Los tebeos de los años 60 y 70, a diferencia de los cómics de los 80 y 90 y de los manga del siglo XXI, sin todavía saber bien cómo sorteaban la atroz censura franquista no nos ahorraban, viñeta a viñeta, un crudo retrato de la realidad que actualmente parece pasar desapercibida habiendo como hay tanta libertad de expresión. Es así, como un Carpanta nos mostraba el bohemio día a día del indigente medio de la posguerra viviendo bajo un puente o durmiendo a la intemperie sobre el banco de un parque. De tomarse la molestia alguna mano hábil en retratar sus vicisitudes en los tiempos que nos toca vivir, seguramente le ilustraría vestido de chándal con una mochila al hombro deambulando entre sucursales bancarias para encontrar un buen acomodo nocturno en el cual cobijarse; Porque, todo hay que decirlo, nuestros indigentes también han progresado en su indigencia durante la democracia, pasando de dormir sobre un banco a dormir en el banco, diferencia que va mucho más allá del sentido preposicional.
Siempre estamos hablando mal de la Banca, que si nos cobra comisiones, que si echan a la calle a familias con niños pequeños, que si se dedican a la evasión de impuestos de los más ricos, que su mayor beneficio lo obtienen de la inversión en la industria del armamento, el tráfico de drogas, la trata de blancas… Y ciertamente, la mayoría de los banqueros merecen ser eliminados del programa humano y enviados a la papelera de la existencia por nuestro Señor Jesucristo que es bueno y bondadoso. Pero hasta los más criminales tienen su corazoncito que a la hora de la verdad puede salvarles, si no de un merecido castigo divino a manos de un hombre piadoso convertido en fiel instrumento de sus designios, si al menos, de la condena eterna. Y hemos de entender el hecho de que, pese a lo malvado de su instinto contra la población civil que les anima en todo momento a maquinar contra la armonía social, el bien común, la paz de los pueblos y la dignidad de las personas, estas aberraciones de la genética, también tienen ese momento de piedad y misericordia para con sus mayores victimas, permitiéndoles dormir en sus cajeros automáticos con todas las comodidades de luz eléctrica, ventilación, cámaras de vigilancia para su seguridad y pestillo de cierre que les confiere cierta intimidad, entre carteles que hablan de futura prosperidad al objeto de que por unas horas sueñen con un mundo mejor que les de esperanza a un alto interés. Toda una labor social.
Seguramente, habrá más de un lector que piense que esta labor social de la Banca, más que una buena acción, es una consecuencia del daño que provoca su despiadado comportamiento hacia la sociedad en que se instalan. Yo no lo creo así y paso a explicarlo: Nuestros banqueros, aunque merecedores de Pena de Muerte por motivos económicos directos y crímenes contra la ciudadanía indirectos, no son personas desalmadas. Todavía no han llegado al extremo de contratar sicarios para eliminar mendigos ni a organizar Escuadrones de la Muerte para mantener a raya a la clase trabajadora como se hace en América – me refiero a la América de verdad, no a la usurpadora. Por supuesto, algún día se verán en la necesidad de tomar estas y otras medidas para defenderse del clima de inestabilidad social que se está incubando. Pero hemos de reconocer que con todo el dinero y poder que tienen, su comportamiento moral, en términos comparativos, es mucho mejor que el de los capataces que tienen a su cargo para ejercer el control y la supervisión de la situación, a los gobernantes me refiero, quienes con mucha menor capacidad se muestran más crueles que sus amos a la hora de no evitarnos mal alguno, pues todavía falta el día en que permitan pernoctar, siquiera en los lujosos vestíbulos de los edificios públicos, a las familias desahuciadas, a las personas sin hogar, a los inmigrantes sin papeles…y cuantos ya no tienen cabida en los albergues municipales. Labor de acogida que sí hacen los bancos.
Pués los 20.000 euros de indemnización de Arnaldo que lo den a estos,para que pague por lo menos algo de la kale-borroka
Arnaldo con los 20000 euros págate algún cajero
En mi opinión, la censura franquista era muy inferior a la actual.
La America de verdad , la America usurpadora , vaya usted a saber ,hombre si fuesemos a hablar de esa verdadera America , vamos ,que no tendriamos necesidad de emigrar como ermitanos o como victimas de sistemas rojos ,comunismos o progresismos mafiosos ,al final del tunel el continente suramericano se ha perdido en miserias y populismos sectarios y todos gracias al marxismo que comparado al franquismo es como vivir en el siglo cuarto a.c .
Oí comentar en un bar, que la táctica que utilizan quienes han descubierto que en Europa había más riqueza que oro o ingenio con que respaldarla, consiste en llevárselo oponiendo la mínima resistencia a los resistentes, de forma barata y sin cuerpos del delito que echarse encima, que para eso subcontratan los servicios.
Sospecho que también oyeron hablar del Wu Wei.
Me cachis.
Un abrazo.