Según un estudio del CIES de Lisboa, dirigido por Ricardo Altunes, las personas con mayor poder adquisitivo de las sociedades avanzadas, gozan de una esperanza de vida más prolongada respecto a quienes viven en la miseria o en el umbral de la pobreza; Concretamente, de media viven una década más. Para llegar a esta conclusión, los investigadores, aparte de cuantiosas subvenciones europeas pagadas gracias al IVA, han requerido la colaboración de todos los hospitales públicos lusos al objeto de poder contrastar los datos de más de 2.000 historiales clínicos de la generación nacida entre 1920 y 1930.
No sé a ustedes, pero a mi, estudios como el referido me parecen del todo superfluos y hasta peligrosos, pues si las encuestas tan publicitadas por los medios en lugar de recoger la opinión popular, buscan precisamente influenciarla, estas publicaciones no hacen sino confirmar empíricamente la evidencia experiencial del sujeto, cosa que sería de agradecer si a cambio no se pagara el tributo de que mientras la experiencia vital de muchos no puede revocarse por la afortunada excepción de pocos, no así sucede con las investigaciones científicas, de modo que, tarde o temprano, cualquier otro estudio bien patrocinado, puede mantener lo contrario y ya sabemos que mientras la mentira vuela, la verdad se arrastra, siendo las más de las veces que la ensoñación cuenta con una corte de padrinos mientras la ingrata realidad es huérfana, ocurriendo entonces que la verdad padece, aunque no parece.
Como botón de muestra de cuanto les comento, bastará atender a la información difundida por todos los medios europeos; Entre el batiburrillo de la jerigonza científica, el estudio viene a descubrir que las clases altas velan más por una alimentación sana, se preocupan por su salud, tiene hábitos más sanos y moderan más el consumo de tabaco e ingesta de bebidas alcohólicas, motivos estos entre otros, que contribuyen a incrementar considerablemente su longevidad, en comparación con las clases bajas de la sociedad…Y yo que pensaba que ello era debido a que su alimentación era mejor porque pueden adquirir productos sin contaminar, como hortalizas sin fertilizantes, carne sin hormonas, aceite de oliva virgen, pescado sin mercurio, beber agua mineral, zumos naturales en vez de Coca Cola…a que su salud era mejor porque podían pagarse mejores médicos, operarse cuando es preciso sin pasar listas de espera, tener los tratamientos más avanzados, tiempo y dinero para realizarse chequeos periódicos y coger las enfermedades en sus primeras fases…a que viven en lugares saludables, rodeados de vegetación, sin ruidos ni contaminación, sin tráfico, con espacios limpios y amplios donde circula el aire…a que se mueven en automóviles de alta gama de esos que de estrellare a 200km/ sales ileso mientras los hijos de obrero circulan en ataúdes de hojalata donde fallecen los cuatro ocupantes del utilitario yendo a 40Km/hora por chocar contra una farola… y sobre todo porque disimulan en actividades poco nocivas mientras otros trabajan en la mina, en contacto con basura, amianto, todo el día en la carretera…¡Qué cosas tiene la Sociología!
Les auguro que el mencionado Organismo como su autor, dentro de poco anunciarán otra investigación que demuestra que los ricos son más guapos y felices debido a que saben afrontar la vida tal y como les viene dada, aunque de vez en cuando, también lloren.