No puedo entender el enésimo desprecio cometido contra la cultura autóctona por el aplauso necio del público con la complacencia de RTVE tras haber elegido para representar a España en Eurovisión una canción cuyo título y letra principal es en inglés. Para hacernos una idea del alcance de tan magna humillación, pensemos en un congreso gastronómico donde España en vez de presentar un gazpacho, una paella o un cocido, mostrase simplemente una vulgar Hamburguesa con Ketchup o un esmirriado sándwich con mayonesa.
En primer lugar, no entiendo como un país con una lengua tan bella como el castellano, siente vergüenza de su idioma principal hasta el extremo de renunciar a su empleo en un certamen musical internacional donde se supone cuanto aparece en el escenario durante apenas minuto y medio lo representa ante el mundo entero. ¿Qué imagen se desea transmitir? ¿Qué en España la gente domina el inglés? Como no sea en Gibraltar…Eso podría denunciarse ante la Comisión Europea como publicidad engañosa.
En segundo lugar, no alcanzo a comprender del todo por qué una población que no sabe inglés, no contenta con escuchar sus bárbaros berridos, sin llegar nunca a poderlos reproducir fehacientemente en su mínima expresión, siquiera como estribillo, ahora también se empeña en producirla por su cuenta.
En tercer lugar, no me entra en la cabeza que habiendo tantos idiomas autóctonos necesitados de promoción exterior, no se aproveche con inteligencia la cita anual del certamen para su proyección lingüística y de paso restañar antiguas heridas político-culturales o malentendidos domésticos por medio de tan sencillo gesto como sería enviar a Eurovisión una melodía cantada en Gallego, Catalán, Euskera y hasta en Romaní o Caló si nos tomásemos en serio esto de la representación de España.
En cuarto lugar, una vez puestos a cantar en un idioma que no sea autóctono, se me hace del todo incomprensible que, siendo como son ahora las votaciones abiertas a los ciudadanos de los distintos países participantes, no se haya trabajado desde el Ministerio de Cultura en coordinación con el de Asuntos Exteriores y el mismo CNI una estrategia socio-lingüística dirigida a captar sus simpatías y traducirlas en votos. Los angloparlantes son muy desagradecidos cuando alguien se esfuerza en hablar su idioma, sobre todo si son británicos; en consecuencia, cantando en inglés apenas sumamos su simpatía. Empero, de cantar en otro idioma como el Francés, el Alemán o el Italiano, seguramente el guiño no pasaría desapercibido a sus respectivos pueblos, que el que menos, suma una comunidad parlante de 70 millones de ciudadanos.
En quinto lugar, no asumo la pasividad con que la RAE, los medios de comunicación y las instituciones que deberían velar por nuestro patrimonio inmaterial, aceptan esta actitud sumisa ante el imperialismo idiomático que atenaza a nuestra industria del cine, discográfica y editorial, mucho más perniciosa para sus intereses económicos que toda las descargas y faltas de ortografía juntas y que por igual somete a la institución docente y lastra el curriculum académico de nuestros estudiantes generándoles un complejo de inferioridad cuyas secuelas empezamos a padecer severamente.
En sexto lugar, no acierto a encontrar un argumento válido para justificar este hecho que doy por sentado, no ha pasado inadvertido a los organizadores a la hora de la preselección; Porque aquí no sirve esgrimir que cantar en inglés es más rentable que hacerlo en castellano. Esta defensa puede ser apropiada para grupos como Marlango, Dover o Macaco, que precisan hacer caja. Pero en tanto en cuanto el Gobierno de Rajoy no tenga previsto sacarnos de la crisis cantando, llevar a Eurovisión una canción en inglés, es todo un despropósito.
Y en séptimo y último lugar, me resisto a aceptar como normal que nos represente una canción en inglés, idioma odioso donde los haya que sólo sirve para esclavizar a la pobre gente que cree que por no saberlo hablar trabaja a destajo por un sueldo miserable en un Mac Donalds y cuando lo consigue aprender a base de mucho esfuerzo y sacrificio propio y paterno, resulta que le sirve para trabajar de cajero en un Fast Food, como pude comprobar en Benidorm.
You are absolutely right!
Mmmm… esto… ¿no es Eurovisión un concurso? ¿No se supone que se participa para ganar? Pues, estimado señor, me da que si quiere usted ganar Eurovisión, va a tener que ser con una canción en inglés que, independientemente de sus gustos, es el idioma que mejor o peor, dependiendo de los países, habla y entiende toda Europa. Excepciones las ha habido, pero recientemente pocas.
Leyendo su escrito me da por pensar que desconoce la evolución que ha sufrido Eurovisión, y que no es sino reflejo de esa corriente llamada globalización. Y sí, puede que sea una lástima que cada país ya no cante en su idioma oficial, pero mucho más grave es que la orquesta en directo haya desaparecido y haya dejado paso al sonido enlatado, hecho mucho más relevante en un festival de la canción, y que usted ni siquiera comenta. Al parecer, es más secundario.
Cantar en inglés en Eurovisión no es desprecio a la cultura autóctona. Es simplemente rendirse a la evidencia de que el mundo musical actual de las discográficas que manejan el mercado habla ese idioma (cosa que, por cierto, no es de ahora; fíjese si no en el grupo eurovisivo por excelencia, ABBA, que en los 70 ya sabía muy bien dónde estaba una de las claves del éxito). No es, pues, traicionar un concepto cultural. Nadie osaría decir que ABBA traicionó la cultura sueca. Simplemente es adherirse al concepto empresarial que manda, el que mueve millones al año.
Puede hacerle poca gracia o no gustarle, e incluso podríamos entablar un interesante debate sobre si es ético o justo para las culturas minoritarias. Pero es la realidad. Realidad, por cierto, a la que se ha llegado no por ser la inglesa una cultura mejor que las demás, sino porque los empresarios y discográficas anglosajonas-estadounidenses sabían y saben muy bien cómo hay que manejarse a gran escala cuando se trata de un negocio. Quizás el error de otras culturas haya sido dejar la parte de la comercialización-promoción de su propia cultura como algo secundario.
En cualquier caso, no debe preocuparse en exceso: la rancia y malentendida defensa del castellano en un contexto como el de Eurovisión al final ha provocado que la canción con más posibilidades haya sido derrotada, a pesar de ser la favorita en las encuestas, y en su lugar vaya la canción que tanto usted critica, que tan sólo contiene cuatro frases en inglés, y cuya calidad es más que discutible, ya que es más de lo de siempre.
Curiosamente, la canción favorita, bastante rompedora para lo que España solía enviar, y que quizás podría haber quedado entre las primeras, estaba cantada íntegramente en la lengua de Shakespeare. Pero, en sintonía con lo que ha escrito, parece que ha sido demasiado para una audiencia que parece no estar preparada todavía, 40 años después, para salirse del rancio orgullo patrio que, a la hora de la verdad, no sirve absolutamente para nada.
Bueno, eso y que la cantante era de raza negra. Lástima. Una gran oportunidad perdida. Está claro que una cantante negra cantando en inglés sigue siendo demasiado para representar a España. Parece ser que había peligro de que la identidad española se resquebrajase. Lo único que puedo decirle es que por primera vez en mucho tiempo no me habría puesto rojo de vergüenza ajena al ver participar al representante de España. Sin embargo, con esta canción que usted critica tanto por cuatro frases en inglés, mucho me temo que me volverá a suceder.
Amigo Carrington, antes de nada, deseo agradecerle el tono educado de su crítica; dicho esto, debo comentarle que el nivel que despliega en su argumentación es bastante bueno, así como el recurso estilístico de dar a la piñata mientras se la defiende. Aprecio en su texto varios puntos en común y al parecer, sólo disentimos en lo concerniente al uso del inglés.
Me gustaría colgar el texto en la parte central del blog, por supuesto por usted firmado. Si da su consentimiento en tres días paso el contenido al blog central; en su defecto, queda aquí en calidad de su respuesta y en breve le ofreceré mi réplica.
Gracias por su aportación.