Pues va a ser verdad que el Partido Popular es el único que apuesta firmemente por la unidad; ahora bien, no está del todo claro que pese a sus esfuerzos alcance su fin primordial de preservar para España su sacrosanta condición de ser aquella “unidad de destino en lo universal” por mi aprendida durante mis días de estudiante en el colegio “XXV años de paz” sito en la calle General San Jurjo de Castro Urdiales, tal y como van sucediéndose los acontecimientos en Cataluña, Euskadi o Canarias.
Como premio de consolación al palmario fracaso del Gobierno de Rajoy en dicho terreno sociopolítico, pese a contar con el apoyo explícito del PSOE de cuya lealtad al bando Nacional Rojigualdo ya nadie puede dudar con fundamento, hemos de concederle el reconocimiento de haber logrado, si no la unidad de España, al menos sí, la de los Españoles, aunque de momento sea sólo por sectores. Me explico:
El Ministerio de Educación, gracias a la diplomacia de Wert ha conseguido que todos los implicados en el mundo docente se unieran para protestar la LOMCE, a saber: asociaciones de padres, sindicatos de profesores, de estudiantes, en la docencia pública y concertada, en los distintos niveles de enseñanza, infantil, Primaria, Secundaria y hasta Universitaria…
El Ministerio de Sanidad dirigido por Ana Mato con la colaboración de su vanguardia Neoliberal de la consejería madrileña, no le anda a la zaga; con la privatización de hospitales, la introducción del copago farmacéutico, la eliminación de las prestaciones a personas con discapacidad y dependencia u otras medidas destinadas a deteriorar gravemente la red nacional de salud pública, ha formado un sólido frente común constituido por colectivos de pacientes, asociaciones de dependientes, colegios profesionales de medicina y enfermería…
El Ministerio de Injusticia, con Ruiz Gallardón a la cabeza, tampoco se queda atrás en este menester. Al margen de lo acontecido con el Aborto donde de momento tiene en contra sólo al 80% de la opinión pública, lo cierto es que, su éxito más notable respecto a la unidad de los españoles se lo debemos a la imposición de la “Ley de Tasas” que ha cosechado la unánime desaprobación de las distintas asociaciones profesionales del ramo, así como de la OCU, la oficina del Defensor del Pueblo, etc.
El Ministerio del la Presidencia o Portavocia del Gobierno o como quiera que se le diga, ha provocado un malestar general entre los periodistas por obligarles a acudir a supuestas ruedas de prensa retransmitidas por pantalla de plasma, donde no pueden efectuar pregunta alguna y como por el cierre de medios de comunicación públicos en varias de las Autonomías regentadas por el PP.
A estas “uniones de hecho” conformadas para hacer frente a un enemigo exterior, cuál es, el Gobierno, le sumamos otras uniones como el mayoritario descontento entre las fuerzas policiales por los continuos y arbitrarios cambios en sus mandos; entre las Fuerzas Armadas por la nefasta administración de los recursos destinados a la defensa nacional; el descontento de los científicos dado el ninguneo con que se trata todo lo relacionado con los proyectos I+D+i…es evidente que los Españoles, estamos más unidos que nunca.
Pues bien, a los Ministerios de Educación, Sanidad, Injusticia, Presidencia…ha venido a sumarse el de Interior cuyo representante, Fernández Díaz, en pocas horas ha conseguido lo que parecía imposible; la unión de todas las fuerzas políticas vascas abertzales que no son pocas y estaban divididas y reñidas entres sí desde hace décadas: todos los sectores de la antigua Batasuna, su escisión Aralar, EA la escisión del PNV, sectores de la antigua EB, algunos elementos no absorbidos de EE y al mismo PNV. Mérito que se ve acrecentado por la velocidad de respuesta con que tan variopinto espectro político supo articularse muy por encima de sus diferencias ante lo que en toda Euskadi se ha percibido como un ataque contra el Acuerdo de Paz, por todos los vascos deseado.