Interrugptus Catalán

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Conocía la desconfianza gallega a la hora de responder una pregunta con otra, mas nunca había oído hablar de la sibilina costumbre catalana de introducir cualquier cuestión en lo que podría denominarse un “interrugptus”, algo parecido al famoso “Coitus interruptus” pero en una oración interrogativa, que reconozco, me ha sorprendido en su novedosa formulación.

En principio, de plantearse por higiene democrática una consulta al Pueblo Catalán sobre cuál es el modelo de relación que desea con España, esta habría de hacerse de manera lo más sencilla posible a fin de esclarecer mediante las urnas cuál es la opinión firme fuera de las encuestas de la ciudadanía al margen de los tejemanejes a los que nos tienen acostumbrados sus ratoniles dirigentes que han estado décadas viviendo de la ambigüedad jugando al gato y al ratón hasta que la sociedad les ha empujado a definirse muy a su pesar. Pero no para oscurecerla aún más con una maraña interrogativa que necesita de toda la exégesis bíblica y de cuanta hermenéutica seamos capaces acopiar para averiguar fehacientemente qué se está preguntando, qué se estará respondiendo y lo que es peor todavía, qué se haya respondido en caso de que los golpistas espirituales de una y otra parte no puedan frenar el proceso, pues la preguntita se las trae…

Plantear a los catalanes “¿Quiere Usted que Cataluña sea un Estado? Y si es así ¿Quiere que Cataluña sea un Estado Independiente?” en mi estupefacta opinión, es una tomadura de pelo; un insulto a la inteligencia de los ciudadanos; y una falta de respeto a la masa social que tanto ha luchado porque ¡por fin! se pueda escuchar su voz sin mediaciones ni mediadores que manipulen a cada momento la voluntad popular secuestrada entre titulares de periódicos, anuncios del Telediario, en boca de los miembros de la clase parasitaria, tertulianos de tres al cuarto, historiadores, lingüistas, intelectualoides y demás fauna que se pronuncia a sueldo de los intereses sean estos del bando Nacionalista o del Bando Nacional. Porque, todo el mundo, indistintamente de si estaba a favor o en contra del “Derecho a decidir” tenía clara cuál era la justa disyuntiva que debía presentarse a los catalanes “Cataluña Independiente ¡Sí! O ¡No!”. Pero qué otra cosa cabía esperar de los criminales gobernantes en este caso periféricos, más que demostrar lo que mejor saben hacer, a saber: enredar lo suficiente los asuntos al objeto de que por cada problema que sean capaces de resolver, sobrevengan dos o tres más que justifique su omnímoda presencia institucional, no vaya a ser, que sin problemas, la ciudadanía harta de sus componendas les envié al para con o sin subsidio.

Los dirigentes catalanes han desaprovechado a propósito una ocasión única de obtener sus objetivos programáticos declarados a rebufo de Escocia y jalonados por la crisis económica que soplaba a su favor. Con su descomunal desaguisado, no sólo se han garantizado el fracaso, que también un desprestigio absoluto de su imagen, pues si hasta conocerse la pregunta, los Gobernantes españoles lo tenían muy difícil para explicar a la comunidad internacional por qué en Gran Bretaña ¡Sí! y aquí ¡No!, sonrojando el déficit democrático de Madrid en comparación con Londres – y ya me duele reconocerlo – ahora, casi como que sucede al revés, pues todo el mundo empieza a comprender que la negativa déspota de España podría estar motivada por la incapacidad catalana de formularse preguntas directas, como para dejarles responder a ellos solos.

Lo descabellado del Interrugptus Catalán se evidencia en cuanto lo sacamos de la politicasta donde tiene terreno abonado el teatro del absurdo, bastaría enunciar a nuestras parejas la cuestión “¿Deseas quedarte embarazada? Y en caso de que así sea ¿Querías tener al niño?” para corroborar su estupidez. Por si alguien cree que exagero, ayer mismo, amigos desde Berlín me han consultado por correo electrónico si el modo correcto en Barcelona de entrar a una chica en la discoteca es “¿Me permites que te invite a una copa? Y en caso afirmativo insistir ¿Quieres que la pague yo?”