PPSOE o la paradoja de la bolsa

Llevaba años buscando una imagen capaz de sintetizar con un golpe de efecto la bochornosa circunstancia política que a falta de algo mejor algunos analistas han dado en llamar Bipartidismo y otros, como servidor, PPSOE, sin llegar nunca a atrapar su esencia de modo convincente para impactar en la mente del ciudadano corriente, a esa amalgama de ideas me refiero en que concurren ambas formaciones en su abierta complicidad de acción, la manipulación de los medios de comunicación, el descarado reparto de los recursos económicos de las arcas públicas y el conocido sinfín de tropelías perpetradas contra la sociedad civil con absoluta inmunidad e impunidad. Así, desprovistos de mejor retrato de la realidad que nos azota, cuando el PSOE releva al PP en tareas de gobierno o viceversa, la corriente crítica acude en procesión intelectual a la manida cita de Lampedusa aparecida en El Gatopardo “Es necesario que todo cambie, si deseamos que todo siga igual”, o en su defecto, al consabido paralelismo histórico entre lo que acaece en nuestros días con la alternancia del PP-PSOE y la burla a la democracia orquestada entre los partidos de Cánovas y Sagasta a finales del siglo XIX, cuando no a frases hechas del estilo “Son dos caras de la misma moneda” cosa nada gratificante desde el punto de vista comunicativo, en ninguno de los casos, porque la verdad, a diferencia de la mentira, no se refuerza con su reiteración; antes pasa desapercibida como le sucede a lo evidente por lo que requiere de nuevas formas de presentación, a fin de no atorar la mente ingenua cuya tendencia al aburrimiento le imposibilita para acomodar racionalmente verdades inmutables, más allá de las inculcadas por vía de costumbre o superstición, de ahí la dificultad de la ciencia y las matemáticas para abrirse paso entre la población.

Conformado como uno más con las fórmulas arriba apuntadas, pese al personal convencimiento de que la pedagogía social aún requiere de los milenarios procedimientos escultóricos, pictóricos y luminosos desplegados por las élites eclesiásticas en claustros, iglesias y catedrales en sus capiteles, pinturas y vidrieras, al objeto de educar a las masas analfabetas en su mensaje evangélico, repleto de metáforas y alegorías, hacía tiempo que había abandonado la empresa de hallar esa imagen nueva que me ayudara a transmitir a la gente de bien esa verdad que tanto daño nos ha hecho, nos hace y amenaza con hacernos, cuando, de buenas a primeras, en conversación informal y sin venir a cuento, mi buen amigo Álvaro Albaina, puso en mi conocimiento una frase que su buena madre decía, a saber: “Una bolsa del derecho es una bolsa; pero una bolsa puesta del revés…¡Una bolsa es!” Escuchar la sentencia y reconocer su genialidad fue todo uno. De inmediato entendí que aquello que regaba por sorpresa mis oídos era lo que durante tanto tiempo andaba persiguiendo. Tanto fue así, que me detuve en mitad de la acera por donde paseábamos en Vitoria sin esconder mi regocijo haciéndole repetir entusiasmado la expresión proferida para registrarla como es debido en este artículo.

¡Efectivamente! Una bolsa es una bolsa se ponga del derecho o del revés. Su función, utilidad y consistencia es la misma. Salvo por cuestiones estéticas no se aprecian a simple vista diferencias entre su verso y su reverso. Sus asas, son las mismas; su capacidad es la misma; su precio es el mismo…Así dicho, la bolsa representa una paradoja que se ciñe como un guante y mejor que un calcetín, al caso que nos ocupa de esa realidad que representa el PP y el PSOE con mayor grado de similitud que las habituales.

La voluntad política española está atrapada entonces en una bolsa tramposa cuya parte externa luce a veces el logotipo del PSOE y en otras las del PP, con solo darse la vuelta la intención de voto de los electores. En consecuencia, ni cambia la bolsa ni cambia el contenido. Pero qué cabía esperar de un país donde desapareció el águila y quedó el nido.

Podemos: Su identidad. Su diferencia

Podeos, debe su éxito electoral a múltiples factores como el hartazgo con la política, la aguda crisis económica, la extendida corrupción, la juventud y valía intelectual de sus dirigentes, la buena imagen de pertenecer a su círculo…si bien, a mi parecer, el más importante de todos, es el haberse dotado de una identidad diferenciadora en contenido y forma a cualquier otro partido político conocido dentro y fuera del arco parlamentario. Este es el motivo por el cual mientras el ala progresista del PPSOE no ha logrado rentabilizar la desgobernanza criminal de sus socios en la alternancia; mientras UPyD no ha sido capaz de cosechar su buen hacer en la tarea de oposición ni de aprovechar la magnífica valoración de su líder en todas las encuestas; mientras IU se ha visto una vez más impotente para traducir en las urnas su mecánico apoyo pancartil a la protestas ciudadanas; cuando Vox no ha logrado hacerse un huequecillo entre el descontento Popular, ni Equo tiene visos de rascar bola más allá de una comunidad de vecinos…Podemos, en apenas unos meses, con gente inexperta en estas artes mitineras, con bajo presupuesto, sin liberados, sin sedes, ni coches oficiales, etc, se ha convertido en el instrumento de cambio en el que más confía la ciudadanía para expulsar a los criminales del Poder político.

Todavía, es demasiado pronto para saber qué es Podemos o en qué acabará; todas las posibilidades está abiertas desde la más optimista canalización formal libertaria, hasta la instauración del populismo fascista, pasando por la socialdemocracia, incluida una deriva hacia más de lo mismo. Pero, hoy por hoy, es evidente que una de las señas de identidad de Podemos es no parecerse en nada a ninguna otra formación política y por consiguiente, sería un gravísimo error táctico por parte de sus bases y dirigentes, concurrir a las elecciones Generales en coalición con otros partidos de ámbito nacional históricamente asentados en la escena electoral, al menos, no ahora que Podemos se halla en pleno proceso de constitución. Sería su suicidio político.

Sea entonces, que el ofrecimiento de IU para concurrir juntos a las Generales, sólo puede ser contemplado como un despropósito de mal gusto, un burdo abrazo del oso dado a destiempo cuya única motivación es desactivar la progresión de una formación joven o en su defecto parasitar su auge y estructura, asegurándose con ello mantener su propio stau quo, cuál es, seguir participando del juego partitocrático en su función de bufón pancartero y proclamador de las esencias de la clase trabajadora, sin perturbar las formas formales de la democracia formal más allá de algún que otro pataleo en el hemiciclo obteniendo así las migajas subvencionadas del sistema que les ha sabido acomodar durante décadas en sus escaños donde han asistido como convidados de piedra a los debates ideológicos, a la gestión económica y a la acción legislativa, mientras en su autocomplacencia se atribuyen ser alternativa por el mero hecho de querer que las cosas cambien.

Pero, una cosa es querer que las cosas cambien y otra muy distinta, querer cambiar las cosas. He aquí una de las claves que los ciudadanos distinguen nítidamente entre una formación agotada y caduca como IU y Podemos una fuerza emergente e ilusionante. IU, ha tenido tres décadas para demostrar de lo que es capaz. ¿Cuál es su resultado? La pregunta es retórica…Lamentablemente, en todo este tiempo, IU no ha sido eficaz para canalizar la frustración de una inmensa mayoría social, ni para defender los derechos de la clase trabajadora, ni para dar soluciones prácticas a los problemas cotidianos de la ciudadanía. A lo más que ha servido IU ha sido para otorgar esa pincelada folclórica que precisaba el sistema a fin de dar la impresión de pluralismo en la representación parlamentaria e institucional, además de pequeño abrevadero para inconformistas dóciles y obedientes cuyo lenguaje gusta de emplear palabras como implementación, coyuntura y transversal, motivo por el cual, goza del aplauso advenedizo de artistas que comen de lo mismo. Por todo ello, IU es apreciada por la ciudadanía como un Partido triste y somnoliento, un partido fracasado, ineficaz y torpe, menos una alternativa a lo que hay pues el perfil que ha trascendido de su dilatada acción política es el de ser una formación conformista con su título de aspirante, acaso el de paciente espectadora viendo pasar el tiempo en la Puerta de Alcalá.

Podemos, ya tiene forjada una gran alianza para concurrir con su novedoso proyecto a las próximas elecciones Generales. Esta gran alianza, es la mejor alianza de todas cuantas puede haber para un partido político, a saber: la establecida con los ciudadanos que están hartos de la papiroflexia constitucional, del torcido estado de derecho, del estado del Malestar, de la partitocracia, de la corrupción de las instituciones, de la mala gestión del dinero público, de la opacidad…En esta Gran Alianza por la regeneración política, la restauración de los valores democráticos, la defensa de la Patria y la devolución del poder a los ciudadanos, se han dado cita descontentos del PP, descontentos del PSOE, aburridos de IU, espantados de UPyD pero también eternos abstencionistas, achatas, libertarios, auténticos liberales, gentes todas que han apreciado en Podemos una fórmula diferente y genuina, en la que depositar su última esperanza para tratar de cambiar las cosas sin esperar a que estas cambien por si solas. Pasadas las Generales, ya veremos qué se hace. Pero unirse antes, para Podemos sería deshacerlo.

la cena de los cinco

Como ciudadano, llevo días preocupado. ¿Por la incertidumbre política en España? ¡No! ¿Por la posible salida del euro de Grecia? ¡No! ¿Por las consecuencias culturales que pueda comportar la amistad de Isabel Presley con Vargas Llosa? ¡No! Lo que me quita el sueño, lo que me tiene el corazón en un puño, es haber tenido noticia de la cena privada que el pasado Miércoles 1 de Julio, a las 21:00 horas, en un conocido restaurante madrileño, reunió a Juan Carlos Rey de España con los cuatro presidentes vivos de la Democracia, González, Aznar, Zapatero y Rajoy, lo que sumado hace un total de cinco.

Si fuera cierto que la cena era para agasajar al Capo di tutti capi al cumplirse un año de su abdicación como se ha transmitido a la prensa y el ambiente hubiera sido el de cualquier reunión de amiguetes como ha declarado el dueño del local, mi alarma sería hipocondríaca. Pero me da a mi, que algo se está cociendo y muy gordo, porque no es una serendipia del destino que el mismo día que entra en vigor la Ley Criminal de Seguridad Ciudadana, estos cinco personajes, actores principales de la política española, se hayan citado para comer jamón de jabugo y huevos con patatas de la Casa Lucio.

Motivos tengo para sospechar: En esa mesa están reunidos el delfín de Franco quien prometiera jurar los Principios fundamentales del Movimiento; quien nos metió en la OTAN al tiempo que desmantelara toda la industria pesada a las órdenes de Alemania en clara traición a la Patria; el que nos introdujo de lleno en una guerra ilegal como la de IRAK a cambio de una vergonzosa foto en las Azores, pasar unos días en el rancho con Bush y una medalla del Congreso de los EEUU que nunca llegó, mientras privatizaba las más rentables empresas del Estado; el que nos metió de lleno en la crisis al despilfarrar nuestros recursos con cheques bebé, partidas de 400 euros de ida y vuelta, el lamentable Plan-E…y quien miente más que habla, estando al frente de la más formidable maquinaria de corrupción que ha conocido nuestro país, el Partido Popular. Sabido esto ¿Hay o no hay motivo para la preocupación de la ciudadanía?

¡Lo sé! ¡Lo sé! No vale de nada preocuparse. Y tampoco parecen eficaces nuestras oraciones dominicales en Comunión con los Obispos y el Santo Padre para que el Señor nos envié una señal de esperanza jubilar en forma de meteorito en situaciones como esta que ya se cuenta como una ocasión perdida para librarnos del mal, por muchos esfuerzos que hagan los periodistas por saltarse la censura a este respecto, con su mordiente subrayado de que, allí se encontraban los cuatro presidentes vivos de la democracia, pues no otra cosa se me antoja expresar una obviedad como esa, de no ser que hubiera alguna posibilidad de que a la cena asistieran sus cadáveres, sugerente cuadro que superaría en expresividad al de Perros jugando al Poker de Coolidge. Porque estos cinco individuos es imposible que se hayan juntado para algo bueno, al menos, algo bueno para nosotros.

¿Qué fechorías habrán planificado en nuestra contra? ¿De qué nuevas maldades no se habrán abstenido imaginar para la población? ¿Qué distintos suplicios nos tendrán reservados para después del verano o tras las elecciones Generales? Seguramente, con solo hablar de ello habrán disfrutado de lo lindo pensando en subir de nuevo el IVA al 23%, dejar que el precio de la luz campe a sus anchas en el mercado, aprobar por decreto el despido libre, la eliminación de las vacaciones, la supresión del salario mínimo, mantener el desempleo en cotas del 20% para que las masas sean más dóciles, privatizar el fondo de pensiones, la sanidad, recortar el gasto en educación…

La solución de nuestros males no vendrá entonces ni de la mejora económica, ni de la estabilidad política, sino de nuestra capacidad de llegar a sus estómagos por vía gastronómica.

Apoyando al PPSOE

Podemos y Ciudadanos, han perdido una ocasión única de regenerar la política española con algo más que juventud y caras nuevas. Estas dos formaciones en una campaña relámpago han capitalizado el descontento de la buena gente con los Partidos Políticos que por activa o por pasiva son culpables de latrocinio compulsivo, corrupción generalizada, obstrucción de la Justicia, manipulación mediática y traición a la patria.

En una arriesgada apuesta cívica por desplazar a los malos del Poder del Estado, la ciudadanía responsable, a modo de último cartucho democrático que le quedaba en la recámara de su agotadísima paciencia, ha desplazado su apoyo anodino del PPSOE hacia estas dos entidades que se han presentado como capaces de variar el escenario putrefacto y nauseabundo de la política española que retratan no tanto algunas televisiones, cuanto los comportamientos de la mayoría de sus Señorías a quienes denominamos criminales gubernamentales. De qué ha valido…

Podemos y Ciudadanos llevan meses señalando con su dedo acusador a los criminales que nos gobiernan. Entonces…¿Por qué los apoyan para que continúen en las Autonomías y los Ayuntamientos? Obsérvese cómo Ciudadanos va a permitir que en Andalucía siga el PSOE y en Madrid el PP ¿Qué marca es responsable de la mala gestión y la corrupción en Andalucía? ¿Qué logotipo ha gestionado mal y de modo corrupto en Madrid? Se podría decir que con su decisión, la formación de Rivera, apoya a los corruptos donde tiene ocasión. Y con Podemos, ocurre exactamente lo mismo si atendemos a Castilla la Mancha o donde aceptará el apoyo del PSOE para formar gobiernos. ¿Qué pasa? ¿Qué el PSOE deja de ser corrupto y criminal cuando apoya a los Podemitas?

Quiero pensar que esta actitud de Podemos y Ciudadanos se trata de torpeza y no de principios, motivo por el que expongo a continuación cuál debería ser, a mi juicio, la posición de estas dos fuerzas emergentes frente al conglomerado del PPSOE, sinónimo de podredumbre y perversión política, por si les hace reflexionar: Si el diagnóstico sobre las fuerzas del mal es correcto, si el PPSOE es una Plataforma Para el Saqueo Organizado de España, si se trata de una entidad Sociópata, si por el bien de todos es necesario expulsarlos de la política y hacer limpieza en las Instituciones, Podemos y Ciudadanos ¡Jamás! Repito ¡Jamás! pueden pactar con el Social-Populismo, sea para recibir su apoyo y gobernar, menos todavía para que ellos continúen gobernando.

Estamos al corriente de que todavía el PPSOE cuenta con una holgada mayoría absoluta de los votos al superar estos en toda España el 50% de las papeletas emitidas. Ese es un problema del electorado español cuya decisión, pese a producirnos vergüenza ajena, hemos de respetar. Pero, Podemos y Ciudadanos, deben respetar también a su electorado que para nada les ha entregado su confianza pensando en que ellos se la van a devolver a esa gentuza corrupta del PPSE. ¡Eso si es imperdonable! Porque corríjanme si me equivoco: los electores cabreados con el PPSOE hartos de su continuada deslealtad con las clases medias, trabajadores, autónomos, pequeño comercio, familias, etc, retiran su apoyo en un esfuerzo por superar su inercia votonta, sacrificando su trayectoria histórica heredada de padres a hijos, impermeabilizándose al lavado de cerebro de los medios de comunicación…para otorgárselo por primera vez casi a ciegas, a quienes prometen regenerar la política y parece que están en disposición de hacerlo. Cuál no será su sorpresa, cuando estos van y a las primeras de cambio ¡Zas! Apoyan o se apoyan en el PPSE. ¡Da asco!

Podemos y Ciudadanos disponían de un mensaje claro a esgrimir para no apoyar ni ser apoyados por las entidades satánicas del PPSOE: Nosotros somos Partidos democráticos al servicio de la ciudadanía, de los asalariados, de los trabajadores, de la gente de bien, honrada y de buenas costumbres, nada tenemos que ver entonces con el PPSOE con quienes no queremos contar ni para gobernar ni para que nos gobiernen. Respetamos los resultados democráticos salidos de las urnas; que el PP y el PSOE se apoyen entre si, que fuerzas nacionalistas u otras minoritarias jueguen a ese sofisma de garantizar la gobernabilidad; que la Casa Real les sonrían sus gracias, que hasta la Iglesia les conceda su bendición…pero que nadie espere de nosotros trato alguno con quienes roban a nuestras familias, humillan a nuestros vecinos, maltratan a los jubilados, niegan lo básico a las personas con discapacidad y el largo etcétera de maldades que acometen contra el Pueblo y la ciudadanía. Los ciudadanos de modo libre y voluntario han elegido a sus representantes y por los motivos que sea, no nos han otorgado la fuerza democrática suficiente para gobernar. Pues no gobernamos y se acabó. Allí donde la ciudadanía nos entregue su apoyo para gobernar sin necesidad de pactar con los sinvergüenzas, muy a gusto lo gobernaremos; pero allí donde nuestra fuerza es insuficiente, la posición será siempre contraria y de denuncia, nunca de comparsas o marionetas.

Podemos y Ciudadanos se han equivocado de cabo a rabo apoyando gobiernos del PPSOE o dejándose apoyar por sus fuerzas satánicas. ¿Qué mensaje han transmitido a la gente con su lectura miope del resultado de las pasadas elecciones? Muy sencillo: Amigas y amigos que nos habéis apoyado tanto y con tanta ilusión para que limpiemos la política de indeseables en la creencia de que seríamos la herramienta para expulsar de las instituciones a los corruptos, queremos que sepáis, que con vuestros votos, dejaremos hacer y deshacer al PPSOE, de modo que, para otra vez, mejor será que votéis directamente al PPSOE y nos ahorramos la pantomima de las negociaciones, de las condiciones y de las ensaladas con tortilla francesa cenadas en los apartados de los hoteles, porque para tan corto viaje, no hacían falta estas alforjas y menos con estos burros y zopencos.

Mis condiciones

Pasadas las elecciones municipales, oímos hablar por doquier de condiciones para llegar a acuerdos de gobierno entre las distintas formaciones, asunto absolutamente mediado por el oportunismo, el mercadeo, o en el mejor de los casos, el tacticismo, con los ojos puestos en las Generales, estrategia política del disimulo donde IU pretende mostrarse como necesaria, Podemos busca pasar por socialdemócrata, el PSOE desea ser confundido con un partido de izquierda, Ciudadanos no ser confundido con la derecha, y el PP reivindicarse como formación de centro. Así, si en plena campaña no debemos creernos nada, ahora, cuando los elegidos negocian entre ellos quién gobierna en dónde, ¡menos todavía! En consecuencia, en mi labor social humanitaria de rescatar a la infeliz ciudadanía de su credulidad para con nuestros enemigos naturales, expongo a continuación mis condiciones inapelables que todo gobernante ha de cumplir, para que yo, lo entienda como que me representa.

1ª El Gobernante debe ser sabio: Entiéndase por sabio, no tanto hábil, astuto, listo siquiera inteligente, cuanto persona que en su vida se haya conducido eligiendo bien. Porque no es cuestión de situar al frente de las instituciones a alguien que no tiene oficio, ni sabe lo que cuesta criar a un hijo. Con esta primera condición, evito el terrible dilema de elegir entre un corrupto eficiente y un honrado torpe como Gobernante.

2ª El Gobernante debe ser fuerte: Sobre todo ante los grandes. Por descontado que el Gobernante ha de contar con una fuerza disuasoria que haga posible el cumplimiento de la Ley, pero mayor habrá de ser entonces la fortaleza de su espíritu para no dejarse arrastrar por ella empleándola contra el Pueblo indefenso mientras sucumbe humillado ante las elites extractoras financieras, bancarias y empresariales. Sería vergonzoso que con el poder democrático que la ciudadanía deposita en el Gobernante para que este la defienda de los Poderosos, fuera aquel, y en vez de velar por el Bien Común y el Interés General, se aliara con sus verdugos conspirando contra las gentes de bien, traicionando a la Patria.

3ª El Gobernante debe ser sincero: Ello no significa que deba ir diciendo la verdad allá por donde pasa, ni que deba confesarse públicamente de sus pecados personales, tampoco la obligación de desvelar secretos oficiales en entrevistas. Ser sincero en un gobernante, significa explicar a la gente lo que sucede, por qué se toman las decisiones adoptadas por el gabinete de Ministros, etc, con un lenguaje claro sin evasivas ni pedrogrulladas de patio de colegio.

4º El Gobernante debe ser honrado: No se trata de llevar una vida santurrona; pues como ya he comentado en otra ocasión, prefiero vivir en un Estado corrupto mediterráneo que en uno puritano anglosajón. Los ciudadanos, nos conformamos con que el Gobernante no robe a manos llenas y desempeñe su labor como cualquiera de nosotros lo hacemos en nuestro trabajo, es decir, lo mejor posible, sin desvalijar la tienda en cuanto se baja la persiana, ni invitar a saco a los amiguetes en la barra del bar a cargo del dueño, sin malvender las herramientas del taller, sin sisar en la caja del supermercado…cuyo único pago sea el sueldo establecido por convenio y la satisfacción moral de haber cumplido con nuestra obligación y responsabilidad.

5ª El Gobernante debe ser accesible: Por descontado, que la accesibilidad del Gobernante no ha de ser, ni Universal, ni constante, para entendernos, que no se trata de abrir un perfil en las redes sociales y pasarse los días con sus noches respondiendo mensajes. Sería suficiente, con que una vez a la semana respondiera con naturalidad a las cuestiones planteadas en el Parlamento, Diputación, Ayuntamiento o foro correspondiente y que al menos una vez al mes concediera una rueda de prensa donde los periodistas le pudieran hacer preguntas cara a cara para informar a la opinión pública y transmitir su parecer sobre cuestiones puntuales que preocupan a la población sin tener que esperar a la próxima campaña electoral.

6ª El Gobernante debe ser respetuoso: Respetuoso con la Ley, con las Instituciones y sobre todo, con los ciudadanos. Pero el respeto a la ciudadanía va mucho más allá de los modales ante la mesa, de la cortesía a la entrada o salida de una reunión de vecinos, de la educación mostrada en el ascensor a un desconocido, de la tan cacareada tolerancia religiosa…el respeto al ciudadano debe empezar, por no tomarle por tonto, por no actuar con prepotencia en el ejercicio del cargo, por asumir su disenso y crítica cuando la haga, por aceptarle como un sujeto libre de actuación cuya voluntad tácita o expresa emana todo acto soberano colectivo, por aceptarle como agente participante, aunque sea en diferido de las decisiones que en su nombre se toman, dejando a un lado patronazgos absolutistas, dirigismos mesiánicos, liderazgos carismáticos y ñoños paternalismos idealistas, pues al final todas esas fórmulas describen el cuadro clásico de la peor de las tiranías.

7ª Por último, el Gobernante debe mostrarse humano: Ciertamente, los Gobernantes se muestran más humanos de lo deseable en cuanto a vicios y corruptelas se refiere. La humanidad que reclamamos desde aquí, es aquella que todo mandatario debe mostrar para no ser confundido con un robot y a la postre ser sustituido por un programa de ordenador capaz de ejecutar toda la gestión sin el menor cambio. Porque, si en algo se distingue el ser humano de los animales es por su capacidad de adaptación para sobrevivir y de las máquinas en su capacidad de sentir y empalizar con los semejantes. Si el Gobernante carece de una de estas dos cualidades que nos hacen humanos, adaptabilidad y empatía, dirigirá la entera sociedad a la mayor de las catástrofes que podamos imaginar.

Estas son mis siete condiciones que debe cumplir un Gobernante que me represente: Sabiduría, fortaleza, sinceridad, honradez, accesibilidad, respeto y humanidad. Igual es mucho pedir.