rey está desnudo…¡Sandeces gastronómicas!

(c) by Vicente Huici Urmeneta

IKURRIÑA (aquella)

Se ha celebrado recientemente el 130 aniversario de la “gamazada”, una reacción popular a favor de los fueros contra los planes del ministro español de Hacienda Germán Gamazo que pretendía en 1893 modificar parcialmente el status jurídico impositivo de Navarra, articulado en la llamada Ley Paccionada de 1841.

Sin entrar en el debate que se ha generado con ocasión de esta efeméride, quiero referirme al episodio de la recepción de  la comitiva de diputados que habían conseguido anular aquellos planes y que se desarrolló el 18 de febrero de 1894 en la estación de Castejón, donde tenía parada el tren que los devolvía a Pamplona.

Pues en aquella recepción, a la que acudieron, según se ha dicho, cerca de diez mil personas , entre discursos, música y bailes ( y misa, of course ) se exhibió, según también se dice, por primera vez  la ikurriña, si bien como enseña vizcaína.

Viene lo anterior a que cuando me dedicaba a la investigación histórica, allá por finales de los años setenta del siglo pasado, trabajando sobre la Asociación Euskara de Navarra y particularmente sobre la figura de Arturo Campión (1) , Koldo Mitxelena, mi director, me facilitó una entrevista con Estanis Aranzádi para ampliar mi documentación.

En aquella entrevista, que transcurrió a lo largo de toda una tarde, Aranzádi me proporcionó mucha e interesante información ( entre ella la existencia de una novela sicalíptica , titulada La Monja, escrita por D. Arturo) , y me comentó que aquella ikurriña que se había exhibido en Castejón la había bordado su abuela , Juana Irujo ,y que se había conservado en aquella casa durante muchos años.

Siempre he tenido curiosidad por saber dónde acabó aquella ikurriña, una bandera sobre la que por entonces no parecía haber ni muchas ni buenas expectativas, o , al menos, similares a la expresión «Euzkadi» que tan poco ( y tampoco) convencía a Campión…Sobre todo teniendo en cuenta que hogaño es una de las enseñas oficiales en cualquier institución.

Por lo demás, y volviendo a la Gamazada, ahí sigue ,en el Paseo de Valencia, el Monumento a los Fueros erigido en 1903, con el rostro pétreo de Rosa Oteiza al frente como matrona foral , aquel que yo veía desde el balcón de la casa de mi abuelo , el jeltzale Ataúlfo Urmeneta, y que , por lo que parece, todavía no ha sido inaugurado…

(1) Se presentó como primera Tésis de Grado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UPV/EHU bajo el título Ideología y política en Arturo Campión y se publicó en Revista Príncipe de Viana, núm. 163, Mayo-Agosto, 1981, pp. 641- 687

(c) by Vicente Huici Urmeneta

LA SOMBRA (entrando en)

Siempre es posible encender una luz en esa sombra en la que se va entrando , la luz del otium cum dignitate libremente creativo.

Un viejo y buen amigo, ya jubilado, me ha escrito desde Barcelona quejándose de que ya no le llaman para participar en ningún ciclo de conferencias, ni siquiera para una mesa redonda, y me ha puesto el ejemplo de un diálogo que se va a celebrar próximamente en la universidad. Un diálogo sobre el tiempo vivido y el tiempo del relato, tema al que ha dedicado una buena parte de su vida profesional como ensayista y que ha fructificado en unos cuantos libros y en varios premios.

Añade que , para más inri, en el mentado diálogo participan dos tipos para él totalmente desconocidos que apenas si llegan a la cuarentena, pero que, dice,»deben de estar de moda en los círculos literarios».

No he sabido muy bien qué contestarle y tan solo me he solidarizado con su sentimiento, dándole una razón que mientras la argumentaba me daba perfecta cuenta de que era «más falsa que un amadeo» – como solía decir Miguel Sánchez-Ostiz.

Pues, como también he podido comprobar yo mismo, una vez que se sale del espacio institucional más ( el académico) o menos ( el literario) matizado – por no hablar del político- , en el que se ha desarrollado lo que antes se denominaba una carrera, sobreviene un a modo de muerte social ante lo que conviene «saber entrar en la sombra suavemente», como comentaba recientemente Rosa Montero.

Además, y por lo demás, esta sustitución generacional no deja de ser inevitable por mucho que a las nuevas levas se les reproche bien su inocencia prístina o su incultura manifiesta: ahora les toca a ellos y a ellas ( y ya a elles ) colocarse – como se decía antes- y eso implica matar a los correspondientes padres y madres.

Ahora bien, siempre es posible encender una luz en esa sombra en la que se va entrando , la luz del otium cum dignitate libremente creativo, de la atención y el cuidado hacia los novísimos y novísimas , y cuando sea solicitada, de la conseja. Todo aquello que, en fin, cumpla con los límites indicados en el aforismo 110 del Oráculo manual y arte de prudencia de Baltasar Gracián: «No aguardar a ser sol que se pone»…pues «máxima es de cuerdos dejar las cosas antes que los dejen»…

Pues, eso, my dear and old friend…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

LOS DESAYUNOS DE LOS MARTES ( Los Goya, los tractores y ¡Zorra!)

La Junta Extraterritorial del Desayuno de los Martes se ha reunido hoy miércoles a partir de las 19 horas y 16 minutos en su sede eqüe-principal del Café Iruña.

A la convocatoria han acudido presencialmente todos los miembros y miembras de la susodicha Junta- la compañera Laura recién tomada la ceniza en la aledaña Iglesia de San Vicente.

Una vez aprobada el Acta de la Reunión Anterior por unanimidad, ha intervenido en primer lugar y atropelladamente Patxi, tildando la ceremonia sabatina de los Premios Goya 2024 de «farsa goyesca a la sombra de Netflix» (sic) ,aportando la opinión de un entendido y reconocido crítico, y señalando la comercialidad suma del film La sociedad de la nieve, «prêt-à- porter para los Oscars» (sic too).

Ha habido cabeceos mayoritarios de asentimiento, a pesar de reconocerse que nadie había visto la mentada, y en este punto a Koldo, nuestro siquiatra- ahí- siempre-de-guardia, se le ha debido explicar por parte del Secretario que lo de la nieve nada tenía que ver con la famosa fariña galega.

A continuación, Mikel ha dado cuenta de su sorpresa por el tamaño de la mayoría de los tractores que se han manifestado en días pasados por calles y carreteras de la piel de toro, que le han recordado, por sus dimensiones, a «los tanques del acuartelamiento de El Goloso, de la División Acorazada» (sic), en que hizo la mili, lo cual que le ha preocupado y, sin saber porqué, le ha recordado a la movilización del transporte que en 1972 colapsó Chile, en visperas del golpe de estado de Pinochet. Otro sí, y sin desmerecer lo anterior, ha leido el siguiente párrafo ad hoc de un artículo de Manuel Castells- «aquel ministro que supo dimitir a tiempo» (sic): «el capitalismo global se empeña en imponer una agricultura sin agricultores, en que máquinas y química se encarguen de una producción en masa para las masas, mientras una agricultura ecológica selectiva y mucho más cara se dedica a las élites urbanas que se sienten salvadoras del planeta consumiendo tomate ecológico en sus ensaladas de diseño».

Cambiando de tercio, o no, seguidamente ha habido un intercambio de opiniones sobre el asunto de Zorra, la canción de Nebulossa que, salida triunfante del BenidormFest, va a representar al Reino de España en Eurovisión. Dado lo intrincado de la disputa que se ha mantenido, mayormente en la sección ginecéica de la Junta, el contenido de la misma se puede resumir en la siguiente forma y manera: 1)Amanda, nuestra jurista, la ha considerado una muestra más del empoderamiento lingüístico de la mujer; 2) Itziar, la ha entendido como la última reinvención de la ideología heteropatriarcal – y ha indicado un link de protesta; 3) Marta, directamente, ha propuesto el visionado de una parodia de la la televisión vernácula catalana. Laura, por su parte, se ha mantenido en silencio.

Repentinamente , Koldo ha dicho con una voz ultratúmbica, fruto sin duda de su cuarta birra tostada: «Mi reino no es de este mundo», y dado lo avanzado de la hora y sin que hubiera más temas que tratar, se ha levantado la tenida a las 21 horas y 42 minutos.

De todo lo cual doy fe Kal. Feb.Anno DCCXXII ab Bilbao urbe condita. Yo , el Secretario Perpetuo de la JEDM.

[firma ilegible]

ARTISTA (el trabajo de)

La columnilla de ayer – sobre los bestsellers– ha desatado comentarios varios, algunos de los cuales he reproducido evitando , como siempre, los anónimos rusientes.

Ya sé, y desde hace mucho tiempo, que este tema de la creación y su rentabilidad – dice ahora la juventud directamente «me renta» y/o «no me renta» – altera y mucho los ánimos sobre todo en comunidades pequeñas, como suele ser la literaria.

Por ello, he vuelto a recuperar de mi biblioteca Un arte de vivir  de André Maurois, publicado en la hoy lejana editorial mexicana Anaya.

Dice Maurois en el capítulo titulado «El trabajo del artista» que la vida de quien desea dedicarse a la creación debe tener al menos tres partes. Una – humana la llama él – carnal y sentimental que le permita conocer a los seres humanos y sus circunstancias; otra de meditación y ensueño solitario, donde  rumiar lo vivido y  transformarlo en materia artística; y una última, en fin, en la que, por medio del estudio de los grandes maestros ( y maestras, habría que añadir hoy en día) y con la ejecución de pacientes ejercicios, se pueda obtener la suficiencia técnica que todo arte precisa.

Por si fuera poco, Maurois se adelanta a algunas de las preguntas más comunes respecto de los temperamentos artísticos y , por ejemplo, afirma que «el retiro total del mundo es malsano en la mayor parte  de los artistas», añadiendo , con Goethe, que «la  soledad es cosa bella cuando se está en paz consigo mismo y se tiene una labor definida» .

Doy cuenta de todo esto, por si sirve de guía y consuelo a quienes comienzan y puede reforzar a aquellos y aquellas que llevan ya un tiempo en este destemplado camino y ,en general, para dar un toque acerca de esos mundos interiores, tan alejados de la presencia social, en el que suelen vivir quienes se dedican a la creación artística de cualquiere índole…

(c) by Vicente Huici Urmeneta