Los medios de comunicación, se esmeran en atiborrarnos de noticias al objeto de embotarnos la mente haciéndola impermeable al posterior paso de la verdadera información. Así, durante estas fechas, entre la lotería de Navidad, la toma de posesión de Rajoy, los tejemanejes del precongreso socialista y la muerte de Kin Jong Il, nos pasan desapercibidos esos 500.000 millones de euros entregados de nuevo a los bancos europeos por el BCE al 1% con la excusa de imprimir liquidez al sistema financiero, se supone, que con la idea, ya demostrada ingenua, de que dicho ingente caudal monetario, sea encauzado por las distintas entidades en forma de créditos a las empresas y para el consumo familiar, cuando todos sabemos que lo van a utilizar para tapar agujeros contables, anunciar a comienzos de año el balance positivo, reparto de dividendos entre sus accionistas y si les queda algo, es posible que lo inviertan en deuda pública que se paga entre el 5% y el 8% de interés.
Mientras los periodistas, nos hacen el favor de llevar la contabilidad de los muertos en carretera, de las mujeres asesinadas a manos de sus parejas, de los ahogados en las playas durante el verano, de las hectáreas calcinadas por el fuego y del continuo alza del precio del barril de petróleo, sucede que la justicia se arrastra y la corrupción vuela, de modo que, para cuando se termina de instruir un sumario si es que se instruye, de juzgar el caso si es que se juzga, de probarse los hechos si es que se prueban, de emitirse una sentencia si es que se emite, de cumplirse una condena si es que se cumple, porque de por medio están los recursos, contrarrecursos y cuantos mecanismos procedan para garantizar el denominado Estado de Derecho del presunto inocente, resulta que al final, si es que hay un final, bien el delito ha prescrito, bien el corrupto es indultado si por un defecto de forma, no ha sido absuelto. No obstante, en ocasiones acontece que para dar la sensación de que la Ley es igual para todos, se toma a dos o tres al azar y se les aplica la paradójica pena de inhabilitación – quizá por haberse dejado pillar – o ya puestos, a pasar unos añitos a la sombra. En cualquier caso, el dinero nunca aparece ni nadie se hace responsable subsidiario. Lo que no es óbice, para que desde las más altas instancias se apele a la responsabilidad del cargo y a la ejemplaridad institucional, pronunciamiento rabiosamente aplaudido con la misma sinceridad con la que el pueblo de Israel se rasga las vestiduras al escuchar la palabra de Iahvé apelando a su moralidad.
Pues bien, yo también quiero que se me informe de una vez, de dónde he de apuntarme, sea para recibir, no sé…pongamos para no abusar, cien mil euros, al 1% de interés para poder con ellos comprar deuda pública española al 7% y así tener un aguinaldo anual de 6.000 euros y un resto para devolver los intereses a la Patria, sin necesidad de acudir a Cofidis teniendo que poner cara de moroso agradecido; Yo también quiero que me informen bien de la ley por si me sale más a cuenta ser corrupto que honrado en nuestra sociedad, porque a decir verdad, no me importaría nada pasar cuatro años en la cárcel mientras estudio la carrera de historia en la UNED si a cambio me puedo quedar con, por ejemplo, sin ser avaricioso, un millón de euros, y de paso, a mi salida del trullo publicar mis memorias bajo los sugerentes títulos “Cómo triunfar en el verdadero Estado de Derecho” y “Cómo disfrutar del auténtico Estado de Bienestar” que a buen seguro, se convertirán en todo un éxito editorial.
Y ahora que lo pienso…¿no podría informar la prensa sobre los mecanismos para evadir ese supuesto millón de euros a un Paraíso Fiscal para desde allí, adquirir deuda española con el mismo dinero sustraído de las Arcas Públicas, mientras me gano el sueldo de 70.000 euros anuales entre rejas, computando para el paro?
Son muchos, principalmente parados y mileuristas, los que piensan que los miembros del consejo del BCE viven como Dios. Prueba de ello es que, igual que la Divinidad, son capaces de crear cosas de la nada. Los 500.000 millones de euros han sido creados ex nihilo, dándole a la máquina de hacer billetes para que los bancos europeos tengan liquidez y no quiebren y, como bien dices, saquen las castañas del fuego a los gobiernos comprándoles las deuda.
Mucho me temo que más tarde o más temprano esa cantidad de dinero se incorporará al torrente general de la circulación monetaria y producirá inflación. Entonces será el llanto y el crujir de dientes , sobre todo para los de siempre.
Yo también me apuntaría a esa financiación que propones, siempre y cuando fuera para unos pocos elegidos. Y es que cuando mucho dinero se reparte entre muchos, se convierte en poco.