Diccionario Nicholístico de Bellas Palabras

Desde niño soy consciente del influjo brujeril que ciertas voces ejercen sobre mi mente, al extremo de deleitarme en su orgasmática pronuncia a solas al más puro estilo onanista, pudiéndome pasar horas enteras regodeándome exclusivamente en cómo suena la palabra «Azahar», o introduciéndolas descaradamente en mi expresión oral y escrita como acontece, por ejemplo, con «Zascandil» o «Fagocitar».
Así, conducido por una íntima contemplación estética he ido labrando mi particular acervo, no siempre autorizado, con expresiones como recoveco o pánfilo sin el menor esfuerzo, compartiendo con lectores e interlocutores únicamente sus efímeros efectos, más nunca sus secretas causas. Es por ello, que de un tiempo a esta parte, he meditado seriamente comunicar al mundo mi Diccionario Nicholístico de Bellas Palabras, pues he detectado que los vocablos por los que siento un especial afecto y atracción, provocan iguales impresiones en otros hablantes, aunque ellos todavía no lo saben y esta mía iniciativa puede ayudarles a descubrir y disfrutar aún más de su lenguaje.

La belleza de las palabras de este singular diccionario puede provenir de su sonoridad, del número de sus sílabas, de las vocales que contenga, de su etimología, de su significado, de su uso, del recuerdo propio, del conjunto de todo ello o del mero antojo, de modo que, sería absurdo buscar entre sus indicaciones algo que discutir, corregir o matizar. Por lo demás, animo a todos a confeccionar su propio diccionario de bellas palabras y seguramente coincidamos en buena parte de ellas.

Nunca es tarde para ser hombre de provecho

La pasada madrugada, enredando con el dial, di con un programa aparentemente desenfadado, donde encontrar refugio de la lastimera crónica diaria, sin por ello verme sometido al incansable chumba chumba de las cadenas musicales. Así, me quedé escuchando una conversación curiosa de un agricultor dedicado a salvar olivos centenarios abandonados a su suerte en un solar, cosa muy elogiable pensé, hasta que, en su discurso asomó, levantándome de la cama del susto, la petición de ayuda económica para sostener tan magna empresa olivataria, no sin la colaboración entusiasta de la directora del programa que entregada a la causa, animaba a los oyentes a apadrinar un olivo recordándoles que, su acción benéfica, les sería recompensada anualmente con dos botellas de aceite de medio litro cada una, certificadas con denominación de origen del olivar apadrinado. Conforme avanzaba la charla, me fue embargando una terrible desazón por lo mal que he conducido mi vida en todos los aspectos, envuelta en una profunda melancolía por las oportunidades desaprovechadas que la existencia me ha brindado, seguido de un agudo arrepentimiento.

Como articulista, bien saben los lectores, que esta no es la primera vez que muestro en público mi arrepentimiento por no haber sabido escoger bien en las disyuntivas a las que te enfrenta el destino: me arrepentí de no haberme casado para tenerme asegurada una mula de carga en el supermercado, una sirvienta en casa y el mejor de los electrodomésticos; me arrepentí, también, de no haberme metido desde joven en política, en un sindicato vertical, o en alguna fundación asociada a los mismos como Ideas o Faes; igualmente me arrepentí de no haber fundado una secta al estilo de los Raelianos convirtiéndome en su gurú vitalicio; y me arrepentí muchísimo de no haberme dedicado al arte abstracto, especialmente a la escultura haciendo de un vulgar neumático la rosquilla de la felicidad con alta rentabilidad en escaparates como ARCO. ¡Oh! ¡Sí! Me arrepentí y no he dejado de hacerlo, sólo que, últimamente vivía en el contento de tener asumidos todos mis errores anteriores como pasados y finalizados, ingenuo de mi, en la creencia de que en los años venideros, no habría ya motivos semejantes de arrepentimiento.

Pero ¡me arrepiento! Me arrepiento nuevamente de no haber registrado una ONG con la que poder demostrar al mundo entero el altruismo, la solidaridad y el hombre de provecho del que soy capaz. Las horas pasaban y la luna variaba su posición en el cielo al tiempo que en mi cabeza daban vueltas y más vueltas preguntas como ¿Por qué no he creado yo una ONG? ¿Cómo no se me ha ocurrido a mi hacer una asociación feminista para ayudar a las mujeres de los Yanomamo del Amazonas? ¿Por qué no me implicado en llevar a las tribus Dame-Dame del África Tropical la fibra óptica e internet? ¿Cómo no he sido yo el promotor de un banco de alimentos para vegetarianos del tercer mundo? ¿En qué estaba pensando para no establecer una red de asistencia a los ajedrecistas allá donde se encuentren denominada “Peones Sin Fronteras”? ¿Qué escusa me asiste para no haberme dedicado a salvar de la extinción a los hongos venenosos? Y mi cuerpo, alterado también daba vueltas y más vueltas en la cama buscando esquivar el profundo malestar conmigo mismo y con la educación recibida durante la infancia de padres y maestros… Y cuando el arrepentimiento se iba a quedar en eso, en arrepentimiento, vino en mi auxilio la almohada que me susurró al oído “!Nicola! nunca es tarde para ser un hombre de provecho”. ¿Pero qué provecho podía yo esperar a estas alturas? Respondí para mis adentros. Y con esa preocupación me dormí.

Se lo creerán o no se lo creerán, pero me desperté con la genial idea que aquí presento, de crear una Organización para salvar y proteger libros perdidos, olvidados o perseguidos. Cosa que haré de forma totalmente desinteresada, ofreciendo mi casa y mi tiempo a toda Institución que desee darme una subvención, o para todo particular que quiera colaborar enviándome sus donativos que emplearé íntegramente en la adquisición de títulos descatalogados, ejemplares incunables y volúmenes que versen sobre materias irrelevantes para nuestra sociedad como son la ´Patafísica, la Mitología o la Filosofía.

Estrategia contra el Bipartidismo

Cuando formaciones tradicionales como IU, UPyD y Nacionalistas, hayan interiorizado que no pueden continuar como hasta ahora comiendo la sopa boba de la estéril representación por riesgo de verse ellos, en lugar de el Bipartidismo, fagocitados de las instituciones por el cabreo general con la casta política, y toda vez hayan asimilado que es demasiado tarde para competir con Podemos en su canalización parlamentaria, es hora de ponerse manos a la obra, cuál es, la de atraer al electorado que todavía confía ciegamente en PP y PSOE cuyos porcentajes sumados alcanzan la Mayoría Absoluta.

A este objeto, con mis estudios de Psicología, seminarios sobre técnicas de persuasión y control de masas, así como cursos en sofistería, me ofrezco de asesor a cualquiera de estas formaciones para ponerlas al corriente de las distintas estrategias que se pueden emprender con intención de socavar los cimientos del bipartidismo cuya presencia en las instituciones se siente tan nociva para la sociedad española como desde sus inicios lo fuera la llegada al trono de la Casa Borbón. Sirvan entonces las presentes líneas como muestra del servicio a prestar:

Porque la tarea es ingente y apremiante, ahora que el enemigo se halla desconcertado, lo que procede es abrir un doble frente para provocar en el PP y PSOE los síntomas previos a la debacle de todo régimen: descontrol, deserción, delación, paranoia, derrotismo, traición y finalmente, entrega voluntaria sin condiciones. Este doble frente debe operar tanto en la base del partido como en sus cuadros dirigentes.

Para tener éxito entre la militancia del PP o el PSOE, no es adecuado entrar de frente; lo primero que se ha de hacer es convertirles en personajes principales de la tragedia, en víctimas de sus dirigentes; acto seguido, hemos de elogiar su entrega por sus nobles ideales. Con estos dos primeros pasos se les abre una puerta a la esperanza de su salvación moral personal. Hecho lo anterior, conviene hacerles ver que, los valores que siempre han defendido da igual que sean socialistas o liberales, ahora son los de nuestra formación. El siguiente paso a dar, consistiría en presentar un interés afectivo por contar con gente como el interlocutor, personas nobles, idealistas y leales que han sido engañadas por un puñado de dirigentes. También es bueno mostrar confianza en ellos, con frases como ¡Eres una persona inteligente y a la hora de la verdad sabrás cual es tu obligación de ciudadano” “No tengas miedo a ser libre! “Nadie manda en ti” “No les perteneces””La disciplina de partido no puede ser un voto de castidad”…En todo momento, se debe presentar una actitud positiva hacia el interlocutor a quien no deseamos vencer ni convencer, sino que se convenza solito y para ello, nada mejor que mostrarle nuestro asentimiento en varias ocasiones por medio de afirmaciones gestuales o de palabra en asuntos fútiles, mientras se le facilita asentir, aunque sea parcialmente, en aspectos capitales. Por medio de esta técnica usada para la captación en sectas, en discursos políticos y mensajes publicitarios, denominada “Encaminamiento” el individuo se hará adicto a nuestro palique preparándose así mentalmente para ejecutar el tránsito en la dirección indicada. Parece cosa absurda, pero hemos de tener presente que nos enfrentamos a gentes fanáticas, acríticas, con la autoestima muy baja cuya moral ahora está por los suelos. Lo que nunca se debe hacer con ellos es tratarlos como a cómplices o responsables de lo que está sucediendo, recuérdese lo sucedido con Batasuna a cuyos votantes se les vinculaba con los atentados por sus votos, lejos de retirar su apoyo, lo aumentaron. Y por supuesto, jamás de los jamases, debe pedírseles el voto, ni si quiera en campaña.

Respecto a sus cuadros dirigentes, el modo de actuación ha de ser el mismo con el que se aborda a los oficiales de un ejército enemigo: primero se les ofrece la posibilidad a todos de un cambio de bando explícito en grupo, a cambio del perdón y de otorgarles un puesto en el nuevo régimen que se instaure tras la caída del actual. Este proceder puede repugnar a mucha gente honrada, pero no hay peligro, en esta fase, sólo quienes estando poco implicados en los crímenes siendo más inteligentes que ambiciosos aceptan, y en consecuencia, bueno es acogerlos entre nuestras filas que por otra parte, tampoco son angelicales. En un segundo momento, hemos de asustarlos con represalias a ellos sus familias y propiedades en cuanto dejen el poder, tras llevarlos ante un tribunal para juzgarlos por crímenes contra el pueblo, delitos contra el Estado y Traición a la Patria, con ello, la mayoría dejarán ¡ipso facto! de colaborar entre si y empezarán a sospechar unos de otros por miedo a que sus superiores les echen la culpa. Casi al mismo tiempo, se debe anunciar que el periodo para hacer público el cambio de bando de todo un sector del partido ha finalizado y que de ahora en adelante, quienes han mostrado interés particular deben entablar negociaciones particulares secretas y sus casos serán estudiados uno a uno. Para reforzar los pasos anteriores, se emplearán también técnicas de propaganda como el rumor sobre tratos ocultos con los dirigentes que potencien la desconfianza, tratos que se ofrecerán de verdad por medio de sobornos, extorsiones y chantajes, un lenguaje del que desconfían menos por estar acostumbrados y que da mejores frutos que la sola promesa de mantenerles en sus cargos con sus privilegios sobrevenida su derrota. Conforme vaya pasando las fechas, debe irse clarificando entre sus cuadros con quienes jamás se alcanzará un trato, gracias a ello, les convertiremos en apestados entre sus propios iguales ejerciéndose al tiempo una mayor presión sobre los no nominados que ven como poco a poco se va cerrando el nudo corredizo de la soga social. Llegados a este punto, la deserción es masiva, siendo innecesaria batalla alguna.

Por un reparto del trabajo político

La joven formación Podemos con sus jóvenes dirigentes inexpertos en el arte de la gestión, han conseguido en unos meses sin apenas infraestructura, sin sedes oficiales, sin despachos en las instituciones, sin cuadros intermedios, sin subvenciones…lo que en años otras formaciones históricas como las nacionalistas o IU y algunas de reciente constitución como UPyD han intentado sin resultados positivos, entiéndase, canalizar el descontento civil para hacer otra política, a caso, porque sus formas trajeadas, su leguaje alambicado, su acomodo en las dádivas oficiales, les haya invalidado como alternativa a ojos de los votantes, siendo hoy el día en que asisten como convidados de piedra a la oportunidad que durante legislaturas esperaban, viendo como recienllegados oportunistas, indocumentados paracaidistas y perroflautas asociados, recogen su cosecha sin más esfuerzo que lucir una coleta y hablar claro a la gente que para algo sirven los doctorados en ciencia política. La cuestión que se nos plantea entonces es ¿Qué hacemos ahora con estas formaciones históricas preparadas para tomar el relevo del gobierno, con programas definidos, personas duchas en la gestión pública, con pasado conocido y que por inteligencia o falta de oportunidad apenas están implicados en casos de corrupción?

Con toda humildad, dirijo esta reflexión a los militantes, simpatizantes y votantes de estas formaciones honestas animándoles a perseverar en su quehacer, pues Podemos, está cumpliendo con su papel de jugar la última baza que le resta a la Democracia para apaciguar a los desesperados de la sociedad, antes de que comprendan que el conocido “Sistema de dos tercios” ya no cuenta con ellos, ni con sus hijos, ni con los hijos de sus hijos. Como se ha apuntado, Podemos ha sabido recoger toda la frustración acumulada del pueril planteamiento intelectual decimonónico de la Izquierda y la Derecha, reubicándola en un esquema todavía más sencillo de entender para las masas, el nacido durante el Paleolítico de “Arriba y Abajo”; pero, no se ha quedado ahí. Su discurso directo, ha logrado incluso arrastrar hasta las urnas a acérrimos abstencionistas que han visto una posibilidad real de venganza contra los enemigos del pueblo, los traidores a la Patria y los auténticos Antisitema, cuales son, los actuales criminales del gobierno y el Partido de la Colaboración. Pero, Podemos, pese al enorme triunfo cosechado en este sentido, todavía no ha logrado convencer a la base social que ampara al bipartidismo del PPSOE empeñada en votarles municipales tras municipales, autonómicas tras autonómicas, estatales tras estatales, europeas tras europeas ¡Y por que no hay más! hasta que lo hagan bien o se muestren gente digna de confianza. Queda pues, mucho trabajo por delante a fuerzas políticas tradicionales como IU, UPyD o Nacionalistas, que harían muy mal en sucumbir en el desánimo dejando que todo el trabajo lo haga Podemos.

Se impone así un calculado reparto del trabajo político donde IU, UPyD y los distintos partidos Nacionalistas se presenten de una vez como alternativa a ese suelo social del bipartidismo que aún le otorga el 50% de las papeletas. Si en circunstancias tan favorables para acometer con éxito la empresa como la presente, son incapaces de atraer a parte de ese potencial electorado que vota sin pena ni gloria al PPSOE, es que entonces, su presencia en las instituciones es folklórica, lúdica, dramática, deportiva, estética, de todo, menos política.

A nada que estas formaciones decentes consigan, cada una por su parte, atraer aunque sólo sea temporalmente a un pequeño porcentaje de ese estable Absolutismo bipartidista, sumado a la irrupción de Podemos, es posible que entonces sí, estemos en condiciones de darle la vuelta a la tortilla y haya servido para algo estar tantos años clamando en el desierto viendo como el diablo se transformaba ora en gaviota ora en rosa sin disimulo alguno. De lo contrario, auguro a todos un futuro criminal como nunca antes lo hemos experimentado, pues si en este ¡Ahora o nunca! No sale ¡Ahora! Los gobernantes entenderán que ha llegado el momento de culminar y acelerar su plan criminal de actuación, hasta la fecha frenado por miedo a una predecible reacción que no llega nunca.

Mayoría absoluta del bipartidismo

Algunos analistas muestran su estupor ante el curioso fenómeno electoral denominado fuera de nuestras fronteras “Síndrome español” consistente en que los casos de corrupción, cuya mera sospecha en cualquier otra democracia comportaría ¡ipso facto! el cese o la dimisión del cargo del político implicado y un castigo directo en las urnas para su partido, aquí no sólo no afecta para nada la intención del voto de los electores, antes bien, parece reforzar en su puesto a los implicados, así como aumentar el apoyo de las formaciones cómplices que les encubren, proceso que evidentemente tiene un límite, más nunca debido al hartazgo o deseo de justicia, cuanto a la secuencia matemática de los ciclos, siendo así que, únicamente cuando el punto álgido de la corrupción política coincide con el valle de la crisis económica, la ciudadanía, muy a regañadientes, contraría su más primario instinto de supervivencia, a fin de ser capaz de escoger representantes decentes para que les gobierne, al menos durante un lapso prudente que permita a todos reubicarse en la nueva circunstancia, hasta que todo vuelva a la normalidad.

A causa de ello, no son pocos los autores que en sus artículos y ensayos destilan comentarios despectivos sobre el alma española tildándola de indolente, cobarde, servil, decadente, reaccionaria…cuando a lo mejor, lo que es, sabia, sabiduría colectiva que escapa a la mirada histórica superficial que narra cómo durante el XIX la población empecinada rechazó la libertad traída por las bayonetas napoleónicas para echarse en brazos de la tiranía borbónica de Fernando VII hasta el extremo de hacerle pasar a la posteridad como “El deseado”, porque, ayudando la sangre a que entre la letra, la mayor lección que las gentes de España han aprendido de su historia, es que, si en ningún tiempo y lugar sale gratis enfrentarse a nuestros enemigos naturales, cuales son, los gobernantes, en nuestro caso, ¡menos todavía! porque los especímenes que nos ha tocado en suerte torear, son de la peor catadura criminal que quepa imaginar: falsos, mentirosos, insultantes, soberbios, ruines, rencorosos, vengativos, sanguinarios, sin escrúpulos, sádicos…siendo entonces la corrupción la más amable de sus virtudes y la menor de nuestras preocupaciones.

Así, si la ciudadanía española en su noble inteligencia, no tiene problemas en rascarse el bolsillo de continuo para pagar el tributo en forma de impuestos directos, indirectos y diferidos – entiéndase deuda pública – que le impone la élite dirigente extractora criminal (EDEC) a cambio de su precaria seguridad, en qué mente cabe no habría de entregarle su voto y confianza cada cuatro años en forma de papeleta dentro de una urna, cuyo valor, independientemente del resultado no es otro que el consabido paz a cambio de riqueza, tácito pacto entre EDEC y los indefensos ciudadanos que nada tiene que envidiar al ofrecido durante los locos años veinte del pasado siglo por los sindicatos a transportistas hosteleros y comerciantes de Chicago.

En consecuencia, nada hay de extraño en los datos ofrecidos por la encuesta del CIS cuya cocina muy criticada, a mi parecer, se ha quedado corta para traducir la intención de voto en voto real. Según su estimación, PP y PSOE yendo por separado, que es como concurren a las elecciones, obtendrían 27,5% y 23,9% respectivamente, cosa que muchos han interpretado miopemente como la debacle del Bipartidismo, cuando sumados los datos, resulta que el PPSOE, pese a todos los escándalos, a los reiterados incumplimientos, a sus constantes fraudes, a los casos de corrupción, etc, vuelven a revalidar una holgada mayoría absoluta porcentual, que sin contar el amplísimo voto oculto que se baraja, es mucho más amplia traducida en escaños.

Es verdad que la disolución del PSOE está a la vuelta de la esquina, muestra de ello es que ratas mediáticas como ramoncillos o raholitas han empezado a abandonar el barco; empero, sinceramente creo que, al sistema le queda un último acto final, a saber: la coalición durante toda la próxima legislatura del PP y PSOE. Y creedme, posiblemente, el pueblo la apoye con entusiasmo, porque de lo contrario, los muy canallas amenazan con tomar represalias en forma de desabastecimiento empresarial, fuga de capitales y enorme presión de potencias extranjeras. ¡Matémosles!