Nadie es tan tonto como para confiar su dinero a un tercero y encima le paga por ello. Bueno…sólo si no se tiene cuenta corriente en un banco.
Nadie es tan tonto como para confiar su dinero a un tercero y encima le paga por ello. Bueno…sólo si no se tiene cuenta corriente en un banco.
Millones de trabajadores confían el dinero de sus cotizaciones a la Seguridad Social, es decir, al Estado. Éste no les paga ningún interés ni lo hace producir. Lo emplea en pagar las pensiones de los jubilados actuales, en lo que podríamos considerar una estructura muy parecida a la de las estafas piramidales. Luego el Gobierno congela pensiones y alarga la edad de jubilación. Pero nadie parece quejarse.