Ahora que, felizmente, como diría Mayor Oreja, estamos a punto de acabar con esa lacra execrable que representa el terrorismo, ignominioso instrumento mediante el cual los malnacidos miembros del GRAPO pretendieron reiteradamente usurparnos el derecho social de devolverle a la Patronal todo el dolor que inflingen sus decisiones económicas entre los más débiles o como el de la odiosa y repugnante ETA, cuyos cobardes militantes, de cuando en cuando, han querido monopolizar la enorme frustración colectiva autoproclamándose nuestros paladines para participar a la casta política e institucional del terror y desasosiego que genera en la población su diaria maquinación opresiva y represora…Nosotros, los ciudadanos libres, pagadores de impuestos, hemos de rescatar el noble testigo de la respuesta civil de sus moribundas garras, al objeto de preservar con responsabilidad la defensa de nuestros intereses comunes, para evitar que con la desaparición de ese cáncer que tanto sufrimiento ha causado a los más desfavorecidos del país, desaparezca también nuestro derecho a la autodefensa.
Leyendo los documentos filtrados a la prensa internacional por wikileaks, me entran unas ganas tremendas de hacer algo contra estos Grandísimos Hijos de la Patria, que sin ningún escrúpulo han conspirado contra nuestros compatriotas como en el caso de los familiares de Couso o burlado de todos nosotros al permitir los vuelos secretos de la CIA mientras públicamente le echaban en cara al Partido Popular el apoyo ofrecido a Bush en la guerra de Irak, que aunque contrario a la voluntad popular, por lo menos fue asumido como tarea de gobierno . Me estoy refiriendo a la banda socialista gubernamental integrada por las repugnantes caritas de bronce de Moratinos, Fernández de la Vega, López Aguilar, Conde Pumpido, Javier Zaragoza, con José Luis Rodríguez Zapatero, jefe de la organización, al frente. Pero…¿Qué podemos hacer los ciudadanos anónimos para desahogarnos de la frustración que nos causa toda esta inmundicia humana?
Lo de arrojarles un zapato en un mitin o estamparles una tarta ante las cámaras, ya está muy visto y lo de superar las obras de arte de Lincoln y JFK sólo parece al alcance de las vanguardias del momento. Mas ayer mismo, mientras meditaba en el retrete de qué manera podía yo, un insignificante miembro de la sociedad, hacerles llegar toda su mugre, devolverles toda su inmundicia y obligarles a recibir la vomitiva suciedad que a diario me hacen tragar en forma de mentira, falsedad, manipulación, traición, corrupción, asesinatos, injusticias, etc, me sorprendió la respuesta en caída libre y prolongada en forma de Corongo.
Como advirtiera el ajedrecista Aaron Nimzowitsch, dado que la amenaza es más fuerte que su ejecución, bastaría con que esta gentuza tuviera constancia de que, al menos uno de nosotros, se ha juramentado con el Sr. Marrón, para que temieran su inminente entrega cada vez que se acercasen a mentir a los periodistas, a estrechar la mano de cualquier votante que se la extendiera, o al abrir un envío postal con muelle sorpresa…pues ante tal determinación personal, no hay detector de metales, inhibidor de ondas, ni escoltas que lo puedan evitar siendo cuestión de tiempo que la mierda les salpique de modo distinto a como lo ha hecho hasta la fecha, de una manera más pringosa y menos inmaculada a como ha sucedido con wikileaks, temor que les llenará de desasosiego e incertidumbre.