Del ocio al trabajo, y del trabajo al ocio, a parte de recesos, descansos, fiestas, vacaciones y tiempo libre, hay mucho, pero que mucho negocio, entendiendo por negocio, la negación del ocio, que es cómo lo definían los antiguos griegos. Siendo entonces nuestra entera sociedad, un permanente intercambio interesado de trabajo por sueldo, una prostitución del tiempo, un comercio del espacio, un continuo mercado en el que todo se compra y se vende regido por la ley de la oferta y la demanda, expuesto a cíclicas crisis financieras en el que incluso bienes vitales para la supervivencia como los medicamentos son susceptibles de patente y el platónico mundo de las Ideas ha caído en desgracia con los Derechos de Autor…cabe preguntarse si es lícito hablar de ocio, sin confundir éste con el debido descanso que cualquier animal, o esclavo precisa para continuar trabajando hasta reventar.
Tengo la suerte de pertenecer a lo que T. Veblen bautizó como “Clase Ociosa”, suerte que me he labrado al hacer de mi ocio un trabajo y de mi trabajo un ocio; tanto es así, que cuando sin querer me voy de vacaciones, vuelvo tan fatigado que necesito un periodo para reponer fuerzas y retomar mi ritmo natural. Pero por lo general, la gente suele confundir los conceptos expuestos pues se les ha hecho creer que todos ellos remiten a una misma cosa, mas no es así.
Cuando tras un tiempo de trabajo se hace un pequeño receso, este no puede ser catalogado en modo alguno, ni como tiempo libre, ni como ocio; su nombre apropiado es descanso, asunto que los escolares tienen muy claro denominándolo recreo por su corta duración, y que jamás de los jamases confunden con las fiestas y vacaciones. Sin embargo, a veces, si que se confunden las dos últimas y así oímos llamar vacaciones a las fiestas de Navidad o a las de Semana Santa, cuando a la inversa no sucede decirle al verano entero que es una fiesta, de no ser que seas Pocholo y vivas en Ibiza. En nuestra sociedad esclava de la Producción, los Fines de Semana y las fiestas puntuales no dan para organizar tramos de ocio, dado que, las primeras veinticuatro horas del mismo son necesarias para repararse del trabajo y lo que queda aparece rebajado por la angustia de tener que regresar al día siguiente a la noria del borrico, es lo que se conoce como “Síndrome Dominical” más frecuente que el “Síndrome postvacacional” Cierto es que, durante los descansos, las fiestas y las vacaciones nos encontramos con tiempo libre, si es que hemos evitado casarnos y traer hijos al mundo como es mi feliz circunstancia, pero para que el tiempo libre se transforme en ocio, es imprescindible que confluyan dos aspectos, a saber: de un lado que se trate de un lapso de tiempo suficientemente largo como para que aparezca en personas descansadas física y psicológicamente, sin que en el horizonte asome la amenaza sobrecogedora de tener que trabajar para poder acceder a la conocida desconexión mental que solo a los yoghis les está permitido alcanzar con técnicas de relajación, respiración y meditación, y de otra, que el sujeto o la conciencia se entregue a tareas que desarrollen sus más excelsas potencialidades libres de toda atadura, compromiso, o responsabilidad, salvo para consigo mismo. Es así, y solo así, como puede aparecer el ocio y su disfrute. Todo lo demás en poco o en nada se diferencia del descanso esclavo.
Pues bien…respondiendo a la cuestión planteada, debo contestar sinceramente que ¡No! Hoy, tal y como funciona el Mundo, no es posible hablar de ocio: los trabajadores como mucho tienen descanso, los desempleados en el mejor de los casos tienen demasiado tiempo libre, las amas de casa ni lo uno ni lo otro sean trabajadoras o paradas, los escolares a lo sumo cuentan con tiempo para hacer deberes y preparar exámenes que no hay fiesta, vacación, Finde, o Puente que no se les mande hacer algo para atormentarles psiquicamente…y es precisamente entre estos, los estudiantes, donde se encuentra, ¡no! el Ocio Adolescente, sino el Neg-Ocio Adolescente. Y ¿en qué consiste el Neg-Ocio Adolescente?
El NOA tiene varias ramificaciones; desde las más brutas y sórdidas, hasta las sumamente refinadas. Entre las primeras tenemos a la industria del tabaco, alcohol y hostelería que nutren de sustancias tóxicas a los pulmones e hígados de nuestros jóvenes para que si no mueren en carretera en caballitos de gasolina de uno en uno o en ataúdes de hojalata rodantes de cuatro en cuatro, lo hagan a cargo lentamente de la Seguridad Social. Para que triunfe esta industria del NOA, es preciso la colaboración de las FUCOI Fuerzas Corruptas de Ocupación Institucional para que la juventud no tenga opción de divertirse sin gastar dinero y crear Neg-Ocio. Algo más sibilino consiste en ofrecer a los adolescentes un consumo fatuo constante a través de la Obsolescencia percibida, también dicha moda, para que disfruten comprando tonterías y modelitos que no les servirán a la temporada siguiente, asunto al que se ha sumado la tecnología sobre todo móviles, Mp3, y resto de aparatos cuya actualidad no dura un suspiro. Pero lo más sofisticado es la estrategia amparada por el mercado y la casta docente de dirigirles la atención hacia la dinámica diabólica del aprendizaje del puto inglés que les obliga a viajar durante las vacaciones a sitios donde nadie iría ni a tomar el té, y evidentemente la estupidez requiere de cierta cobertura ofrecida por los productos en dicho idioma bajo la inocente pantalla de la industria editorial, del cine y las discográficas, alentadas por las subidas y bajadas de internet, verdadero Neg-Ocio Adolescente Anglosajón.
Si deseamos hablar con fuerza y vigor de Ocio adolescente, habremos de empezar primero por diseñar una formación integral de los jóvenes bajo el lema latino “Mens sana in corpore sano” y nada más sano que, organizar horarios y calendarios escolares que posibiliten la aparición del ocio según lo indicado, y no solo tiempo libre o de descanso, de modo que la parte académica, no supere a la de ocio, asunto fácil de conseguir de eliminarse los indecentes “Deberes escolares” y si se dedicarán las mañanas a las materias de estudio como matemáticas, filosofía, lengua, etc,, y las tardes a idiomas, música, arte, deporte y demás actividades que desarrollan y cultivan el espíritu. El resto de debates en torno a esta cuestión, no son otra cosa que ganas de marear la perdiz, y ya sabemos que es lo que ocurre antes del “colorín colorado…”que este cuento se ha acabado.
La ambigüedad del idioma castellano, vuelve a la carga, esta vez, en forma de petición al ejecutivo por unanimidad de todos los partidos con representación en la Comisión de defensa del Congreso, los cuales, tras analizar en detalle el informe presentado por la Secretaria de Estado para el Comercio sobre la venta de armas el pasado Junio, ha concluido que debe evitarse exportar material bélico a países “preocupantes” por estar inmersos en conflictos armados, suponer una amenaza agresora para sus vecinos o contravenir de continuo el respeto a los Derechos Humanos. Todos los grupos coincidieron igualmente en exigir un mayor detalle en el destino y uso del material exportado.
Pues bien, sucede que, aunque el informe que ha suscitado este revolcón ético de nuestros Congresistas, aludía a países como Libia o Irán e invitaba veladamente a pensar en Venezuela o Siria, lo cierto es, que estos Estados no son lo que se dice Países preocupantes en traducción estricta; Antes bien serían Países preocupados. Déjenme explicarlo:
Hubo un tiempo en que el Tíbet y China eran países vecinos. Pero en cuanto China puso sus ojillos en aquel minúsculo techo del mundo, entonces Tíbet pasó a ser un país preocupado y China un país preocupante. Otro tanto sucedió con Rusia y las Repúblicas Bálticas, Alemania y Polonia, el territorio del Sahara y Marruecos, Palestina e Israel, etc. Hoy Alemania y Polonia como Rusia y las Repúblicas Bálticas han vuelto a ser vecinos. No así el resto que reparten su suerte siendo unos países ocupantes y otros ocupados.
Hemos entonces que distinguir entre las naciones actuales, cuáles son merecedoras de uno u otro apelativo para averiguar en qué medida es ético hacer negocio con ellos sin contravenir la recomendación del Congreso, asunto difícil si tomamos en consideración que habremos de descartar vender armas además de a países inmersos en guerras como le sucede a media África, que ejerzan ocupación o combatan por su liberación como los mencionados, que tengan serios conflictos internos o anden en guerra civil como le ocurre a Colombia, que ya era bastante cautela para una industria que vive de ello, ahora tampoco se podrá hacer tratos con Estados tradicionalmente Pre-ocupantes, como lo son las distintas potencias europeas con Gran Bretaña y Francia a la cabeza y por supuesto los EEUU, que llevan ocupando y preocupando al mundo entero varios siglos.
En cuanto a dar un mayor detalle del uso y empleo del material vendido por España…no se lo recomiendo a sus Señorías. Es muy gore. De no ser, que les vaya las imágenes truculentas, cargaditas de morbo, en cuyo caso, es más que probable que la realidad colme sus más exigentes expectativas.
Sabido es que, un discurso bien trabado en boca de un buen orador puede animar a las masas a la acción y que la música excita las emociones como ningún otro arte. De su combinación se viene valiendo la publicidad para incitarnos al consumo, pero también ciertas corrientes de pensamiento Antisistema, Contracultural, Underground, o como se le desee llamar en cada época, al objeto de preparar las mentes hacia una postura favorable a sus tesis teórico-prácticas sin necesidad de realizar un acto comprometido consciente con las mismas. De este hecho, pronto se percataron los Ángeles custodios de la Cultura occidental allá por los años Cincuenta, cuando el omnipotente Director del FBI J.E. Hoover en un informe dirigido al Presidente, planteó la necesidad de “hacer algo” para detener aquel decadente ejemplo para la juventud. “Me siento en la obligación de poner en su conocimiento que Elvis Presley es un peligro definido para los Estados Unidos”
Príncipes y Gobiernos, hacía tiempo que habían perdido el monopolio de la información desde la irrupción de la imprenta; Con todo, todavía retenían la primacía de los novedosos resortes de comunicación como radio y televisión cuya compleja infraestructura suponía, por entonces, un escollo insalvable para las multitudes oprimidas que sólo contaban con el milenario boca a boca, el discurso oral improvisado, pasquines esporádicos y publicaciones dispersas, para contrarrestar la propaganda gubernamental. Sin embargo, un nuevo fenómeno crecía en derredor de aquellos dos gigantes comunicativos, a saber, los movimientos musicales que aupaban a la fama a personas del pueblo sin a penas pasar la traba del placet político o control institucional. Mientras las grabaciones contenían alegres compases orquestados como los de G. Miller o recreaciones de composiciones clásicas de Prokofiev, el asunto no era preocupante, como tampoco lo fueron canciones del folklore tradicional Country o con temas romántico sentimentales al estilo Frank Sinatra. El problema apareció cuando el vinilo amalgamó melodías pegadizas a letras saliditas de tono cuyos mensajes subversivos para la época, eran contemplados como pecado social para la mojigatería y doble moral estadounidense, no digamos cuando quienes las interpretaban, hacían extravagante ostentación de rebeldía con su vida, gestos y forma de vestir, dando pautas de comportamiento transgresoras por aquel entonces fuera y dentro del escenario, siendo como eran auténticos iconos a seguir de multitudes sin necesidad de púlpitos dominicales, campañas electorales ni artificio alguno más que su arte para transmitir incontrolados mensajes a una población a la que hasta aquel momento se había podido manipular desde el poder al antojo en su expresión, formación y adoctrinamiento general.
Aquella primitiva inquietud cristalizada en los informes de Hoover, rápidamente encontró caldo de cultivo en la CIA y las distintas administraciones estadounidenses, cuyo nerviosismo iba en aumento en relación directamente proporcional al peso específico que el movimiento hippie adquiría entre las jóvenes generaciones según avanzaban los años 60, llegándose al clímax de excitación de los distintos elementos del sistema, a finales de la década, con las minorías raciales abanderadas por los Panteras Negras reclamando sus derechos, la Guerra de Vietnam agitando las conciencias, los soviéticos forzando el pulso de la Guerra Fría; Era evidente que no se podía tolerar más la presencia de aquellos melenudos coloristas cuyas canciones eran toda una acción quintacolumnista en la idiosincrasia demócrata – cristiana – blanca – capitalista – liberal de occidente cuyos valores corrían el riesgo de desmoronarse por los provocativos decibelios de los conciertos de rock.
Así fue como se decidió dar inicio a la denominada “Operación Caos” cuyo objetivo fue provocar una conmoción –un eslabón más a sumar a la genial “Doctrina del Shock” de Naomi Klein- en el agitado mundo musical sin escamotear procedimientos claramente ilegales y por supuesto, sin atender al mínimo remilgo moral que pudiera frustrar la defensa del sacrosanto sueño americano: Desde atentados como los cometidos contra Bob Marley, hasta sangrientas trifulcas en los conciertos como el acaecido en Altamont, aparte de asesinatos como los de Peter Tosh o Lennon, suicidios inducidos como los de Marilyn Monroe o Phil Ochs , sobredosis como le sucedió a Jim Morrinson, paros cardiacos como el de Mama Cass Elliot, accidentes de tráfico como el sufrido por Bob Dylan y las más imaginativas formas para sembrar el terror y hacer desistir a sus miembros de la senda que habían elegido por el activismo social, como fueron los casos de los Rolling Stones y tantísimos otros. Todo fue válido, conocido, consentido y aprobado, por las más altas instancias de los poderes políticos, económicos y mediáticos del momento que supieron camuflar todo el tropel de luctuosas peripecias, bajo disparatadas cortinas de humo donde solo aparecían dispersos en escena, exaltados, fanáticos, locos, suicidas, drogadictos y gente de mal vivir que encontraban su lógico destino fruto de su forma de conducirse en la existencia. Pero las cosas fueron mucho más sencillas de cómo se presentaron: la “Operación Caos” transcurrió en un momento en el que la CIA el FBI y demás cuerpos represores de los EEUU estaban especialmente motivados intelectual y físicamente contra los enemigos internos y externos, por lo que la secuencia de hechos que se describen a continuación deben enmarcarse en una visión del mundo más amplia salpicada de intervenciones militares internacionales e intromisiones en las políticas de otros países como la operación Cóndor, distintos golpes de estado como el de Chile y en la propia casa la también inefable operación MK-ULTRA, los asesinatos de los Kennedy, Luther King, Malcom X, etc. Es primordial tener en cuenta todos estos elementos para encajar como es debido el puzzle de los piezas aisladas que se presentan, pues de lo contrario, su verosimilitud quedaría sepultada por la distancia de los hechos inconexos plurales en su realización y variopintos en la factura, auténtica coartada que ha permitido a la “Operación Caos” pasar del todo inadvertida a una opinión pública que, de haberlo sospechado, en su momento hubiera dado al traste con el vigente sistema neofascista que rige en la actualidad.
El agente de la CIA Ronald Stark. siguiendo instrucciones de sus superiores creó una tapadera “La Hermandad del Amor Eterno” cuya misión fue la de introducir y controlar el tráfico de LSD entre el floreciente revolucionario mundo hippie. En su secuencia, podría comprenderse lo sucedido con Charles Manson, Bobby Beausoleil , y Dennis Wilson componente de los Beach Boys encontrado ahogado en el 88. Curiosamente Mama Cass Elliot, líder de “Mamas and the Papas” amiga de los tres, murió en el 74 de paro cardiaco, según Paul Kassner, fue asesinada por saber demasiado de las conexiones criminales entre Hollywood, Washington y la Vegas. Por si fuera poco su amiga Sharon Tate también murió asesinada.
Por otra parte los Rolling Stones, sufrieron el acoso de las autoridades británicas hasta que se les consiguió encarcelar por posesión de narcóticos ensuciando así su imagen ante la opinión pública. Poco después, Bryan Jones uno de sus miembros, fue encontrado ahogado en su piscina el 2 de julio de 1969.
En diciembre de ese mismo año durante el festival de Altamont, graves incidentes ensombrecieron definitivamente la aureola pacifista del movimiento hippie y con ello uno de sus mayores activos y atractivos para la juventud. El artífice iniciador de la trifulca fue el líder de la tristemente célebre banda motorista “Los Ángeles del Infierno” quien posteriormente reconoció ante un tribunal que llevaba años trabajado para el gobierno.
J. Hendrix, el Elvis negro, murió oportunamente de sobredosis como tantas estrellas de la música. El doctor encargado de la autopsia apuntó, sin embargo, que en toda su vida profesional jamás había presenciado tal cantidad de vino en los pulmones de un fallecido por sobredosis; En su opinión parecía como si previamente se le hubiera forzado a ingerir una enorme cantidad de dicha sustancia antes de inyectarle la droga.
J. Morrison fue hallado muerto el 3 de julio de 1971 en su bañera, casualmente justo dos años después de la muerte de Bryan Jones a modo de señal. Hacía tiempo que parecía muy preocupado por lo que le pudiera pasar, según sus allegados. La policía llevaba meses siguiéndole los pasos sin disimulo allá donde iba, por considerarle un izquierdista subversivo. La prensa achacó su muerte al, muy de moda, paro cardiaco por sobredosis, pese a que el fallecido había dejado las drogas horrorizado por la muerte repentina de su amigo Janis Joplin.
Phil Ochs, radical cantautor estadounidense desarrolló una curiosa esquizofrenia cuya doblez era un agente de la CIA que le pretendía matar. El 9 de abril de 1976 se suicidó ahorcado.
Casualmente Sal Mineo, coprotagonista de Rebelde sin causa junto a James Dean quién murió también en accidente de coche, fue asesinado pocos meses antes, concretamente el 12 de febrero, cuando precisamente había desarrollado una paranoia.
Lennon fue investigado como el resto de malogrados músicos por la administración Nixon que infructuosamente intentó su expulsión de los EEUU. Finalmente fue abatido a tiros en 1980 por un admirador Chapman, que cinco años antes fue entrenado por la CIA en el Líbano.
Ha habido innumerables casos más, entre los que cabe destacar, el atentado fallido contra Bob Marley que murió de un cáncer fulminante, muy parecido al de Arafat; Peter Tohs influyente defensor de los derechos humanos, abatido por un escuadrón de la muerte en su propio domicilio; el rapero Tupac Shakur acribillado en las Vegas en 1996; Notorius Big estrella del hip-hop corría la misma suerte en 1997: el líder del grupo Inxs, David Hutchace, activista social se suicidó; Kurt Cobain del grupo Nirvana también se suicidó…
Conocido todo lo anterior, se comprende históricamente que tantos grandes grupos musicales de éxito y estrellas del firmamento musical, abandonaran repentinamente el escenario bajando el telón, desmontando baterías y colgando guitarras en una estampida que desconcertó a sus fans, máxime cuando ello ocurría en la cresta de la ola sin motivo alguno aparente. De los cuales los Beatles, los Rolling Stones o el propio Bob Dylan que tras sufrir un aparatoso accidente, lo tuvo claro, son solo la punta del iceberg.
Pero como digo, esto que sucedía en la música, está estrechamente vinculado con lo ocurrido antes, durante y después en otros ámbitos sociopolíticos, económicos y culturales. Así, también tuvieron lo suyo actores y cineastas en el mundo hollywoodiense con la caza de brujas de Mc Carthy entre cuyo caso más sangrante está el de Chaplin condenado al ostracismo en el gremio, mientras los chivatos como Reagan llegaban a lo más alto del Gobierno, asunto que de exponerse aquí entremezclado podría abrumar de tal modo la conciencia del lector que para evitar su caos cognitivo, dejo para una mejor ocasión.
Lo acontecido recientemente con Michael Jackson, puede sumarse a esta cadena de sucesos, solo que en su caso, la finura de los acordes ha sido más elaborada: primero se eclipsó la imagen de la estrella con falsas denuncias de pedofilia para que su mensaje rebelde y luz espiritual dejara de llegar a los fans; Después, se le hostigó mediáticamente para cortarle bajo los pies actuaciones, negocios producciones y ediciones de nuevos proyectos con el fin, de provocarle la ruina económica. Y el tercer acto, la tragedia que todo el mundo asume como natural después de una década de tribunales, abogados, quiebras económicas y como no drogas.
Hace años que conozco esta teoría publicada por Alex Constantine a la que he añadido mi pequeña aportación personal de Michael Jackson y la investigación de los grupos de éxito que abandonaron repentinamente la escena cuando estaban disfrutando del éxito. Ahora llevo años recopilando datos de artistas muertos en Europa y concretamente en España en extrañas circunstancias, por paro cardiaco, accidente de tráfico, sobredosis, suicidio, etc, porque ya se sabe…de los EEUU nos llega todo con un poco de retraso, para lo que solicito toda vuestra ayuda y colaboración, que de ser de utilidad sería debidamente compensada en citas y elogios. ¡Ánimo! No será difícil atar cabos…que se lo digan a los Narcocorridos, versión cutre mejicana de lo que les sucede a cuantos se sirven de la música para enturbiar la paz social. Es posible que nos llevemos todos una sorpresa que nos explique definitivamente cómo de la música de cantautor y protesta como aquellas de “Clara” o “Mi querida España” hemos pasado a escuchar casi en exclusividad un continuo runruneo de “Operación Triunfo” en todas las cadenas de televisión y emisoras de radio.
Abrimos los titulares con la desarticulación de un comando de ETA; Ya son cincuenta y ocho mujeres asesinadas a manos de sus maridos en lo que va de año; Los padres se gastarán en la vuelta al cole unos 541 euros por niño este curso; Según la DGT, el pasado fin de emana murieron en las carreteras 14 personas más que en las mismas fechas del año pasado; El paro ha aumentado en 13.457 personas un 0,1% menos que el mes de septiembre pasado; Una encuesta del CIS sitúa a la Casa Real, como la institución mejor valorada por los españoles; El Gobierno prevé una tasa de inflación inferior para el ejercicio próximo; El Presidente del Partido Popular Mariano Rajoy acusa al Gobierno de sumir al país en el caos a lo que el Presidente José luís Rodríguez Zapatero ha respondido ¡Y tú más! Este jueves comienza la operación salida en el que circularán más de un millón de vehículos; El litro de gasolina subirá de nuevo a consecuencia del aumento del precio del barril de petróleo; Media docena de subsaharianos han perecido en las aguas del estrecho tras naufragar la patera en la que pretendían llegar a las costas malagueñas. La cruz roja y salvamento marítimo nada pudieron hacer por sus vidas. La temporada ha sido magnífica para el sector turístico que ha visto incrementada su ocupación hotelera al 100%; La Guardia Civil se ha incautado de un alijo de cocaína por valor superior a doce millones de euros; Los españoles nos hemos gastado de media estas Navidades 1.235 euros en la cesta de la compra; El mal comportamiento del pollo es la causa principal de la inflación acumulada interanual; En otro orden de cosas, el presidente de los Estados Unidos se reunirá en breve con Palestinos e Israelíes para iniciar las conversaciones de paz; La Unión Europea analizará en breve las distintas resoluciones del Tratado de Lisboa no vinculantes para su remodelación en los artículos 116 y 232 para su posterior aprobación por el consejo; En el apartado económico el índice Dow Jons condicionado por la subida de los tipos de interés a cargo de la Reserva Federal ha sufrido un retroceso de casi dos puntos lo que ha provocado gran incertidumbre en los mercados financieros de Japón que no obstante han cerrado con beneficios y al alza; Ya en los deportes, cabe destacar el posible esguince sufrido por Makelele en su tobillo izquierdo durante los entrenamientos celebrados a puerta cerrada en el Bernabeu. Los médicos se muestran optimistas porque las resonancias realizadas al jugador no arrojan fisuras de consideración; En asuntos de sociedad ha causado revuelo la inesperada presencia de la Duquesa de Alba durante la entrega de los premios Goya eclipsando a estrellas de la talla de Almodovar o Amenabar; Los números de la suerte son otros; En cuanto a la meteorología, sol y buen tiempo en toda la península, aunque con una hora de retraso en las Canarias. ¡Ah! Se nos olvidaba: por repetir cosas como estas, nos han dado un premio internacional.
Poco antes de cumplir los veinte, tuve la fortuna de leer “Contra la Paz y contra la Democracia” de Agustín García Calvo, texto que me situó decididamente en la órbita anarco-liberal en la que desde entonces me encuentro, si bien, a cada vuelta de ciclo legislativo, más escorado a la derecha…Leyendo sus agudas reflexiones, comprendí lo pernicioso que resulta hoy educar a nuestra juventud en valores tan engañosos y fútiles como son, Democracia, Libertad, y sobre todo Paz, sin haber hecho antes una labor adecuada en la formación de lo que los pedagogos designan como “Pensamiento Crítico” que adiestre al sujeto en discernir los discursos de quienes los pronuncian, el contexto en el que se enmarca el mensaje, el desarrollo histórico material de la configuración del concepto en la praxis humana fuera de los manipulados diccionarios reaccionarios, que le permitiera estar en facultad de apreciar su genuino significado y las implicaciones radicales que comporta, no limitándose el juicio a consolarse con las acostumbradas orgías etimológicas que emanan de los ideales mundos Platónicos que jamás se dieron fuera de la fantasía humana, y a los que tanto aprecio dice tener y tender la Izquierda en forma de Utopía.
Así como, en el prólogo de su “Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel” K. Marx advirtió del peligro que para el Pueblo oprimido suponía el placentero y reconfortante discurso dominical de la Iglesia Católica, no tanto por cuanto contribuía a consolidar el status quo, como por su capacidad de enjugar tristezas, penas, agravios, y sufrimientos de los más desfavorecidos, a quienes ayudaba a sobrellevar su carga en este valle de lágrimas con la esperanza de verse recompensados en el Cielo, a cambio de que se mostraran sumisos con la realidad que les había tocado vivir a modo de prueba divina, que para entonces, hasta los muy Píos, tenían claro que no la quería ni Dios, actuando así, como el mejor opio del Pueblo, en el sentido de que al aliviarles los sufrimientos físicos a través de la caridad, y espirituales por medio de sermones, aletargaba su capacidad de acción para rebelarse contra la tiranía que les mantenía en tan indigna situación alienante.
Los tiempos han cambiado, pero los comportamientos sociales, algo menos, como ya se sabía en la Ilustración “Se puede cambiar las leyes de un pueblo, pero no sus costumbres” dado que se transmiten de generación en generación a través de los “Memes” especie de genes culturales descubiertos por Dawkins, de modo que, hoy aquella labor apaciguadora que se le confió durante siglos a la casta sacerdotal de nuestro entorno, hoy se ha visto transferida a la casta docente, por ineficacia de su antecesora, cuyos servicios y oficios apenas alcanzan a llegar superficialmente a los más beatos del reino y por lo demás, ni se demandan entre una ciudadanía más preocupada por los asuntos mundanos que los espirituales, de ahí que hoy el peligro denunciado por San Karl Marx – dicho de un tirón se entiende por qué los chinos veneran a Mao- no hemos de buscarlo en los púlpitos, sino en las cátedras mediáticas, y sobre todo entre los desamparados pupitres donde las personitas más inocentes se encuentras del todo desarmadas para ofrecer ningún tipo de oposición al lavado de cerebro que se les hace durante toda el periodo escolar.
Con pasmosa elocuencia, el genial Spinoza decía en su “Ética” que él había aprendido a desconfiar de aquellos bienes, riquezas y conocimientos espirituales ofrecidos a bombo y platillo a todo el Pueblo por quienes a su vez no escatimaban medios en acumular, esconder y custodiar a capa y espada cualquier menudencia que pudiera tener algún valor material, en directa referencia a los Príncipes de la Iglesia y Curia Vaticana. Desde entonces, yo también apuré tan certera observación para aplicarla a los discursos políticos dirigidos a las masas, y tras escudriñarlos como se merecen, ¡con desconfianza! entresaco abductivamente los elementos perniciosos para mi y la ciudadanía. Pues bien, hete aquí, que entre la casta docente, directamente dependiente de la casta política que a su vez está supeditada al Poder financiero que es el que emprende y mantiene Guerras, invierte en armamento, financia las cárceles, subvenciona la compra-venta de material antidisturbios y de tortura para los Gobiernos que de él dependen, concede créditos millonarios a las empresas mercenarias de seguridad para equipar a sus efectivos con lo más sofisticado del mercado….no se tiene escrúpulos en dejar pasar las consignas de educar a los jóvenes en un valor tan peligroso como lo es la Paz, sin sospechar mínimamente que, de lo que se trata, es de despojar a las futuras generaciones oprimidas, del último de los recursos que les quedan que no es otra, que el derecho a la Resistencia y el ejercicio de la autodefensa.
Tal y como están las cosas, con la III Guerra Mundial camuflada fuera, y una solapada Guerra Civil encubierta dentro de Occidente, decir ¡Adiós a las armas! como propuso Hemingway es dar la bienvenida a la muerte, para luego preguntarse “¿Por quién doblan las campanas?” como le sucedió a la II República española a la que las democracias negaron el armamento que precisaba para defenderse del fascismo apoyado, éste sí, por soldados, tanques y aviones desde la Alemania Nazi y la Italia de Mussolini, por lo que me parece todo un despropósito, cuando no una perversa maquinación, educar a nuestra juventud en un valor falso como lo es la Paz abstracta. Aunque nuestra instintiva maldad nos facilita mucho la realización de la violencia, nuestra conveniencia vela por nuestra también naturaleza social, de modo que, de su equilibrio salimos pacíficos por la cuenta que nos trae, de no ser que, nos convenga puntualmente un comportamiento contrario a la sociedad, pero de alto provecho particular o de los nuestros, en cuyo caso nos ampara el derecho natural a ejercer violencia para preservar nuestros intereses. Estoy al tanto de los avances realizados a favor de la recolección de pruebas que soporten la solidaridad dentro de nuestra constitución animal, y ciertamente haberlas, haylas, pero no me convencen pues, mientras la solidaridad y el comportamiento altruista aparecen de forma excepcional, no así el violento, al cual debemos el ser como somos, sino en su totalidad, al menos en su mayor parte.
Sea como fuere, querido lector, asentirás conmigo que bien por amor a Dios, o miedo al demonio, la mayoría de nosotros por lo común tenemos un comportamiento pacífico. Yo por ejemplo, pese a conocer nuestra tendencia al Mal, concedo a mis iguales la ventaja de no ser peores que yo, y aunque ya nadie está en condiciones de sorprenderme moralmente pues espero de todos lo peor, acepto que físicamente si lo puedan hacer para poder interactuar en este cochino mundo de impostura general; así, sin miedo, salgo a la calle dispuesto a concederos el derecho a hablar conmigo aunque no me conozcáis, ayudaros en lo que pueda me lo pidáis o no, ser amable con vosotros sin nada a cambio salvo reciprocidad, ejerciendo toda la educación recibida, los principios cívicos inculcados, sin necesidad de mirar de reojo a la ley positiva que nos hemos dado para evitarnos tal como verdaderamente somos… Y es que, una cosa es procurar que vuestros hijos sean pacíficos, y otra muy distinta, convertirles en pacifistas, condición muy perjudicial para ellos personalmente, y para nuestra futura sociedad.
La diferencia entre la gente pacífica y los pacifistas, es que los primeros no se meten con nadie si nadie se mete con ellos, mientras los segundos son unos auténticos tocapelotas que convierten la virtud en vicio, pervirtiendo la esencia de la Paz, cuál es, la de garantizar la pervivencia del individuo y de la especie, poniendo en riesgo a los elementos que practican semejante idiotez y a su vez al colectivo en el que se integran. No voy a negar la autenticidad de los ingredientes sentimentales que mueven esta enferma ideología, por cuanto podría ser cierto que, de todos ser pacifistas, seguramente todo sería mejor que ahora, pero la estadística dice que la posibilidad de que todos los seres humanos seamos pacifistas a un mismo tiempo, no es que sea remota, es que es imposible, para todo aquel que sepa como funciona el mecanismo darwiniano que avala el proceso evolutivo, dado que, mientras haya un individuo ajeno al espíritu pacifista, el pacifismo no podrá avanzar, dado que a nada que superase la mitad de la población de la especie, los elementos agresivos acabarían con sus indefensos miembros y solo se propagarían los violentos, involucionando con ello a etapas muy anteriores a la aparición de los homínidos; pongamos un ejemplo: imagínense ustedes que en Madrid triunfaran los pacifistas, supongamos que por lo que sea, hubieran convencido al 90% de sus ciudadanos, ¿cuál sería el resultado? Tenemos dos opciones, que el 10% de los agresivos o violentos se acoquinaran y se aviniesen a un entendimiento con los pacifistas, o por el contrario, que aprovecharan la ocasión y se hicieran con el control de la situación y exterminaran a la población pacifista. Si su opción es la segunda, la consecuencia es clara: la especie, al menos en Madrid se habría perfilado más violenta y agresiva que antes y se propagarían más los genes violentos, consiguiéndose lo contrario de lo que se decía perseguir, de modo que, no conviene se extienda esta nefasta doctrina. De no ser que…la misma sea una herramienta de manipulación masiva, utilizada por los elementos agresivos actuales para que les facilitemos las cosas, como los Reptiloides de los que habla David Icke, por poner un caso que, aunque discutido, tiene su enjundia.
El espíritu pacifista viene apareciendo a lo largo de la historia tras los horrores de la guerra: pueden rastrearse desde “Historia de la guerra del Peloponeso” de Tucídides, hasta “Guerra y paz” de Tolstoi, pasando por “La paz perpetua” de Kant. Y ¡cómo no! tras las dos Guerras mundiales, su presencia entre la gente arraigó con mayor fuerza, tanto como espanto habían causado las anteriores. La victoria de Gandhi frente al Imperio británico le dio alas, el movimiento hippie y Cia, lo auparon a lo más alto, en un frenesí de auténtico amor ciego por el riesgo, pues pocos entendieron el oculto mensaje ya emitido por Jesús desde la cruz, ahora reencarnado en los nuevos apóstoles de la paz como Gandhi, Luther King, Lennon…
Haciendo mía la letra de Alaska “retorciendo palabras de amor” intentando que quieran decir lo que yo no me atrevo… si no participamos de “si deseas la paz prepara la guerra”, ni de que “la mejor defensa es un buen ataque”, que menos, ser prudentes y comulgar con que “el mejor ataque es una buena defensa”, que por supuesto en boca mía, no se trata de preparar a la juventud en la resistencia pasiva, sino en la Resistencia Activa, enseñarles a organizarse por grupos de afinidad, crear secciones de Acción Directa, Brigadas de Autodefensa, aprendizaje en el manejo de armas y explosivos, conocimiento del medio cercano, y sobre todo prepararles mental y psicológicamente para el combate tanto material como ideológico que está a punto de estallarnos delante de nuestras narices, porque como dice Seguridad Social “no quiero hablar de la lucha si no estamos preparados”. Por eso urge un cambio legal que permita a la ciudadanía portar armas para su autodefensa, y conviene que la vanguardia consciente de la situación o cuantos hayan tomado nota del Manifiesto publicado y prohibido en Francia por el Comité Invisible, aproveche los vigentes resquicios jurídico-empresariales para constituirse en empresas privadas de seguridad para hacer acopio del instrumental, logística e infraestructura adecuada: campos de entrenamiento, armamento, parque móvil blindado, reclutamiento de biólogos y químicos, y el largo etcétera del que ya disponen Prosegur, Securitas…. para hacer frente a las castas agresivas reptiloides que desean confundir a las futuras generaciones a través de las escuelas y la educación para la Paz.
Con todo debo reconocer que es bueno educar en y para la paz a personas agresivas y violentas, si es que eso es posible en una sola generación, pero bajo ningún concepto a personas que ya gozan de una personalidad pacífica, pues se supone que para algo hemos legado al Estado nuestra capacidad natural de actuar por cuenta propia, otorgándole la potestad de emplear la fuerza para nuestra defensa con quienes rompan abiertamente nuestro acuerdo de no beligerancia. No nos equivoquemos entonces en lo que se propone en estas líneas; educar para la Resistencia, no supone negar ni la potestad del Estado para ejercer la fuerza en monopolio, ni suplantar competencia alguna suya, sino poner en práctica el sentido común que apela a la prudencia cuando el horizonte de actuación se presenta confuso. Si malo es atender a profetas agoreros que vaticinan catástrofes y el Fin del Mundo por paranoia profesional, no lo es menos desatender las evidencias en la creencia de que por no verlas, estas desaparecerán.
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