¿Estaría Usted dispuesto personalmente a sacrificar al Presidente del Gobierno o a alguno de sus Ministros, si con ello, se garantizara para todos el Estado del Bienestar, la caja de la Seguridad Social, la Sanidad y Educación y la drástica reducción del desempleo?
Si su contestación es ¡No! Razone la respuesta.
Autor: Nicola Lococo
Podemos: Su identidad. Su diferencia
Podeos, debe su éxito electoral a múltiples factores como el hartazgo con la política, la aguda crisis económica, la extendida corrupción, la juventud y valía intelectual de sus dirigentes, la buena imagen de pertenecer a su círculo…si bien, a mi parecer, el más importante de todos, es el haberse dotado de una identidad diferenciadora en contenido y forma a cualquier otro partido político conocido dentro y fuera del arco parlamentario. Este es el motivo por el cual mientras el ala progresista del PPSOE no ha logrado rentabilizar la desgobernanza criminal de sus socios en la alternancia; mientras UPyD no ha sido capaz de cosechar su buen hacer en la tarea de oposición ni de aprovechar la magnífica valoración de su líder en todas las encuestas; mientras IU se ha visto una vez más impotente para traducir en las urnas su mecánico apoyo pancartil a la protestas ciudadanas; cuando Vox no ha logrado hacerse un huequecillo entre el descontento Popular, ni Equo tiene visos de rascar bola más allá de una comunidad de vecinos…Podemos, en apenas unos meses, con gente inexperta en estas artes mitineras, con bajo presupuesto, sin liberados, sin sedes, ni coches oficiales, etc, se ha convertido en el instrumento de cambio en el que más confía la ciudadanía para expulsar a los criminales del Poder político.
Todavía, es demasiado pronto para saber qué es Podemos o en qué acabará; todas las posibilidades está abiertas desde la más optimista canalización formal libertaria, hasta la instauración del populismo fascista, pasando por la socialdemocracia, incluida una deriva hacia más de lo mismo. Pero, hoy por hoy, es evidente que una de las señas de identidad de Podemos es no parecerse en nada a ninguna otra formación política y por consiguiente, sería un gravísimo error táctico por parte de sus bases y dirigentes, concurrir a las elecciones Generales en coalición con otros partidos de ámbito nacional históricamente asentados en la escena electoral, al menos, no ahora que Podemos se halla en pleno proceso de constitución. Sería su suicidio político.
Sea entonces, que el ofrecimiento de IU para concurrir juntos a las Generales, sólo puede ser contemplado como un despropósito de mal gusto, un burdo abrazo del oso dado a destiempo cuya única motivación es desactivar la progresión de una formación joven o en su defecto parasitar su auge y estructura, asegurándose con ello mantener su propio stau quo, cuál es, seguir participando del juego partitocrático en su función de bufón pancartero y proclamador de las esencias de la clase trabajadora, sin perturbar las formas formales de la democracia formal más allá de algún que otro pataleo en el hemiciclo obteniendo así las migajas subvencionadas del sistema que les ha sabido acomodar durante décadas en sus escaños donde han asistido como convidados de piedra a los debates ideológicos, a la gestión económica y a la acción legislativa, mientras en su autocomplacencia se atribuyen ser alternativa por el mero hecho de querer que las cosas cambien.
Pero, una cosa es querer que las cosas cambien y otra muy distinta, querer cambiar las cosas. He aquí una de las claves que los ciudadanos distinguen nítidamente entre una formación agotada y caduca como IU y Podemos una fuerza emergente e ilusionante. IU, ha tenido tres décadas para demostrar de lo que es capaz. ¿Cuál es su resultado? La pregunta es retórica…Lamentablemente, en todo este tiempo, IU no ha sido eficaz para canalizar la frustración de una inmensa mayoría social, ni para defender los derechos de la clase trabajadora, ni para dar soluciones prácticas a los problemas cotidianos de la ciudadanía. A lo más que ha servido IU ha sido para otorgar esa pincelada folclórica que precisaba el sistema a fin de dar la impresión de pluralismo en la representación parlamentaria e institucional, además de pequeño abrevadero para inconformistas dóciles y obedientes cuyo lenguaje gusta de emplear palabras como implementación, coyuntura y transversal, motivo por el cual, goza del aplauso advenedizo de artistas que comen de lo mismo. Por todo ello, IU es apreciada por la ciudadanía como un Partido triste y somnoliento, un partido fracasado, ineficaz y torpe, menos una alternativa a lo que hay pues el perfil que ha trascendido de su dilatada acción política es el de ser una formación conformista con su título de aspirante, acaso el de paciente espectadora viendo pasar el tiempo en la Puerta de Alcalá.
Podemos, ya tiene forjada una gran alianza para concurrir con su novedoso proyecto a las próximas elecciones Generales. Esta gran alianza, es la mejor alianza de todas cuantas puede haber para un partido político, a saber: la establecida con los ciudadanos que están hartos de la papiroflexia constitucional, del torcido estado de derecho, del estado del Malestar, de la partitocracia, de la corrupción de las instituciones, de la mala gestión del dinero público, de la opacidad…En esta Gran Alianza por la regeneración política, la restauración de los valores democráticos, la defensa de la Patria y la devolución del poder a los ciudadanos, se han dado cita descontentos del PP, descontentos del PSOE, aburridos de IU, espantados de UPyD pero también eternos abstencionistas, achatas, libertarios, auténticos liberales, gentes todas que han apreciado en Podemos una fórmula diferente y genuina, en la que depositar su última esperanza para tratar de cambiar las cosas sin esperar a que estas cambien por si solas. Pasadas las Generales, ya veremos qué se hace. Pero unirse antes, para Podemos sería deshacerlo.
De las querencias. ocurrencia
No es lo mismo querer que las cosas cambien, que querer cambiar las cosas.
Hambre infantil en España
Escucho con estupor afirmar a diestro y siniestro que una nación como España, miembro de pleno derecho de la Organización Terrorista del Atlántico Norte, del Fomento de la Miseria Internacional y de la Organización Criminal del Estado, entre otras entidades en las que se diluye la representación representativa de los representados, no se puede permitir la existencia del hambre infantil dentro de sus fronteras. ¿Cómo que no? ¿Es que somos menos que Etiopía que durante décadas ha soportado con éxito la hambruna crónica de su población? ¿A caso su realidad puede poner en jaque a los mercados? ¿Es que con solo saber de su presencia entre nosotros supone una amenaza para el Estado del Bienestar? ¡Pamplinas!
En tanto en cuanto no asumamos la necesidad del sacrificio ritual del gobernante como premisa antropológica básica para la regeneración espiritual de toda sociedad, un país corrupto como el nuestro, ¡debe y puede! convivir con el hambre infantil, pues de otro modo entraríamos en una contradicción lógica, la cuál, sí sería harto difícil de sobrellevar, por cuanto todos desearíamos verles muertos, pero ninguno se atrevería a matarlos. De esta guisa, aceptamos el hambre infantil en nuestras ciudades como un hecho que acaece sin más, fruto de la circunstancia, sin culpables a los que castigar por ello, algo natural que entra dentro de la estadística y cuyos números, no nos pueden llevar a engaño, pues hemos de reconocer que, en ocasiones, muchos confunden el hambre con las ganas de comer, siendo el hambre como el dolor, algo necesario para la supervivencia humana que nos alerta ante un inminente mal, en este caso, no comer en exceso entre horas. Porque, el hambre en la infancia ayuda al niño a espabilar, de ahí el dicho ¡Es más listo que el hambre! Cosa a no desdeñar en un momento en que los recortes en cultura, educación, investigación y desarrollo prefiguran una España sumida en el retraso tecnológico respecto a los vecinos.
Por supuesto, no es bueno que uno de cada tres niños españoles pase hambre. Pero, paradójicamente, es mejor que pasen hambre a que se mueran de hambre, aun cuando al morirse de hambre, dejan de pasar hambre. La cuestión entonces es ¿Cuánto hambre puede pasar un niño español sin morirse de hambre? Mientras la FAO no se pronuncie a este respecto, todo son especulaciones. Es verdad que hay niños que no pueden realizar tres comidas diarias; es cierto que durante el curso los fines de semana los menores son sometidos a una dieta de vigilia cristiana desde el viernes; reconocemos que la comida del comedor es comprendida como un lujo para estos escolares; aceptamos que la carne, el pescado, los lácteos, las verduras y las frutas, están fuera del alcance de su cesta de la compra…pero, si los niños que pasan hambre lo soportan; si sus padres son capaces de verles irse a dormir con los estómagos vacíos a sus camitas sin tomar una resolución que de sentido espiritual a sus vidas con la esperanza de que todo se solucione a la mañana siguiente con la salida del sol ¿Quiénes somos nosotros, personas bien alimentadas, para desde fuera del fenómeno, cuestionar la capacidad de toda una sociedad democrática y desarrollada para permitirse el hambre infantil? España, se puede permitir el hambre infantil ¡y mucho más! como por ejemplo, su analfabetismo, su indigencia energética, su desalojo de la primera vivienda, su explotación laboral, su explotación sexual, su desaparición para fines médicos…
El hambre infantil en nuestro territorio pone a prueba nuestra capacidad de respuesta como sociedad democrática y desarrollada. A la pregunta ¿Pasan hambre los niños españoles en la tierra de la dieta mediterránea? La respuesta es ¡Sí! A la pregunta ¿ Pasan hambre los niños en la España de las estrellas Michelín? La respuesta de nuevo es ¡Sí! ¿Puede permitirse España el hambre infantil? La respuesta otra vez es ¡Sí! Porque como diría Rajoy “Un niño que tiene hambre, es un niño hambriento. Pero no por ello deja de ser niño, y menos aún, español”.
la cena de los cinco
Como ciudadano, llevo días preocupado. ¿Por la incertidumbre política en España? ¡No! ¿Por la posible salida del euro de Grecia? ¡No! ¿Por las consecuencias culturales que pueda comportar la amistad de Isabel Presley con Vargas Llosa? ¡No! Lo que me quita el sueño, lo que me tiene el corazón en un puño, es haber tenido noticia de la cena privada que el pasado Miércoles 1 de Julio, a las 21:00 horas, en un conocido restaurante madrileño, reunió a Juan Carlos Rey de España con los cuatro presidentes vivos de la Democracia, González, Aznar, Zapatero y Rajoy, lo que sumado hace un total de cinco.
Si fuera cierto que la cena era para agasajar al Capo di tutti capi al cumplirse un año de su abdicación como se ha transmitido a la prensa y el ambiente hubiera sido el de cualquier reunión de amiguetes como ha declarado el dueño del local, mi alarma sería hipocondríaca. Pero me da a mi, que algo se está cociendo y muy gordo, porque no es una serendipia del destino que el mismo día que entra en vigor la Ley Criminal de Seguridad Ciudadana, estos cinco personajes, actores principales de la política española, se hayan citado para comer jamón de jabugo y huevos con patatas de la Casa Lucio.
Motivos tengo para sospechar: En esa mesa están reunidos el delfín de Franco quien prometiera jurar los Principios fundamentales del Movimiento; quien nos metió en la OTAN al tiempo que desmantelara toda la industria pesada a las órdenes de Alemania en clara traición a la Patria; el que nos introdujo de lleno en una guerra ilegal como la de IRAK a cambio de una vergonzosa foto en las Azores, pasar unos días en el rancho con Bush y una medalla del Congreso de los EEUU que nunca llegó, mientras privatizaba las más rentables empresas del Estado; el que nos metió de lleno en la crisis al despilfarrar nuestros recursos con cheques bebé, partidas de 400 euros de ida y vuelta, el lamentable Plan-E…y quien miente más que habla, estando al frente de la más formidable maquinaria de corrupción que ha conocido nuestro país, el Partido Popular. Sabido esto ¿Hay o no hay motivo para la preocupación de la ciudadanía?
¡Lo sé! ¡Lo sé! No vale de nada preocuparse. Y tampoco parecen eficaces nuestras oraciones dominicales en Comunión con los Obispos y el Santo Padre para que el Señor nos envié una señal de esperanza jubilar en forma de meteorito en situaciones como esta que ya se cuenta como una ocasión perdida para librarnos del mal, por muchos esfuerzos que hagan los periodistas por saltarse la censura a este respecto, con su mordiente subrayado de que, allí se encontraban los cuatro presidentes vivos de la democracia, pues no otra cosa se me antoja expresar una obviedad como esa, de no ser que hubiera alguna posibilidad de que a la cena asistieran sus cadáveres, sugerente cuadro que superaría en expresividad al de Perros jugando al Poker de Coolidge. Porque estos cinco individuos es imposible que se hayan juntado para algo bueno, al menos, algo bueno para nosotros.
¿Qué fechorías habrán planificado en nuestra contra? ¿De qué nuevas maldades no se habrán abstenido imaginar para la población? ¿Qué distintos suplicios nos tendrán reservados para después del verano o tras las elecciones Generales? Seguramente, con solo hablar de ello habrán disfrutado de lo lindo pensando en subir de nuevo el IVA al 23%, dejar que el precio de la luz campe a sus anchas en el mercado, aprobar por decreto el despido libre, la eliminación de las vacaciones, la supresión del salario mínimo, mantener el desempleo en cotas del 20% para que las masas sean más dóciles, privatizar el fondo de pensiones, la sanidad, recortar el gasto en educación…
La solución de nuestros males no vendrá entonces ni de la mejora económica, ni de la estabilidad política, sino de nuestra capacidad de llegar a sus estómagos por vía gastronómica.