Con la edad, no sólo aumentan los años y las arrugas, tambien se amplia considerablemente el espectro de parejas potenciales en las que se fija tu deseo. Y en ocasiones lo de «espectro» le viene como anillo al dedo.
Con la edad, no sólo aumentan los años y las arrugas, tambien se amplia considerablemente el espectro de parejas potenciales en las que se fija tu deseo. Y en ocasiones lo de «espectro» le viene como anillo al dedo.
Yo he llegado a quitarme las gafas para verlas más lozanas.
Lo que no busco es fijar el deseo, que el que mucho abarca poco aprieta.
No me agradaría tener que imponer restricciones al deseo de éllas: «A ver nenas: las que estén por mi, que hagan aquí una fila».
No podría asumir tanta responsabilidad. Por eso, visto con ropas de saco y me afeito una vez por semana.