Si matas a una persona sin querer, eres un homicida involuntario; si lo matas en una pelea de una puñalada pero sin intención previa de causarle la muerte, entonces eres un homicida en toda regla; en cambio si a esa misma persona la matas con premeditación y alevosía, entonces puedes considerarte un asesino. Pero si lo eliminas por encargo de un tercero, resulta que te conviertes en sicario; en verdugo si lo ejecutas en nombre del Estado; si lo haces por cuenta de una organización para reclamar cualquier reivindicación, entonces eres un terrorista; si matas a varias personas en un periodo dilatado de tiempo, ya eres un asesino en serie; mas si los matas todos de golpe, entonces eres un asesino múltiple; si la cantidad excede de los cartuchos que puede cargar una ametralladora, puedes considerarte un asesino en masa; si la masa de gente a la que matas, sea de una vez o poco a poco, pertenece a un grupo racial, cultura, o país, entonces has alcanzado el grado de genocida; Pero si a lo que aspiras en esta vida es a matar premeditadamente a todo el mundo y de una sola vez, ya te puedes ir olvidando del asunto, porque para eso necesitarías ser Dios.
Y si matas a muchos en nombre de la patria eres un héroe.
Si matas a un héroe, eres un villano.