EGIPTO ¡SABE!
Ya para los autores de la antigüedad como Herodoto, Egipto era antiguo. Pero cuando aquello, su antigüedad no era sinónimo de atraso; Antes al contrario. Su imponente pétreo testimonio de sabiduría y esplendor, seguramente dieron pie a la expresión “Todo tiempo pasado fue mejor”.
De nuevo Egipto da muestras del genio que le hiciera brillar bajo el Sol en su remoto pasado, sin necesidad de abundar en los conocimientos de geometría, elaboración de calendarios, avances en la navegación, técnicas de construcción o cuantas ciencias y artes sirvieron antaño para hacerla merecedora del noble título de “Cuna de la civilización” heredera de los Atlantes. Ha bastado para mi, que la fiscalía haya pedido formalmente la Pena de Muerte para el Tirano recientemente derrocado.
Es verdad, y así hemos de reconocérselo, que los EEUU, la mayor Democracia contemporánea, a lo largo de su joven historia, ha ofrecido varios episodios de Magnicidio que aún de factura individual achacados a dementes, han sido muy efectivos, por lo que seguramente en un futuro no muy lejano nos ofrecerá también ejemplos tan civilizados como el que durante estos días nos brinda para el avance de la ciencia política, la sociedad egipcia.
Sin embargo, mientras aguardamos mejores muestras del Imperio, últimamente algo está cambiando a nivel mundial: Israel condena a un ex Presidente, Ucrania encarcela a su anterior Primera Ministra…pasos tímidos, pero inequívocos, hacia el ideal de ejecutar de modo pacífico y democrático a quienes se han servido del poder para atentar contra su propio Pueblo. Reconozco que mi afición a la egiptología juega en contra de la objetividad para ver el paralelismo con sus inmediatos antecedentes de lo sucedido con el matrimonio Ceaucescu, lo acaecido en Irak con Sadan Husein o el más cercano y vecino trance libio de Gadafi. Pero hay notables diferencias entre estos desenlaces de la historia que recuerdan a algunos, eso de que son mortales, y lo que está pasando en Egipto, no digamos ya comparado con la eliminación de Osama Bin Laden.
En Rumanía como en Egipto, fue una parte del Régimen la encargada de eliminar a la otra parte: los Tiranos fueron juzgados de modo sumarísimo, sin tiempo para su defensa, en un tiempo record y ejecutados a escondidas como si se estuviera cometiendo un crimen del que avergonzarse; Lo de Irak fue tres cuartos de lo mismo con el agravante del concurso directo y necesario de una potencia extranjera. Y lo de Libia fue toda una chapuza porque es evidente que su ejecución no fue premeditada, de lo contrario no se hubiera difundido sus imágenes capturado vivo. Egipto por el contrario está respetando todos los procedimientos necesarios antes de ejecutar a su Tirano: primero le ha depuesto sin derramar demasiada sangre; inmediatamente le ha colocado bajo arresto y le ha sometido a juicio con las debidas garantías procesales; Tercero, el proceso se está llevando a cabo con luz, taquígrafos y observadores internacionales; Cuarto, la Fiscalía ha solicitado Pena de Muerte por los crímenes cometidos…nada de dejarle morir en la cama.
Por lo que se ve, no es necesario ser una Democracia plena – Egipto no lo es – para asumir comportamientos profundamente democráticos, de igual manera que no es preciso ser una Dictadura reconocida, para que las Democracias formales se comporten como tales. Casi me atrevería a postular que de ser Egipto a estas alturas una Democracia al estilo occidental, la Fiscalía no se habría atrevido a pedir la Pena de Muerte para un ex mandatario, que lo del juicio de Núremberg fue la anécdota.
Pues bien, este es el camino para mejorar nuestra Democracia formal: introducir en el Código Penal, la posibilidad de ejecutar a los anteriores gobernantes de modo racional, pacífico y democrático, si estos han cometido crímenes contra la sociedad. Porque lo que sucede actualmente con su sacrosanta absoluta impunidad, antes durante y después de las tareas de Gobierno, es más propio de las mejores Tiranías eternas que otra cosa. En su defecto oremos por que el buen Dios les de su justo castigo.