Koprofagia

http://www.youtube.com/watch?v=E7zBGge-OKk

Reconoce con nostalgia “Prresuntos Implicados” “Cómo hemos cambiado…” ¡Ni que lo digan! Todavía retumban en mi memoria adolescente los ocurrentes compases de “Aviador Dro” advirtiendo “La televisión es nutritiva” cuando me sorprendo el otro día escuchando a “Def Con Dos” clamar por la Koprofagia, con una letra igual de ingeniosa, todo hay que decirlo, pero de estética no apta para todos los estómagos.
Destripando los distintos mensajes que tan peculiar diarrea melódica podía expeler, recabé en uno de sus estribillos, concretamente en “cuándo logrará equipararse a los que comemos mierda con los que no comen carne…” me llamó la atención que una canción tan cañera en boca de un grupo tan radical, se hubieran quedado ahí, en lo vegetariano, salvando de la comparación la ingestión de carne, o el entero consumo de productos que nos llegan a los supermercados.
Porque…mira que nos dan mierda para comer y no digamos para beber. Por eso, he empezado a sospechar que la koprofágia solo hace alusión a la ingesta de mierda no procesada que se encuentra entonces como Dios la trajo al mundo, sin envasar, sin etiquetar, sin embotellar, sin enlatar, y sin embutir; debe tratarse de una mierda pobre en ingredientes extra, carente por completo de conservantes, colorantes, saborizantes, espesantes, edulcorantes, o emulgentes, gasificantes, anticoagulantes, anticongelantes…; cuyas materias primas seguramente estarán desprovistas de cualquier refuerzo químico, fertilizante cancerígeno, proveniente de transgénicos; evidentemente se encontrará sin hormonar, nitrogenar, pasteurizar, precocinar, o ultracongelar; pudiendo estar seguros de que no tendrá las debidas garantías sanitarias que cualquier marca bien publicitada ofrece a los consumidores cuando les dan su mierda con denominación de origen. Olvidémonos de saber entonces, si la misma es una mierda alta o baja en grasas, con buen o mal colesterol, con muchas o pocas calorías, si contiene o deja de contener el tan preciado omega 3, los bífidus activos, antioxidantes, los radicales libres, y los estudios e investigaciones que se hayan pagado para demostrarlo.
Sin demasiado esfuerzo intelectual por mi parte, creo estar convencido de que la práctica de la koprofagia nada tiene que ver con el consumo de productos de Danone, Nestlé, Campofrío, Coca Cola, y sin necesidad de emular a la chica del anuncio de Microlax, yo también puedo estar tranquilo de acudir sin papel al Lidl, al Eroski, al Mercadona, al Carrefur o El Corte Inglés. Lo que todavía debo resolver es si el Mac Donalds, el Burger King, o Pizza Hut, me ofrecen tantas garantías sin forzar demasiado a la estreñida RAE que ya debe andar tras mis pasos por escribir Koprofagia con k.