El agua del Bautismo, debería derramarse sobre la cabeza de los padres y no sobre la de los hijos, dado que, de haber un Pecado Original, éste sería el de procrear y no el de nacer.
El agua del Bautismo, debería derramarse sobre la cabeza de los padres y no sobre la de los hijos, dado que, de haber un Pecado Original, éste sería el de procrear y no el de nacer.