Hoy es el día más feliz de mi vida. Soy feliz. Tan feliz. Tan sumamente feliz. Tan tremendamente feliz. Tan asquerosamente feliz. Tan absolutamente feliz. Tan enormemente feliz…que siento dentro de mi un fortísimo e irresistible impulso de suicidarme ahora mismo.
No hay que exagerar. Será fortísimo pero no creo que sea irresistible. Aunque, si de hecho es irresistible, ya me enteraré.
Utiliza zapatos de una talla menor a la tuya, en lo que se te pasa.
No pueden durar mucho esos desvíos, aguanta un poco.
Un beso, Nicola.
Espero que hoy seas un poco menos feliz que el sábado para que sigas entre los vivos y continúes escribiendo.
Es que nos has acostumbrado muy mal…