Casa Noostra

http://www.youtube.com/watch?v=i-bFmxjugQs

A diferencia del Nacional Socialismo, la Mafia, sin haber perdido guerra alguna contra ella declarada por los Estados – antes bien parece haberlas ganado todas fuera de la realidad Hollywoodiense – en cambio, tiene igual de mala prensa entre el generoso público que sufraga con la entrada la propaganda del Imperio, ilusoria paradoja generada por el Séptimo Arte en el vulgo que sólo me explico por su desconocimiento del verdadero origen de tan triunfante Institución que rige la vida política, económica, empresarial, deportiva, cultural y religiosa, más allá de lo que el Catedrático, Roberto Velasco, denominaría el Sector Golfo de la Sociedad dedicada al juego, las drogas y la prostitución.

La Mafia, nació en su día en Sicilia en el siglo XVIII como reacción terrateniente de cuantos pronto advirtieron el afanamiento con el que los Borbones se aplicaban para despojarles de cuanto era suyo intentando imponer un centralismo que les venía de familia, en un lugar, que la mayor parte de su longeva historia desde los tiempos de la Magna Grecia, había permanecido al margen de ataduras dada su insularidad, de ahí que, secretamente se organizaran, y además de otros muchos modos de denominarse para evitar ser detectados, como quiera que en sus conferencias clandestinas apareciera por doquier la expresión “la cosa nuestra” en su acepción de (Nuestros asuntos) más también en paralelo a la “Cosa Pública” (nuestra República) que hasta el día de hoy, sin necesidad de nacionalismos los sicilianos se presentan como tales en todo el mundo desdeñando el término “Italianos”, se identificó la propia Institución con el nombre de “Cosa Nostra”.

Bien entendido entonces, la diferencia entre “Cosa Pública” y “Cosa Nostra” parece diluirse porque toda Cosa Pública, debiera sentirse como Cosa Nuestra por todos y cada uno de los ciudadanos. Cuando esto no sucede, siendo escasos cuantos sienten como suyo lo público, acontece que, los indolentes les acusamos de mafiosos por emplear artimañas para hacerse con los bienes comunes que hasta verlos en sus manos no les hacíamos el menor caso.

España no es una Cosa Pública en el sentido de República; es un Reino. Consecuentemente, sólo puede ser Cosa Nostra para quienes se sienten sus legítimos herederos. Con este sentimiento propietario, los miembros de las Familias Reales disponen bajo su Real Gana de cuanta riqueza puedan ofrecer sus tierras y habitantes sin el menor remordimiento, pues se les ha consentido en ser educados con derecho a disponer de los bienes del Estado por ser todos Cosa Suya.

La Casa Real “española” – entrecomillo su españolidad, porque como las multinacionales, su apellido no responde a más patria que a su propio beneficio – cuyo cuartel general es el Palacio de la Zarzuela, la conforma al completo la Familia Borbón cuya estructura interna en lo que respecta a su funcionamiento, nada tiene que envidiar a la de Corleone en sus buenos tiempos: En la actualidad, su ramificación peninsular está integrada por cuatro Capos de Familia ( Juan Carlos, Helena, Felipe y Cristina) donde el primero ejerce como “Capo di Capi”, aunque todos dispongan igualmente el tratamiento de “Don”. Por supuesto, cada uno de ellos tiene su propia organización independiente con un “Consigliere” o asesor que siempre acompaña al “Don” para prepararle la agenda, los discursos y esas cosas; un “Avvocato” (abogado) encargado de los asuntos legales de la familia; varios “Asociatto”, (Asociados) personas que sin ser de la Familia, mantienen una relación con ella compartiendo múltiples intereses; y por último tienen bajo nómina infinidad de Soldados, guarda espaldas, sicarios o como se les quiera llamar que velan por su seguridad personal y la de sus negocios.
Aporías de una Monarquía Constitucional donde la Cosa Pública se confunde con Cosa Nostra, hoy contemplamos que, la Familia Real, se ve sometida a juicio por los Tribunales del Reino. De ahí el comunicado de prensa emitido por Zarzuela donde mostraba su sorpresa por la imputación de la Infanta Doña Cristina a causa de su supuesta colaboración necesaria para cometer fraude amén de otros delitos reiterados en el denominado Caso Noos, motivo que de enquistarse en el tiempo, podría dar nombre a toda la futura extirpe como Casa Noostra.

2 comentarios en «Casa Noostra»

  1. Tras escuchar la canción a uno le queda la duda de si lo que se habla en Sicilia es un dialecto del italiano o lo que podríamos llamar un idioma siciliano. Me inclino más por lo segundo.
    La diferencia entre el poder real y el de un capo mafioso radica en que el del capo se lo ha ganado el mismo gracias a ser un «hombre de respeto» y saber tejer una tupida red de lealtades personales, mientras que el poder del Rey le viene en una gran parte de esa máquina que llamamos Estado.

  2. Amigo Jesús, Sicilia es desde siempre un cruce de caminos culturales y en consecuencia su lengua es resultado de dicha circunstancia.
    Por otra parte, la diferencia que señalas entre un capo mafioso y un capo de Familia Real es como siempre excelente tu observación.

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