Los criminales, hacen tan bien las leyes, que evitan estas sirvan para acusarles; de podérseles acusar, no sirvan para detenerlos; de podérseles detener no ayuden a juzgarlos; de podérseles juzgar, no sea posible condenarlos, de podérseles condenar, que ipso facto les indulte; y de no podérseles indultar, que les ponga inmediatamente en libertad por buena conducta.