Fallo del IV Premio Cafés Gosoa de Relato Corto

El pasado 1 de Octubre, Día Internacional del Café, en las instalaciones de, Cafés Gosoa, empresa familiar fundada en Bilbao en 1924, se concedieron los Premios de Relato Corto correspondientes a su cuarta edición.
La filosofía de este Premio persigue realzar la tradicional asociación del café con la cultura, robusteciendo el sabor y aroma que mutuamente se prestan en su centenaria andadura lúdico-intelectual, sin que medien otros intereses que el placer y la satisfacción de cuerpo y mente en plena armonía creativa de autor y público.
De esta guisa, la distinción otorga a la persona designada como ganadora del Premio Cafés Gosoa, su peso en café, para que lo deguste en familia, con amigos y entre buena compañía durante meses, además de publicarle su relato en edición comercial de cara a su distribución gratuita, concederle un lote de cincuenta ejemplares para su particular difusión, y agasajarle con una comida.
Lo peculiar del premio requiere igualmente una simpática ceremonia consistente el pesado previo de la persona premiada en la báscula de la empresa a fin de determinar los kilos que le corresponden en premio.
El Premio Cafés Gosoa de Relato Corto en modalidad de euskera y castellano se convoca en Enero; el plazo para la recepción de ejemplares finaliza el 31 de Mayo y el fallo del jurado se da a conocer el 1 de Octubre coincidiendo con el Día Internacional del Café. Cada edición establece un tema conductor que sirva de motivo e inspiración que para esta cuarta edición ha sido “Café y libros”.
Los galardones de este 2019 han recaído en:
IV Premio Cafés Gosoa de Relato Corto (euskera)Bi hitz, de Iñigo Legorburu Arregi
IV Premio Cafés Gosoa de Relato Corto (castellano) Luna color café de Juan Agustín Franco Martínez
En ediciones anteriores los galardonados han sido:
I Premio Cafés Gosoa de Relato Corto (euskera) Unai Villena
I Premio Cafés Gosoa de Relato Corto (castellano) Emma Pérez Méndez
II Premio Cafés Gosoa de Relato Corto (castellano) Luis Rossetti
III Premio Cafés Gosoa de Relato Corto (euskera) Iñigo Legorburu Arregi
III Premio Cafés Gosoa de Relato Corto (castellano) Eduardo Solana Hernández

IV Concurso de relato corto Cafés Gosoa

BASES CAFÉS GOSOA IV

De nuevo, la empresa “Cafés Gosoa” apuesta por la cultura convocando el IV Premio literario para la modalidad de relato corto en euskera y otro en castellano.
www.escritores.org
BASES:

1 La participación en el certamen está abierta a residentes en Euskadi y en Territorio Español. Cada participante sólo podrá presentar un relato a concurso.

2 Los relatos deberán ser inéditos.

3 El tema del relato para esta cuarta edición será “Café y libros”, quedando a la entera libertad del autor el modo en cómo abordarlo o introducir el motivo en su obra.

4 El relato no podrá superar las 3.000 palabras.

5 Los trabajos deben ser enviados antes del 31 de Mayo de 2019 por correo electrónico a la dirección gosoarelatoscortos@gmail.com especificando en asunto: “IV Premio Cafés Gosoa”. En el mensaje, además de adjuntar en archivo la obra, deberán incluirse los datos completos del autor: nombre, apellidos, DNI, teléfono de contacto y dirección de correo electrónico.

6 Los premiados en euskera y castellano serán convocados a una ceremonia programada para el 1 de Octubre, Día Internacional del café, donde se les hará entrega del galardón; de cincuenta ejemplares con las obras premiadas publicadas por Cafés Gosoa y un lote de su peso en café. En esa misma fecha se hará público el Fallo del Jurado.

7 El jurado, estará integrado por representantes del mundo de la cultura y un representante de Cafés Gosoa.

8. Los participantes, por su mera presentación, aceptan íntegramente las bases del certamen.

9. El premio podrá declararse desierto y el fallo del jurado será inapelable.

10. El jurado será soberano en la interpretación de estas bases.

III Premio Cafés Gosoa de Relato Corto

De nuevo, la empresa “Cafés Gosoa” apuesta por la cultura y convoca el III Premio literario para la modalidad de relato corto en euskera y otro en castellano.

BASES:
1 La participación en el certamen está abierta a residentes en Euskadi y en Territorio Español. Cada participante sólo podrá presentar un relato a concurso.
2 Los relatos deberán ser inéditos.
3 El tema del relato para esta tercera edición será “La luz del café”, quedando a la entera libertad del autor el modo en cómo abordarlo o introducir el motivo en su obra.
4 El relato no podrá superar las 3.000 palabras.
5 Los trabajos deben ser enviados antes del 31 de Mayo de 2018 por correo electrónico a la dirección gosoarelatoscortos@yahoo.com especificando en asunto: “III Premio Cafés Gosoa”. En el mensaje, además de adjuntar en archivo la obra, deberán incluirse los datos completos del autor: nombre, apellidos, DNI, teléfono de contacto y dirección de correo electrónico.
6 Los premiados en euskera y castellano serán convocados a una ceremonia programada para el 1 de Octubre, Día Internacional del café, donde se les hará entrega del galardón; de cincuenta ejemplares con las obras premiadas publicadas por Cafés Gosoa y un lote de su peso en café. En esa misma fecha se hará público el Fallo del Jurado.
7 El jurado, estará integrado por representantes del mundo de la cultura y un representante de Cafés Gosoa.
8. Los participantes, por su mera presentación, aceptan íntegramente las bases del certamen.
9. El premio podrá declararse desierto y el fallo del jurado será inapelable.
10. El jurado será soberano en la interpretación de estas bases.

Fallo del II Premio Cafés Gosoa de Relato Corto

Al arranque del auténtico Año Nuevo con el fin de las vacaciones, la vuelta al trabajo, el inicio del curso académico, el comienzo de la temporada deportiva, las primeras rebajas de otoño, las novedades de colecciones en los kioscos…se ha venido a sumar el pasado Domingo 1 de Octubre, día Internacional del café, la entrega de de los “II Premios Cafés Gosoa de relato corto” en Euskera y Castellano, con el lema “Café y Mar”, certamen cuya singularidad estriba en otorgar a los galardonados su peso en café, además de cincuenta ejemplares editados de las obras elegidas por el jurado para esta segunda convocatoria.
La iniciativa de crear un concurso literario asociado a la marca de Cafés Gosoa, nace del amor que la gerente de la empresa tiene por la cultura y la idea generalizada de que los escritores suelen ser adictos a sus inspiradores efectos. De ahí, que desde un principio, se pensó en un premio que aún pudiéndose cuantificar en 1500 euros por galardón, fuera más simbólico que económico, atrayendo la participación de autores genuinos sólo corrompidos por el espíritu creativo y el afán de ser reconocidos por su talento, dispuestos a jugarse su respetabilidad en una simpática apuesta lúdica por la cultura, donde seguramente los participantes aporten más prestigio al Premio que a la inversa como es de esperar suceda.
Siguiendo los pasos de la senda que nos ha sido trazada por la primera edición, la empresa ha diseñado una publicidad de perfil bajo: se repartieron prospectos con las bases en los establecimientos hosteleros que despachan la marca Cafés Gosoa y se remitió la convocatoria a los foros especializados. Pese a esta precaución, en esta segunda ocasión, también se ha superado de largo el centenar de obras remitidas desde todos los rincones de Euskadi y España.
Tras varios meses de deliberación, el jurado dio a conocer su fallo a la empresa y esta se puso en contacto con el premiado a fin de celebrar la ceremonia de entrega del Premio, tal y como estaba anunciado el Día Internacional del Café, el 1 de Octubre. Entre ambos momentos han transcurrido dos meses tiempo suficiente para editar la obra galardonada.
Es así, como el pasado Domingo 1 de Octubre al mediodía, en los locales de la empresa tuvo lugar la pintoresca escena del pesado del autor para establecer a cuántos kilos de café corresponde su premio. Pasado el trámite, miembros de la empresa, del jurado, familiares del galardonado y el autor del relato seleccionado, acudieron al Restaurante Harrobia de la capital vizcaina reservado para la ocasión donde se le hizo entrega solemne del diploma que le acredita como ganador del “Premio Cafés Gosoa de relato corto” cuya obra y nombre damos a conocer:
II Premio Cafés Gosoa de relato corto en castellano: LUIS ROSSETTI,(Cádiz) por la obra “Dietario de supervivencia”.
El premio en euskera ha quedado desierto.

En su primera edición los galardonados fueron:
Premio Cafés Gosoa de relato corto en euskera: UNAI VILLENA, (Bilbao) por la obra “Hamahirugarren kafea”.

Premio Cafés Gosoa de relato corto en castellano: EMMA PÉREZ MÉNDEZ, (Miranda de Ebro) por la obra “Al otro lado de la barra”.

Diálogo entre Don Pelayo y un Independentista Catalán

Nos encontramos en el Valle de los Caídos, epicentro de la españolidad. Junto a la tumba del Caudillo conversan Don Pelayo monje custodio de los santos lugares y un Independentista Catalán que ha ido allí a convencer a Franco de lo bueno que es para España permitir el referendum sin saber que todo el complejo es un centro energético, un auténtico reactor desde donde se irradia la españolidad a todos los confines del universo donde la tumba de Franco hace de potente generador y la cruz de enorme antena.

Independentista catalán: Mire…Vamos a hacer un referéndum pacífico y democrático para alcanzar la independencia de mi país Cataluña.

Don Pelayo: Pues no se molesten…Ustedes, aunque no lo sepan no pueden dejar de ser españoles.

Independentista catalán: Ya veremos. Porque lo vamos a hacer con o sin el consentimiento de España, como corresponde a una nación libre y soberana. Porque para ser libres, ¿sabe usted? No se precisa pedir permiso a nadie.

Don Pelayo: Sabia afirmación que sin embargo nada cambia las cosas. Ustedes hagan lo que hagan o decidan lo que decidan, no pueden dejar de ser lo que son ¡¡¡Españoles!!!

Independentista catalán: ¡Oiga! ¡Sin faltar! Le repito que nosotros seremos lo que queremos ser y sólo queremos ser catalanes y no españoles. Yo no me siento español: no quiero ser español; no me reconozco como español ni deseo que los demás me identifiquen como español.

Don Pelayo: Pues mala suerte…haber nacido en otra parte, porque una vez que has sido identificado oficialmente como español, nada se puede hacer. Eres español para toda la vida. Es más…aún muerto, serás recordado oficialmente como español, porque la españolidad no es algo de lo que uno pueda desprenderse con la muerte. Se es español para toda la eternidad. Y así aparecerás en todas las estadísticas y gráficas de los historiadores, computado como español.

Independentista catalán: ¡ Me está ofendiendo! Nosotros los catalanes somos un pueblo con historia, cultura y lengua propia y tenemos derecho a independizarnos de España si así lo quiere la mayoría de nuestros ciudadanos. Y nadie podrá persuadirnos de dejar de ser españoles si estamos decididos a ello. ¡Y lo estamos! ¿Quién nos lo va a impedir?

Don Pelayo: Ciertamente es posible que ustedes hagan el referéndum y que este arroje una amplia mayoría favorable a la independencia de Cataluña. Pero si la condición de españolidad fuera algo que se puede dejar por votación democrática acaso también lo sería hacerse español y ya ve usted que por esa via nadie alcanza la nacionalidad española en la zona subsahariana que tan pronto vienen aquí con esa intención los negros y refugiados se pone todo el aparato represivo del Estado para expulsarlos. Avenga entonces conmigo que la españolidad no está sujeta al régimen democrático y antes le parece contrario a dicha forma de proceder.

Independentista catalán: Usted hace trampas con los argumentos…es cierto que la nacionalidad no es algo sujeto a democracia sino a derecho. Y como quiera que este permita desde tiempo inmemorial conceder o retirar la pertenencia al grupo, clan, tribu o nación a los individuos, en el siglo XXI también esto puede extenderse a la voluntad de la persona y a los pueblos. Nadie puede forzar a otro a ser lo que no quiere ser…

Don Pelayo: Pero tampoco nadie puede dejar de ser lo que es a voluntad. Usted piensa ahora así porque es débil. De hecho, por ser débiles como pueblo han elegido celebrar un referéndum pacífico y democrático. De ser un pueblo fuerte no se tomarían tantas molestias actuarían conforme a sus intereses. De hecho, esa es la diferencia entre ustedes y los vascos.

Independentista catalán: Pues no veo la diferencia. Explíquese…

Don Pelayo: que mientras ustedes son un pueblo vencido, los vascos son un pueblo convencido.

Independentista catalán: no sé qué es peor. Pero no me creo esa distinción que hace usted.

Don Pelayo: A las pruebas me remito. Mientras en referencia a ellos se les dice ¡Puto vasco! a ustedes les dicen ¡Catalán de mierda! ¿Queda clara la diferencia? En cualquier caso tampoco ellos pueden dejar de ser españoles.

Independentista catalán: Ya entiendo su estrategia en la conversación…Usted está intentando que pierda los papeles para que quede desautorizado en mis argumentos que son incontestables. Pero estoy intrigado por averiguar en qué fundamenta usted que yo no pueda dejar de ser español.

Don Pelayo: No es nada personal. Usted y ningún catalán pueden dejar de ser españoles, porque nadie puede dejar de ser español una vez haya sido identificado como tal.

Independentista catalán: ¿Tampoco un madrileño?

Don Pelayo: ¡Tampoco!

Independentista catalán: ¿Y un andaluz?

Don Pelayo: ¡Menos!

Independentista catalán: Créame que no lo entiendo. Yo comprendo que los españoles impidan a los catalanes dejar de ser españoles porque saben que queremos dejar de ser españoles…pero que tampoco puedan los andaluces que para nada desean abandonar España…¿Qué necesidad hay de impedírselo?

Don Pelayo: Ninguna. En verdad nadie impide a nadie dejar de ser español, porque nadie puede dejar de ser español por mucho que se empeñe.

Independentista catalán: De verdad que no le entiendo. Explíquese mejor.

Don Pelayo: Vamos a ver como se lo hago entender…Hay tres cosas difíciles en la vida: la primera es cambiar de sexo; la segunda es ejercer la apostasía de la Iglesia católica; y la tercera darse de baja en una operadora de telefonía. Pues bien, dejar de ser español, es imposible.

Independentista catalán: ¿Qué tontería dice?

Don Pelayo: No. No es ninguna tontería. Nadie puede dejar de ser español por mucho que se lo proponga. Ahí tiene a los etarras cometiendo atentados, poniendo bombas, rabiosos por no ser españoles y sin embargo España no les ha eximido de su obligación de ser españoles. Fíjese en los canarios allá lejos, dejados de la mano de dios. Son africanos y sin embargo españoles para siempre. Mire a los gibraltareños, no pierden ocasión en rechazar a España como su madre patria, la insultan, la desprecian, la roban, se mofan de ella, la denuncian en foros internacionales…y sin embargo España reclama su españolidad, cosa que les solivianta y por ello les dicen “llanitos”. Más chocante todavía es el caso de ceutíes y melillenses a quienes siguiendo el proceder anterior no deberían de considerar españoles, pero ahí los tiene usted, españoles de pura cepa aunque muchos de ellos se expresen sólo en árabe y coman cuscús.

Independentista catalán: ¿Y Andorra?

Don Pelayo: Andorra es esa parte de España que se comparte con Francia.

Independentista catalán: Y ¿qué pasa con Portugal? Durante unos años fue española y ahora es independiente.

Don Pelayo: Aparentemente sí…pero si atiende a su recorrido histórico es milimétrico en los acontecimientos. Por eso, todo el mundo y cuando digo todo el mundo también incluido usted, psicológicamente tenemos asumida la verdad y cuando pensamos en España, pensamos en toda la península Ibérica, incluido el País Vasco, Cataluña, Andorra, Gibraltar y Portugal. Todo es España, hasta el anticiclón de las Azores.

Independentista catalán: Y qué pasa con América y todos los países que hay allí…Antes eran España y ahora ya no lo son.

Don Pelayo: Usted parece impermeable a las razones del telediario…Cómo diantre se les identifica en conjunto como ¡Hispanos! ¿Y sabe por qué? Porque ellos son argentinos, ecuatorianos, o mejicanos como aquí son gallegos, catalanes y vascos, es decir como pertenecientes a una entidad superior. Eso es lo que se festeja el día de la Hispanidad.

Independentista catalán: No me convence nada…Pero supongamos que tiene razón. Que yo por haber nacido legalmente en España no puedo escapar a la Españolidad. Que moriré español. Que como usted ha dicho seré contado en el cómputo de la historia como español, etc. Lo asumo. No tengo escapatoria…pero si en esta vida nuestra generación alcanza la independencia habrá merecido la pena por nuestros hijos, por nuestros nietos y los nietos de sus nietos. Gracias a nuestra lucha pacífica y democrática, al menos ellos nacerán en un país libre y limpios de españolidad. No estarán contaminados.

Don Pelayo: Lamento informarle de que está muy equivocado a ese respecto, por no mencionar esa contradicción de luchar pacíficamente…

Independentista catalán: ¿Equivocado? ¿Cómo puedo estar en un error si he aplicado su propia lógica?

Don Pelayo: Porque mi lógica sólo funciona para defender la verdad nunca la falsedad.

Independentista catalán: Usted ha dicho que si uno nace español o es identificado en un momento dado oficialmente como tal, ya no puede dejar de ser español nunca. Que es español para la eternidad.

Don Pelayo: Verdadero sin falsedad cierto y muy verdadero.

Independentista catalán: Luego, si independizada Cataluña de España en el 2025 nace un hijo mio en Cataluña, nacerá únicamente catalán. No será oficialmente español y no le alcanzará la españolidad, ni a él ni a su prole.

Don Pelayo: Créame…Su hijo también será español. Y el hijo de su hijo y así hasta el final de los tiempos cuando escuchen las trompetas del Apocalipsis.

Independentista catalán: ¡No es posible! ¡Me niego!

Don Pelayo: Niegue la realidad todo lo que quiera. La realidad es paciente y tarde o temprano alguien se dará cuenta de que no se puede dejar de ser lo que se es y usted y todos los suyos son españoles.

Independentista catalán: No me lo creo.

Don Pelayo: Pues créaselo. Usted sabe de los niños que tras la caída de la República fueron enviados a Rusia; que se quedaron muchos allí; que tuvieron familia con rusas; que tuvieron hijos y nietos que ni saben hablar español ¿verdad? Pues para España, son todos españoles. Usted conoce que tras la Guerra civil muchos españoles tuvieron que emigrar por persecución política y hambre a América; allí tuvieron hijos, nietos y biznietos la mayoría no han pisado nunca territorio español y sin embargo, España les reconoce su españolidad, también ellos son todos españoles.

Independentista catalán: Lo sé…Lo sé…Pero supongo que con el tiempo, la españolidad se irá desgastando y habrá un momento en que dejarán de ser españoles. Y esa suerte también puede acontecernos a los catalanes, sino de este siglo, al menos del siguiente y para cuando festejemos los 100 años de independencia no habrá nadie afectado por la españolidad.

Don Pelayo: De eso nada. Cataluña ahora y siempre será española. Tome nota de lo acontecido con los judíos que habitaban en los reinos peninsulares cristianos que fueron expulsados hace más de quinientos años, ahora conocidos como sefardíes. Llevan siglos de un lado para otro y ahora muchos de ellos tienen nacionalidad israelí…¿Cree usted que por haber pasado no un siglo, ni dos, ni tres, ni cuatro, sino cinco siglos han dejado de ser españoles? ¡Bajo ningún concepto!

Independentista catalán: Pero ¿Por qué? ¿Por qué nadie puede dejar de ser español? ¿Por qué puedo dejar de ser de Timofon, por qué puedo dejar de ser varón, por qué puedo dejar de ser católico y en cambio no puedo dejar de ser español? Esto es desesperante…

Don Pelayo: Porque ser español es como ser judío. Es algo que no se puede remediar. Se transmite de padres a hijos. Puedes olvidarte de ello, puedes renegar de ello, puedes camuflarlo, puedes esconderlo, no practicarlo…pero al final se sigue siendo lo que uno es. Y en el caso de los catalanes es ser por encima de todo españoles. Da igual que seáis altos o bajos, pobres o ricos, tontos o listos, que ameis o desprecies a España, sois españoles sin remedio y sin fin.

Independentista catalán: Usted está mal de la cabeza. Si algo enseña la historia es que todas las naciones en algún momento llegan a su fin. El Imperio Romano, el Imperio Otomano, El Imperio Austro-Hungaro, la URSS…todas las naciones pasan…

Don Pelayo: Todas las naciones pasan, pero España permanece. ¿Y sabe por qué?

Independentista catalán: Dígamelo usted.

Don Pelayo: Porque España es una entidad sagrada que afecta tanto al presente como al futuro y aún al pasado. Es decir, no sólo usted es español en la actualidad, que también lo seguirá siendo para toda la eternidad y ya lo era antes de venir al mundo.

Independentista catalán: Eso ya es de risa. ¡Siga! ¡Siga!

Don Pelayo: Ria cuanto quiera, pero no se ha percatado de que los reyes católicos pasan por españoles cuando en teoría España no existía. Como tampoco lo eran los sefardíes, ni los Emperadores romanos, Trajano, Adriano y Teodosio, ni los eruditos Isidoro de Sevilla, Averroes, Avicebrón…pero a todos ellos les ha alcanzado la españolidad retroactiva.

Independentista catalán: Entonces, ¿de verdad que no hay escapatoria?

Don Pelayo: No. No la hay.

Independentista catalán: ¡Odio ser español! ¡Me da asco pertenecer a España! ¡Maldigo España! ¡Me cago en la puta España de mierda! Voy a quemar la bandera rojigualda. Voy a hacer una manifestación con una pancarta en inglés que diga ¡No quiero ser español!

Don Pelayo: Cuanto más luchas contra la españolidad, más español te vuelves. España es como el lado oscuro de la fuerza. Por eso la celebración del referéndum lo único que puede hacer es reforzar vuestra condición de españoles y como tales sereis recordados por la historia.

El Independentista catalán cae agotado por la radiación españolista y queda postrado de rodillas ante la tumba del Generalísimo entre susurros. El monje, con ternura le echa por encima una bandera rojigualda. y le consuela.